tag:blogger.com,1999:blog-56294127258489601472024-03-13T02:12:54.052-03:00Apuntes minarquistasColumnas y apuntes varios desde una perspectiva minarquista, o más o menosRenzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-88732421147026196122016-02-18T09:00:00.000-03:002016-02-19T00:12:20.057-03:00El inaceptable control preventivo de identidad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy0DDjr7lMSXpooxH40xNl5qf6X_pyYSB5W5mpH99qT15CDpL2z-SMKwyF9FhK8haYFzxcU7r54nmkLkeUBrjJKmAEmLUyRe7awkzYvWOZ2G2IiB2i0oGAkq8LKOdV5L_EPvn5S3f9wAnb/s1600/2168468-618x376_816x544.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy0DDjr7lMSXpooxH40xNl5qf6X_pyYSB5W5mpH99qT15CDpL2z-SMKwyF9FhK8haYFzxcU7r54nmkLkeUBrjJKmAEmLUyRe7awkzYvWOZ2G2IiB2i0oGAkq8LKOdV5L_EPvn5S3f9wAnb/s320/2168468-618x376_816x544.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 16.9pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">"La delincuencia tiene
una cierta utilidad económico-política en las sociedades que conocemos. La
utilidad mencionada podemos revelarla fácilmente:<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 16.9pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Cuantos más
delincuentes existan más crímenes existirán, cuantos más crímenes haya más
miedo tendrá la población y cuanto más miedo haya en la población más aceptable
y deseable se vuelve el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño
peligro interno permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese
sistema de control, lo que explica porqué en los periódicos, en la radio, en la
televisión, en todos los países del mundo sin ninguna excepción, se concede
tanto espacio a la criminalidad como si se tratase de una novedad en cada nuevo
día"<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 16.9pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 16.9pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Michel Foucault, "Las redes del poder" (1976)</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">En estas últimas semanas
mucho se ha hablado en la prensa y en las redes sociales acerca del
controvertido “control preventivo” de identidad que se pretende introducir en
la llamada “agenda corta contra la delincuencia” que se discute actualmente en
el Congreso nacional. El nombre “agenda corta” realmente está muy bien puesto
ya que sintetiza la mirada “corta” con que se trata el fenómeno delictivo en
general y el uso de la herramienta penal en particular para contrarrestarlo. En
esta entrada de blog quiero referirme precisamente a lo inaceptable que resulta
este llamado “control preventivo” de identidad por parte de Carabineros de
Chile. Pero para que veamos por qué es inaceptable hay que partir con algunas precisiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">En la legislación actual
ya existe un control de identidad que puede practicar Carabineros de acuerdo al
artículo 85 del <a href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=176595" target="_blank">Código Procesal Penal</a>. Este artículo exige que, para practicar
el control de identidad, exista un indicio de que el sujeto controlado cometió
un delito o un indicio de que se disponía a cometer un delito. Si se acepta que
una de las funciones principales de Carabineros es precisamente evitar que se
cometan delitos o, en el caso de que ya se hayan cometido, apresar a los delincuentes,
la exigencia de un indicio de la comisión de un delito o de que alguien se
dispone a cometerlo es consecuente precisamente con esa función, y al mismo
tiempo pone una condición al uso de la facultad policial de controlar la
identidad, de manera que al no cumplirse la condición Carabineros no debe
ejercer la facultad, lo que reduce el actuar discrecional de la policía. Esto
último es importante, ya que las funciones policiales de evitar la comisión de
delitos y apresar a los delincuentes que los han cometido no deben llevar a
extender una suerte de cheque en blanco a la policía en el uso de sus
facultades. Un cheque en blanco en este caso sería que Carabineros pudiera
controlar la identidad a todo evento y sin que exista siquiera un indicio de la
comisión de un delito o de que alguien se apresta a cometerlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Pues bien, el llamado
“control preventivo” de identidad se acerca precisamente a este cheque en
blanco, ya que si bien no permite controlar la identidad a todo evento, exige
que apenas exista un indicio de que el sujeto controlado tiene órdenes de
detención pendientes, es decir, que se encuentra prófugo de la justicia. Cabe
preguntarse qué diablos puede ser un indicio de estar prófugo. Haciendo un
esfuerzo imaginativo uno podría pensar que tal indicio podría ser por ejemplo
un comportamiento nervioso del supuesto prófugo al percatarse de la presencia
cercana de Carabineros. Pero Carabineros no puede realmente dar por sentado que
todos los prófugos son tan nerviosos y tienen tan poca sangre fría como para
auto delatarse al percatarse de la presencia cercana de sus patrullas. Quizás
haya algunos prófugos nerviosos y sin sangre fría que involuntariamente
colaborarán con la labor de la policía, pero como ya dijimos Carabineros no
puede contar con tan generosa colaboración de aquellos prófugos que si tienen
sangre fría y no son nerviosos. Y como no pueden contar con tan generosa
colaboración es que necesitan de otro indicio de que se encuentran prófugos. Y
aquí la pregunta vuelve a repetirse: si se descartan los nervios y la falta de
sangre fría, ¿qué diablos puede ser un indicio de estar prófugo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Y es aquí donde surge una
de las acusaciones más recurrentes contra el llamado “control preventivo” de
identidad, y es que se presume (a mi juicio plausiblemente) que la policía
recurrirá al fenotipo o al aspecto físico/vestimenta como indicios de que un
sujeto se encuentra o no se encuentra prófugo a la hora de practicar un control
preventivo de identidad. Ahora bien, ¿por qué cabría presumir eso? Conviene detenerse
en este punto un momento. Como ya se dijo anteriormente, una de las funciones
principales de Carabineros es precisamente evitar que se cometan delitos o, en
el caso de que ya se hayan cometido, apresar a los delincuentes. Así entonces
esta función de Carabineros implica que deben buscar, perseguir, apresar,
trasladar etc. continuamente a delincuentes. Es decir, Carabineros
constantemente está en contacto con delincuentes porque es parte de su trabajo,
y este contacto continuo con los delincuentes les permite tener una idea más o
menos genérica de cómo lucen los delincuentes, cuál es su fenotipo o aspecto
físico/vestimenta. Esta idea bien puede ser vaga pero es la mejor aproximación
estadística con que puede contar Carabineros, porque como recién se dijo parte
de su trabajo implica estar continuamente en contacto con delincuentes. Por
todo lo dicho anteriormente es que me parece plausible que Carabineros recurra
al fenotipo o aspecto físico/vestimenta como indicios de que un sujeto se
encuentra o no se encuentra prófugo a la hora de practicar un control
preventivo de identidad. Y en caso de que alguien pretenda descartar aquello
como indicio, y recordando que ya se descartaron los nervios y la sangre fría
en general, cabe hacerle la pregunta: ¿Si eso no sirve como indicio, entonces
qué puede servir?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Además, desde un punto de
vista estadístico el llamado control preventivo es una medida enteramente
inútil. De acuerdo a las cifras conocidas, hay aproximadamente unos 66.000
prófugos de la justicia que podrían ser eventualmente apresados al practicarles
un control de identidad. Muy probablemente estos 66.000 prófugos incluyen
también menores de edad en el rango de entre 14 y 18 años. Si recordamos que
los chilenos mayores de 18 años somos en total unos 13.000.000, entonces el
porcentaje de prófugos con respecto a la población es de
66.000/13.000.000=0,5077%. Y este porcentaje incluso está sobredimensionado,
porque como ya se dijo los 66.000 prófugos muy probablemente incluyen menores
de edad, de quienes no se dice que están prófugos sino que tienen causas o condenas pendientes según la responsabilidad penal adolescente, y se está dividiendo esta cantidad solo por el total de chilenos
mayores de 18 años y no por el total de chilenos mayores de 14 años que podrían
eventualmente estar prófugos y tener causas y condenas pendientes según responsabilidad penal adolescente. Entonces el porcentaje de 0,5077% debería ser
corregido a la baja. Para ser “optimistas” dejemos el porcentaje en 0,5%, que
de por sí ya es suficientemente bajo como para considerarlo estadísticamente
marginal. Entonces la probabilidad de que aleatoriamente Carabineros logre
encontrar un prófugo practicando un control de identidad es de un magro y ridículo
0,5%. Para que este porcentaje no sea tan magro y ridículo es que Carabineros
debe tener en cuenta los indicios que ya se han discutido, de forma tal que la
probabilidad de encontrar un prófugo sea, digamos, un 1% o un 5% o siendo muy
optimistas de un 10% en vez de un insignificante 0,5%.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Una mención aparte se la
lleva el adjetivo “preventivo” que acompaña al sustantivo “control”. ¿Qué es
exactamente lo que se nos quiere hacer creer que se va a prevenir? ¿Acaso se
nos pretende hacer creer que este control de identidad va a prevenir que se
cometan más delitos? Si este es el caso, es realmente irrisorio que se pretenda
hacer creer tal cosa. Y es irrisorio porque ningún delincuente se entregaría
literalmente en bandeja a la policía para que controle su identidad como si
nada. Por el contrario los delincuentes están “entrenados” para eludir a la
policía y escapar de ella, y de hecho eso es precisamente lo que hacen cada vez
que cometen delitos y escapan. Si se introdujera una medida como el control
preventivo la reacción más plausible de los delincuentes sería evitar circular
por lugares donde haya presencia policial, que por lo demás es algo que ya
hacen cada vez que se aprestan a cometer delitos, o circular con sumo cuidado
para no levantar ninguna sospecha ni entregar ningún “indicio” de que son
delincuentes. En el mejor de los casos el control preventivo volvería más
cuidadosos a los delincuentes a la hora de circular por las calles. De lo que
realmente previene este control es que los ciudadanos circulen libremente por
las calles sin tener que tomarse la molestia de que se les solicite mostrar su
identificación solo para que la policía compruebe que no son prófugos y les
deje seguir su camino. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Pero eso no es todo,
porque si bien es impresentable que se le controle la identidad a alguien por
el solo hecho de “parecer un prófugo” aunque realmente no lo sea, hay una razón
mucho más de fondo que vuelve inaceptable al control preventivo. Y esta razón
de fondo es que el control preventivo invierte la carga de la prueba con
respecto a la situación de encontrarse prófugo. ¿Qué significa la carga de la
prueba? Para responder esta pregunta primero hay que tener claro qué es lo que
se desea probar. Y lo que se desea probar en este caso con el llamado control
preventivo es que el sujeto controlado <b>NO</b>
se encuentra prófugo, ya que al no encontrarse prófugo, situación que
corresponde al 99,5% de la población de chilenos, entonces el policía que
realiza el control simplemente debe dejarlo seguir su camino. Y es este estándar
probatorio lo que constituye una anomalía tanto lógica como procedimentalmente.
Lógicamente es una anomalía porque, como bien sabe cualquier persona que haya
pasado por un curso de lógica, las negaciones no se prueban, sino que se
prueban las afirmaciones, lo que significa que la carga de la prueba recae
sobre quien formula una afirmación y no sobre quien formula una negación. Es el
que formula una afirmación quien tiene la responsabilidad de sustentarla con
pruebas y evidencias, y en caso de que no cuente con tales pruebas y evidencias
o de que estas sean insuficientes, entonces se entiende que su afirmación no
tiene sustento y por lo tanto es una afirmación falsa. En lógica una afirmación
falsa equivale a una negación, pero la negación no se prueba, sino que es la
afirmación la que puede o no puede probarse, y cuando no puede probarse
entonces lo que tiene lugar es la negación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Pero además de la lógica
hay una dimensión procedimental y deontológica </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">(</span><strong style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-weight: normal; padding: 0cm;">deontología</span></strong><span class="apple-converted-space" style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="background: white;"> </span><span style="background: white;">es un concepto que se utiliza para nombrar a una clase de<span class="apple-converted-space"> </span></span></span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><a href="http://definicion.de/tratado/"><strong style="outline: 0px;"><span style="border: 1pt none windowtext; color: windowtext; font-weight: normal; padding: 0cm; text-decoration: none;">tratado</span></strong></a></b><span class="apple-converted-space" style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="background: white;"> </span><span style="background: white;">o<span class="apple-converted-space"> </span></span></span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><a href="http://definicion.de/disciplina/"><strong style="outline: 0px;"><span style="border: 1pt none windowtext; color: windowtext; font-weight: normal; padding: 0cm; text-decoration: none;">disciplina</span></strong></a></b><span class="apple-converted-space" style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="background: white;"> </span><span style="background: white;">que se centra en el análisis de los<span class="apple-converted-space"> </span></span></span><strong style="font-family: Arial, sans-serif; outline: 0px;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-weight: normal; padding: 0cm;">deberes</span></strong><span class="apple-converted-space" style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="background: white;"> </span><span style="background: white;">y de los<span class="apple-converted-space"> </span></span></span><strong style="font-family: Arial, sans-serif; outline: 0px;"><span style="border: 1pt none windowtext; font-weight: normal; padding: 0cm;">valores</span></strong><span class="apple-converted-space" style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="background: white;"> </span><span style="background: white;">regidos por la<span class="apple-converted-space"> </span></span></span><b style="font-family: Arial, sans-serif;"><a href="http://definicion.de/moral"><strong style="outline: 0px;"><span style="border: 1pt none windowtext; color: windowtext; font-weight: normal; padding: 0cm; text-decoration: none;">moral</span></strong></a></b><span style="font-family: "arial" , sans-serif; outline: 0px;">)</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"> que vuelve todavía más
inaceptable al control preventivo. Y es que el estándar probatorio de la
situación de encontrarse o no prófugo debería ser análogo al estándar
probatorio de la situación de ser culpable o inocente de una imputación de un
delito. Cuando se imputa un delito a un acusado, la carga de la prueba recae
sobre la parte acusatoria, quien debe sustentar con pruebas y evidencias
suficientes en un debido proceso su acusación de culpabilidad, y en caso de que
no cuente con tales pruebas y evidencias o de que estas sean insuficientes,
entonces se entiende que su acusación</span><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif;">no
tiene sustento y por lo tanto es una acusación que no pudo ser probada, y una
acusación que no pudo ser probada equivale a decir que el imputado era
finalmente inocente, que es por lo demás la presunción que se mantuvo durante toda
la investigación. Así entonces la presunción de inocencia es consistente con
las reglas de la lógica y además es consistente con las reglas de un Estado de
derecho en que, mientras no se logre probar en un debido proceso una acusación
más allá de toda duda razonable, entonces se entiende que dicha acusación no
tiene lugar y por lo tanto el imputado es inocente. Invertir la carga de la
prueba y exigir que sea el imputado el que demuestre su inocencia, además de
constituir una aberración lógica, equivale a una negación del Estado de
derecho, una negación que constituye abiertamente fascismo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Es entonces por
consistencia procedimental y deontológica,<span style="outline: 0px;"> aparte de las reglas de la lógica, que en la situación con respecto a
encontrarse prófugo, la carga de la prueba recae sobre la policía. Es el
policía quien debe probar que tal o cual sujeto se encuentra prófugo, lo cual
por lo demás puede hacer con las herramientas que tiene a su disposición para
realizar su trabajo, tales como las bases de datos con las identidades de los
prófugos que existen en Chile, por lo que su trabajo debe estar focalizado en
dar con el paradero de los prófugos que está buscando, lo cual también puede
hacer con las herramientas que tiene a su disposición para realizar su trabajo,
y que de hecho hace día a día cada vez que busca y persigue delincuentes por
las calles de Chile. No es el ciudadano que no se encuentra prófugo, y que está
dentro del 99,5% de la población, el que tiene que mostrar su identificación
para que Carabineros compruebe que no se encuentra prófugo y lo deje seguir su
camino, sino que es Carabineros quien tiene que dar con el paradero de quienes
verdaderamente se encuentran prófugos usando las herramientas que tiene a su
disposición para hacer su trabajo. No corresponde que sobre el ciudadano
recaiga la presunción de que se encuentra prófugo para que tenga que aceptar
que le controlen su identidad y así comprobar que no lo es. Eso es inaceptable,
y es análogo lógica y procedimentalmente a presumir culpabilidad en vez de
inocencia. No corresponde dejar caer la sospecha sobre la abrumadora mayoría de
ciudadanos chilenos para apenas encontrar a un 0,5% que se encuentra prófugo de
la justicia. La abrumadora mayoría de ciudadanos chilenos no han cometido un
delito ni tampoco tienen órdenes de detención pendientes, por lo tanto no
tienen por qué cargar con una sospecha que no les corresponde.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;">Así entonces cuando algún
militante o simpatizante derechista, que comparten la demagogia y el populismo penal
de los políticos derechistas que tan fielmente los representan en estas
materias, le diga a usted que “El que nada hace nada teme”, usted respóndale
que <b><i>“El
que nada hace no tiene por qué aceptar que se controle su identidad
precisamente porque no ha hecho nada”</i></b>, y cuando alguno de esos mismos
militantes o simpatizantes derechistas, demagogos y populistas penales como
ellos son, le diga a usted que “El control preventivo es solo un control más”,
usted respóndale que <b><i>“El control preventivo no
tiene por qué realizarse y es inaceptable porque invierte la carga de la prueba
y deja caer la sospecha sobre quienes no corresponde”</i></b>.<o:p></o:p></span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-618285156381087512015-12-09T19:20:00.001-03:002015-12-09T19:23:37.947-03:00La radical diferencia entre negociación y diálogo<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikKrUv11RmVuErB5kGsViZiu-y_8Tngti7LblsCIi9Bi5KbwlVkLmhc2nuR3ZIFdQSyH9ibev9Lwh78lEqAJJcG7xxh377tXxXIaYf2BNWdVVfDCgM-vvKKIGQo2regJ4xVwm6P277h21w/s1600/image0021.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="247" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikKrUv11RmVuErB5kGsViZiu-y_8Tngti7LblsCIi9Bi5KbwlVkLmhc2nuR3ZIFdQSyH9ibev9Lwh78lEqAJJcG7xxh377tXxXIaYf2BNWdVVfDCgM-vvKKIGQo2regJ4xVwm6P277h21w/s400/image0021.gif" width="400" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 70.8pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Debemos aceptar, me temo, que la
democracia de los acuerdos fue una anomalía hecha posible por el pragmatismo a
regañadientes de la izquierda gobernante de la época, no por la firmeza de sus
auténticas convicciones”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Ernesto Silva, “Aire
nuevo para Chile. Un recambio necesario”, RIL editores, 2015</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Hace
unas pocas semanas salió a la venta el libro del diputado de la UDI y ex
Presidente de ese mismo partido, Ernesto Silva. El libro contiene una serie de
reflexiones interesantes a la luz de los acontecimientos políticos que han
acaecido desde el año 2011 a la fecha. Pero hay una sección del libro de Silva
que es de especial relevancia porque ahí el diputado se pregunta qué fue lo que
sucedió para que la Concertación mutara en la Nueva Mayoría, y por qué muchos
de los mismos actores que en años 90 y 2000 se comportaban de una manera hoy se
comportan de otra que parece muy distinta hasta el punto de ser irreconocible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En
los comienzos de esta sección el diputado Silva se pregunta y a renglón seguido
se responde a sí mismo (página 96)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“¿Hubo realmente una metamorfosis, un
cambio de personalidad con rasgos de esquizofrenia? ¿O fue más bien el
postergado sinceramiento de lo que la izquierda efectivamente siempre ha
creído?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Sinceramiento, sin ninguna duda. Lo que
esta izquierda arrepentida viene diciendo y haciendo desde hace más de un
lustro refleja las ideas que muchos en la antigua Concertación abrigaban
calladamente durante la Transición, pero que no se atrevieron a defender
entonces”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Y
en la página siguiente el diputado continua con sus disquisiciones afirmando
que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Muchos pensamos que su acelerada mutación
era una impostura motivada por cálculos electorales, un devaneo con los grupos
extraparlamentarios y un señuelo para los movilizados que habitualmente
simpatizan con las ideas más rupturistas porque se sienten marginados del
sistema. En suma, un radicalismo beligerante que, en caso de llegar al poder,
volvería rápidamente a los cauces moderados de nuestra historia reciente.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En realidad era la izquierda sacándose la
máscara de una vez por todas. Tanto la experiencia del gobierno de Piñera como
lo visto con su sucesor(a) desde 2014 demuestran que la Nueva Mayoría tiene un
proyecto político muy distinto al que encarnaba la Concertación (…) se trata
(…) de un retroceso hacia ideas viejas y modelos superados (…) en los que la
izquierda nunca dejó de creer, incluso cuando impulsaba los acuerdos de la
Transición”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Pienso
que el diputado Silva acierta en su diagnóstico, pero cabe hacer un matiz. Lo
que el diputado identifica como “la izquierda” se parece más bien al grupo
denominado de los “auto flagelantes” durante la Concertación, un grupo que no
estaba de acuerdo con continuar administrando el legado de la dictadura sin
empujar cambios en sentido contrario, pero que se veía constreñido por las
condiciones políticas de ese entonces y no le quedaba otra que seguir
participando de los gobiernos de la Concertación, que mal que las les permitía
administrar cuotas de poder para sí mismos, a pesar de su descuerdo con el
rumbo de esos gobiernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Lo
que ha sucedido desde el 2011 es que producto de las movilizaciones
estudiantiles y de la frontal impugnación de llamado “modelo”, los antiguos
auto flagelantes ahora tenían la oportunidad que se les había escapado
anteriormente de llevar la voz cantante y desplazar a los denominados “auto
complacientes” que habían perfeccionado y profundizado el legado de la
dictadura. Eso es lo que se le escapa a Silva, que agrupa a todas las facciones
bajo el rótulo de “la izquierda” olvidando esa diferenciación propia de la
transición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Hecha
esa precisión, ahora cabe analizar en qué se equivoca el diputado Ernesto Silva
en su libro. Para decirlo sin rodeos, el diputado se equivoca en que confunde
flagrantemente la negociación con el diálogo, pero esto requiere ser explicado
con más detención.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Veamos.
Silva comienza quejándose en la página 98 de la intransigencia de la Nueva
Mayoría al usar sus mayorías en el Congreso desestimando la oposición de
distintos grupos, entre ellos la derecha política:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Teniendo los votos suficientes, parece
creer la Nueva Mayoría, dialogar con los que no los tienen es un mero
formalismo para la galería”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Nótese
que aquí Silva se refiere a la falta de diálogo con los que no tienen votos
suficientes, o sea con la derecha. Y luego en la página siguiente valora que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Las reformas Constitucionales de 1989 y
2005 (…) jamás habrían sido posibles sin una convicción profundamente enraizada
en los protagonistas de que los cambios importantes surgen del diálogo abierto
y la negociación responsable”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Y
ahora nótese que Silva se refiere al diálogo <b>y </b>a la negociación que estuvieron presentes en las citadas reformas
constitucionales. Cabe hacer la pregunta de por qué en el primer caso el
diputado se refiere solo al diálogo (como ausencia) y en el segundo se refiera
al diálogo y a la negociación (como presencia). La respuesta tiene que ver con
una diferencia clave: en el primer caso la derecha no tenía los votos
suficientes como el mismo autor señala, y en el segundo caso en cambio si los
tenía, y esto cambia la dinámica de ambas situaciones. Al no tener votos
suficientes, la izquierda no tenía nada que negociar con la derecha. De hecho,
negociar habría sido un absurdo tácticamente hablando ya que la izquierda no
necesitaba la aprobación de la derecha para sacar adelante su agenda en el
Congreso. En cambio cuando la derecha si tenía los votos suficientes para que,
por ejemplo, se aprobaran reformas constitucionales, la izquierda
necesariamente tenía que negociar con la derecha para sacarlas adelante, porque
de no hacerlo, la derecha simplemente podía votar en contra y hacer fracasar
las intenciones de la izquierda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¿Y
qué hay respecto al diálogo? ¿Por qué en el primer caso según Silva el diálogo
era un “mero formalismo para la galería” y en el segundo en cambio era
“abierto”? Lo primero que hay que decir es que diálogo es distinto a la
negociación. Esto puede sonar baladí, pero tiene implicancias que van más allá
de la mera semántica. Vamos por parte. El diálogo es, se podría decir, una
suerte de imperativo moral en un sentido Kantiano. Ese imperativo moral es el
que impele a cada sujeto a reconocer a los otros sujetos con los que dialoga
como fines en sí mismos y no como medios. Tratar a los demás sujetos que
dialogan como fines en sí mismos implica reconocer a esos sujetos como iguales
en el sentido de que aquello que tienen que decir nos interesa y estamos
dispuestos a escucharlo, y viceversa. Independiente de que después de
escucharlos estemos o no de acuerdo, la actitud inicial es de apertura y de
disposición a escuchar mutuamente, y luego de escucharse los sujetos pueden
evaluar lo que han escuchado y contrastarlo con sus propias ideas y juicios y
evaluarlo para decidir si están de acuerdo o no. Pero esta actitud que hace
posible el diálogo requiere de un nivel de honestidad intelectual y de cierta
integridad personal que no son fáciles de encontrar con frecuencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Una
de las mejores descripciones de esta actitud que hace posible el diálogo se
puede encontrar en la famosa obra “Sobre la libertad” del filósofo inglés John
Stuart Mill, en el capítulo donde precisamente se refiere a la libertad de
palabra. En esa obra Mill expresó lo siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">"¿Cómo ha llegado una persona a ser
realmente merecedora de que se confíe en su juicio? Ha mantenido su mente
abierta a la crítica de sus opiniones y su conducta. Ha adoptado la costumbre
de escuchar todo lo que pudiera decirse en contra de ella, de aprovecharlo en
tanto fuera justo y de exponer ante sí misma (y, de presentarse la necesidad,
ante los demás) la falacia de lo que fuese falaz. Ha sentido que la única
manera en que un ser humano puede alcanzar cierta aproximación al conocimiento
íntegro de un asunto es escuchando lo que puedan decir al respecto personas con
las opiniones más variadas y estudiando cada una de las distintas maneras en
que puede ser examinada por las mentes más diversas. Ningún sabio ha adquirido
jamás su sabiduría de otro modo, ni se halla en la naturaleza del intelecto
humano alcanzar el saber por ningún otro medio. El hábito regular de corregir y
completar la propia opinión contrastándola con la de otros, lejos de generar
dudas y vacilaciones al llevarla a la práctica, es el único fundamento sólido
para confiar justificadamente en ella; pues quien tiene conocimiento de todo lo
que (al menos en los casos más obvios) puede decirse en contra de él y ha
afirmado su posición contra todos sus opositores (consciente de que ha tratado
de encontrar objeciones y dificultades, en lugar de evitarlas, y de que no ha
sido refractario a ninguna luz que pudiera haberse arrojado sobre el tema desde
cualquier ángulo) tiene derecho a considerar que su juicio es mejor que el de
cualquier persona o multitud que no haya pasado por un proceso similar"<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Ahora
bien, ¿es esta la actitud que normalmente se encuentra en los actores políticos
que han protagonizado la transición desde 1990? Me parece que no, en la mayor
parte del tiempo. No al menos en la mayoría de ellos o en los más relevantes y
protagónicos. De partida, esa actitud propia del diálogo debe ser independiente
de que se tengan más o menos votos en el Congreso, porque si depende de eso
entonces es una mera farsa o un formalismo para la galería como bien señala
Ernesto Silva. Pero ahora uno puede hacerse la pregunta de por qué esto es así,
por qué es tan difícil hallar esa actitud en esos actores políticos. En mi
opinión, esa actitud es tan difícil de hallar debido a que el Congreso y la
política en general tienen mucho más que ver con juegos y pugnas de poder que
con una realización del ideal Socrático del diálogo como búsqueda de una cierta
verdad, que es en realidad una actividad más propia de los intelectuales y los
filósofos que de los políticos como los conocemos contemporáneamente. De hecho,
es notoria la separación de las actividades de los intelectuales/filósofos y
los políticos. A los primeros se los suele encontrar en lo que suele llamarse
“academia” y a los segundos se los suele encontrar en los pasillos del Congreso
y demás edificios de los poderes del Estado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Quizás
algunos idealistas podrían decir que el ideal de la política no es ese, que la
política no se trata solo de juegos y pugnas de poder, que se trata de buscar
el bien del país y un largo etc. de lugares comunes que se escuchan con
frecuencia, pero aquí nos estamos ateniendo a lo que la actividad política
efectivamente es y no a lo que debería ser. De partida, cuando se habla de
política tal como se entiende contemporáneamente uno puede encontrar que se
parece mucho más a las caracterizaciones de autores como Max Weber en su famosa
conferencia “La política como profesión”, y que dista bastante de lo que se
entendía como política en la Grecia clásica. Esto quizás sea una consecuencia
inevitable de la evolución desde la antigüedad hacia la moderna sociedad de
masas como se conoce actualmente en Occidente. De hecho, otro famoso autor
alemán cercano intelectualmente a Max Weber identificó en crudos términos esta
característica de la actividad política ya en la segunda década del siglo XX,
hace unos 90 años. En su obra “Sobre el parlamentarismo” de 1923, el jurista
alemán Carl Schmitt observó que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“La evolución de la moderna democracia de
masas ha convertido la discusión pública que argumenta en una formalidad vacía.
Algunas normas de derecho parlamentario actual, especialmente las relativas a
la independencia de los diputados y de los debates, dan, a consecuencia de
ello, la impresión de ser un decorado superfluo, inútil e, incluso, vergonzoso,
como si alguien hubiera pintado con llamas rojas los radiadores de una moderna
calefacción central para evocar la ilusión de un vivo fuego. Los partidos ya no
se enfrentan entre ellos como opiniones que discuten, sino como poderosos
grupos de poder social o económico, calculando los mutuos intereses y sus
posibilidades de alcanzar el poder y llevando a cabo desde esa base fáctica
compromisos y coaliciones. Se gana a las masas mediante un aparato
propagandístico cuyo mayor efecto está basado en una apelación a las pasiones y
a los intereses cercanos. El argumento, en el real sentido de la palabra, que
es característico de una discusión auténtica, desaparece</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">, y en
las negociaciones entre los partidos se pone en su lugar, como objetivo
consciente el cálculo de intereses y las oportunidades de poder; en lo tocante
a las masas, en el lugar de la discusión aparece la sugestión persuasiva en
forma de carteles, o bien el símbolo”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¿Después
de leer el párrafo anterior, alguien podría negar que esas son precisamente las
características de la práctica política chilena desde el retorno a la
democracia? Yo al menos no encuentro argumentos ni evidencia para negarlo. Pero
hay más. Y es que Schmitt se refiere a las negociaciones interesadas entre
grupos de poder (partidos). Y es aquí entonces donde se puede hacer notar la
diferencia entre la negociación y el diálogo. Ya se caracterizó al diálogo como
una suerte de imperativo moral. Pero la negociación sigue una lógica
diametralmente opuesta. La característica principal de la negociación es que es
una necesidad estratégica y no un imperativo moral. Se negocia cuando es
necesario para lograr un cierto objetivo, pero cuando no hay tal necesidad y el
objetivo se puede lograr sin negociar, entonces no tiene sentido negociar. La
negociación tiene lugar entre dos o más sujetos o grupos y se caracteriza por
el cálculo y la ventaja mutua, en que un sujeto o grupo cede algo a cambio de
obtener otra cosa de otro sujeto o grupo. Es una forma del <b><i>do ut des</i></b> característico
de los contratos, en que dos o más partes negocian entre sí buscando una
ventaja mutua, dando algo a cambio de obtener algo, en el entendido de que lo
que se obtiene debe ser mayor que lo que se da, para que la negociación llegue
a buen puerto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Esta
característica de la negociación como necesidad estratégica para lograr un
cierto objetivo sirve como marco conceptual para comprender la evolución
política e institucional de Chile desde los años 70. Fue el fracaso de la
negociación entre la UP y la entonces oposición en 1973 lo que desembocó en el
golpe de Estado del 11 de septiembre de ese mismo año. Ninguna de las dos
partes estaba dispuesta a ceder lo que la otra quería, y por consiguiente la
negociación fue un fracaso con consecuencias trágicas. Luego del golpe de
Estado, la Junta de gobierno asumió el poder casi total (ejecutivo, legislativo
y la potestad constituyente, manteniendo el poder judicial como independiente
en teoría) y gobernaba emitiendo Decretos Leyes para lo cual solo necesitaba el
acuerdo unánime de sus cuatro miembros. Teniendo ese poder casi total, la Junta
de gobierno no tenía ninguna necesidad de negociar con nadie para aprobar sus
Decretos Leyes, y de hecho casi no hay registros de oposición significativa
desde fuera de la Junta que le impidiera aprobar algunos de esos Decretos
Leyes. El principal opositor interno a la aprobación de varios Decretos Leyes,
el general del aire Gustavo Leigh (muchas veces secundado por el almirante
Merino), fue destituido indecorosamente en 1978 por sus mismos camaradas de la
Junta en gran parte porque se estaba transformando en un obstáculo para la
marcha del gobierno militar con su continua oposición interna.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Entonces
siguiendo esa misma lógica, no tiene nada de extraño que la Junta de gobierno
en 1980 otorgara al país una nueva Constitución estudiada y redactada primero
por un grupo de juristas adeptos ideológicamente al gobierno militar y luego
por un Consejo de Estado compuesto por insignes personalidades también adeptas
al gobierno militar. La ratificación plebiscitaria de la Constitución original
en 1980 ni siquiera alcanzaba a ser un “formalismo para la galería” ya que no
existían registros electorales ni un Tribunal calificador de elecciones, por lo
que se trataba de un acto plebiscitario que procedimentalmente no pretendía
reclamar para sí ninguna legitimidad. La Junta de gobierno no tenía nada que
negociar con nadie para imponer y hacer entrar en vigencia la Constitución, y
de hecho ni siquiera era necesario que la sometiera a ratificación
plebiscitaria, ya que si quería podía imponerla y hacerla entrar en vigencia
con la sola firma de la Junta de gobierno. El plebiscito de 1980 ni siquiera
fue un formalismo, a lo más fue una especie de maniobra publicitaria o de
propaganda. De hecho, cuando el ex Presidente Eduardo Frei Montalva emplazó al
general Augusto Pinochet a un debate abierto días antes del plebiscito, el
gobierno militar simplemente desechó el emplazamiento. Pinochet no necesitaba
debatir con Frei y no tenía por qué hacerlo si no quería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Uno
podría pensar que en 1989 Pinochet y la Junta podrían haber repetido la misma
forma de actuar de 1980 y ahora negarse a modificar la Constitución en lo más
mínimo, pero a fines de la década de 1980, la situación y la dinámica política
eran un tanto distintas que a comienzos de la misma. Fue el mismo Patricio
Aylwin quien admitió en 1984 que la Constitución de 1980 debía ser aceptada
como “un hecho” por la entonces oposición. Esa misma aceptación fue la que los
llevó a participar del plebiscito de 1988 ya que era la única forma de derrotar
a Pinochet “por las buenas” y valiéndose de los instrumentos que el mismo
Pinochet y la Junta permitían para ese fin. Y además en 1989 los adeptos del gobierno militar ya estaban organizados como partidos políticos, siendo uno
de ellos Renovación Nacional. Ese partido realizó una mediación activa entre el
gobierno militar y la oposición. En este sentido me parece plausible la tesis
que plantea Tomás Moulian en su excelente libro <i>Chile actual. Anatomía de un mito</i> (1997). Según esa tesis “<b>Renovación Nacional consiguió el propósito
de convencer a los militares de una estrategia de cambios sin desmantelamiento,
ganando con ello una imagen liberalizadora”</b>. ¿Cuál era el objetivo de realizar
esos cambios sin desmantelamiento? Me permito volver a citar a Moulian <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Estamos ante una derecha que,
aprovechando una coyuntura especial en la cual la Concertación necesitaba
negociar, estuvo dispuesta a realizar una mediación activa. Pero lo hizo, como
los hechos posteriores se han encargado de demostrarlo, para impedir que los
resguardos y protecciones excesivas deslegitimaran al Estado. Su objetivo real
era eliminar las sobreprotecciones, para evitar (como lo advierte el refrán
popular) que el exceso de cuidados terminara por matar al paciente” (…)<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Los cambios estuvieron destinados, más
que nada, a garantizar la gobernabilidad futura, purificando para ello la
Constitución, limándole aristas, extrayéndole las disposiciones más
cavernarias. Todo esto para dejar intactas las instituciones que aseguraban el
veto minoritario y la imposibilidad de reformas no consensuadas tanto del
sistema político como del modelo socioeconómico”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Según
Tomás Moulian entonces la reforma Constitucional de 1989 consiguió eliminar los
resguardos excesivos que hubieran podido “matar al paciente por exceso de
cuidados”, ya que <b>“la exasperación de la
nueva élite dirigente ante la imposibilidad de gobernar por la oposición del
senado”</b> habría dado motivos <b>“para
que se gestara un ánimo masivo de ilegitimidad”</b>. Y al mismo tiempo al
disminuir el peso político relativo de los senadores designados disminuyendo su
proporción respecto a los electos la derecha podía aumentar su propio peso en
la toma de decisiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Entonces
recuperada la democracia en 1990 la situación era tal que la izquierda
(Concertación) tenía que buscar votos de la derecha en el senado incluso para
aprobar leyes por mayoría simple, ya que con el auxilio de los senadores
designados por Pinochet el derechismo en bloque sumaba la misma cantidad de
senadores que la izquierda. Para qué decir si se trataba de aprobar leyes que
requerían quórums de 4/7 o reformas a la Constitución por 3/5 o 2/3. Para
lograr sus objetivos de gobierno la izquierda necesariamente tenía que negociar
con la derecha, porque de lo contrario la derecha siempre podía recurrir al
expediente de votar en contra en bloque y hacer fracasar cualquier iniciativa
legislativa de la izquierda que no contara con su aprobación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Por
eso es que cuando Ernesto Silva ensalza que <b>“los cambios importantes surgen del diálogo abierto y la negociación
responsable”</b> refiriéndose a las reformas Constitucionales de 1989 y 2005,
en realidad debería omitir el “diálogo abierto”, ya que durante toda la
transición lo que había era pura negociación entre grupos de poder tratando de
obtener ventaja mutua y haciendo cálculo de intereses, tal como describió Carl
Schmitt en “Sobre el parlamentarismo”. Por supuesto que los grupos de poder que
negocian también tienen que hablar o conversar entre ellos, ya que de otra
forma no podrían negociar. Pero hablar o conversar entre ellos buscando la
ventaja mutua y el cálculo de intereses es muy distinto a dialogar en un
sentido Socrático o en el sentido que destacaba John Stuart Mill en “Sobre la
libertad”. Hablar o conversar como parte de una negociación está supeditado a
que exista la necesidad estratégica de negociar, porque en caso contrario no
hay nada que negociar ni tampoco nada que hablar o conversar para buscar la
ventaja mutua y el cálculo de intereses.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">De
lo que Ernesto Silva en ningún momento se da cuenta es que el “diálogo” al que
se refiere en realidad se trataba de hablar y conversar como parte de la
necesidad estratégica de negociar, por eso no tiene nada de raro que al no
existir la necesidad estratégica de negociar no haya ningún “diálogo” y Ernesto
Silva se lamente de que <b>“Teniendo los
votos suficientes, parece creer la Nueva Mayoría, dialogar con los que no los
tienen es un mero formalismo para la galería”</b>. Un diálogo Socrático o en el
sentido que destacaba John Stuart Mill no depende de cuantos votos se tengan en
el Congreso, como ya se dijo anteriormente, porque si depende de eso entonces
es una farsa o un mero “formalismo para la galería”. Esta misma confusión de
Ernesto Silva respecto al tipo de “diálogo” que se practicaba durante la
transición, podría explicar su omisión de que lo que se hacía en el Congreso no
era precisamente contrastar argumentos a favor y en contra de tal o cual
iniciativa legislativa, con la disposición a convencer y a ser convencido de
los méritos y deméritos de las posturas propias, sino que como describía Carl
Schmitt <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Los partidos ya no se enfrentan entre
ellos como opiniones que discuten, sino como poderosos grupos de poder social o
económico, calculando los mutuos intereses y sus posibilidades de alcanzar el
poder y llevando a cabo desde esa base fáctica compromisos y coaliciones”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Otra
notoria omisión de Ernesto Silva cuando alaba la llamada “democracia de los
acuerdos” es que no se refiere a la aguda tensión de los primeros años de la
transición, con la presencia siempre amenazante de Pinochet como comandante en
jefe del Ejército, con el temor siempre latente de una regresión autoritaria si
las cosas no resultaban como se esperaba, y con el tutelaje castrense que se
hacía sentir cada vez que los militares podían convocar por su cuenta al
Consejo de Seguridad Nacional. La situación en esos años se asemejaba a la que
enfrenta un paciente que recién ha salido de la UCI y sigue bajo continua
observación y cuidado de los médicos sin ser dado de alta, por lo que el
paciente y sus médicos deben tener extremo cuidado para que no vuelva a caer a
la UCI. El diputado simplemente omite todo este contexto y señala que (página
99)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> “Los logros de la hoy vapuleada democracia de
los acuerdos siguen siendo objeto de análisis político e investigación
académica en varios rincones del mundo, ya que su diseño y su praxis no solo
permitieron viabilizar la experiencia inédita de retornar a la democracia por
la vía de las urnas, sino que hacerlo en un clima de paz, sin afectar el
crecimiento y sin grandes altibajos en el camino. Por eso los politólogos y los
historiadores hablan del caso chileno, un ejemplo de progreso económico y
social del que otras naciones en vías de desarrollo pueden aprender”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Seguramente la aguda tensión de los primeros
años de la transición, la presencia amenazante de Pinochet y el miedo a una
regresión autoritaria, y el tutelaje castrense también pueden ser “objeto de
análisis político e investigación académica” y los politólogos y los
historiadores cuando hablen del “caso chileno” también pueden incluirlos como
parte del contexto que define a ese mismo caso. Omitir o, peor aún, desestimar
la influencia que este contexto tuvo en la llamada “democracia de los acuerdos”
es ceguera e incluso deshonestidad intelectual, porque ya se ha visto el
devenir político que ha tenido el país cuando ese contexto ya no ha estado
presente. Si alguien no está convencido de esto lo mejor que puede hacer es
leer el excelente libro “La historia oculta de la transición” del periodista
Ascanio Cavallo, que debe ser el trabajo de investigación más serio que se ha
realizado sobre esos años. La transición no solo tuvo una cara visible y color
de rosa como la que tanto alaba Ernesto Silva, también tuvo una cara más
invisible y color gris de la que usualmente no se habla mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Según el diputado Ernesto Silva <b>“los verdaderos motivos que impulsaron a la
izquierda a inclinarse por determinadas políticas mientras condujo la
transición”</b> no eran el supuesto veto derechista en el Congreso, sino que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Para dar un solo ejemplo, ni la derecha
ni ‘los ricos’ le forzaron la mano a la Concertación cuando hubo que normar la
educación; fueron los avances sin precedentes en acceso y cobertura los que la
convencieron de estimular la iniciativa privada para seguir logrando mejoras”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Esto puede ser cierto, pero lamentablemente
Silva da un solo ejemplo para sostener su punto, y luego vuelve a insistir en
que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“A pesar de eso, el discurso de la nueva
izquierda arrepentida era ‘quisimos hacer mucho más, pero teníamos las manos
atadas’. En su radical y equivocada reinterpretación de las cosas, la voluntad
de la mayoría de chilenos había estado secuestrada por los intereses de unos
pocos durante casi 25 años”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Aquí sin embargo Silva tiene un punto, ya que
si de la “voluntad de la mayoría de los chilenos” se trata, al menos hasta la
elección de 2009 los discursos críticos y rupturistas respecto al modelo de
desarrollo seguido durante la transición eran marginales y sin peso. Basta
recordar las fracasadas y electoralmente insignificantes candidaturas de Gladys
Marin en 1999, de Tomás Hirsch en 2005 y de Jorge Arrate en 2009. Pero sin
perjuicio de eso, Silva sigue omitiendo el hecho de que la izquierda siempre
necesitaba conseguir votos de la derecha para aprobar sus iniciativas en el
Congreso, debido al doble efecto de los senadores designados (hasta 2006) y del
sistema electoral binominal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">No deja de ser sintomático que una vez terminado
el tutelaje castrense y derogados los senadores designados y vitalicios con la
reforma Constitucional del año 2005, al año siguiente se escucharon las
primeras voces críticas más vociferantes en contra del sistema educativo
escolar con la llamada “Revolución pingüina”. Coincidentemente ese mismo año
falleció Augusto Pinochet, ya retirado de la vida pública desde su regreso a
Chile desde Londres el año 2000. Lo relevante de todo esto es que ya no existía
el mismo contexto de aguda tensión cívico militar de los inicios de la
transición, ya no existía tampoco la presencia siempre amenazante de Pinochet
como comandante en jefe del Ejército con el correspondiente miedo a una
regresión autoritaria, ni tampoco existía el tutelaje castrense en el Consejo
de Seguridad Nacional auto convocante. No es raro entonces que las marchas
callejeras como expresión de descontento de grupos de izquierda radicales
comenzaran a aparecer como parte del nuevo contexto político post-miedo, si se
le puede llamar de esa forma. La semilla plantada por el movimiento pingüino de
2006 germinó el año 2011 en las masivas y violentas manifestaciones estudiantiles
contra el gobierno de Sebastián Piñera enarbolando las banderas del discurso
contra la desigualdad y la “educación pública, gratuita y de calidad” como
rezaba el eslogan repetido hasta el cansancio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mientras la derecha estaba en el gobierno hasta
marzo del 2014 y mientras tenía votos suficientes en el Congreso, todavía podía
seguir recurriendo al expediente de votar en contra de iniciativas que
implicaran cambios importantes del legado institucional de la dictadura, pero
una vez perdido el gobierno y luego de la bancarrota política y electoral
sufrida en las elecciones parlamentarias del año 2013, recurrir al mismo
expediente dejó de ser posible. Y ya no se trataba solo de no tener votos
suficientes en el Congreso, sino que ahora además la izquierda rebautizada como
Nueva Mayoría había encontrado la oportunidad perfecta para surfear la ola del
descontento y hacer suyas las banderas y consignas del movimiento estudiantil,
que ya no era una manifestación marginal como en su momento lo fueron las de
Gladys Marin, Tomás Hirsch o Jorge Arrate. Es muy probable que esa haya sido
precisamente la oportunidad que los antiguos auto flagelantes habían estado
esperando tanto tiempo, y no la iban a dejar escapar así como así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Esta conjunción de un discurso crítico contra
el modelo de desarrollo de la transición con una base de apoyo más amplia, y
además contando con mayorías suficientes en el Congreso, era sin duda una
oportunidad de oro para la izquierda, por lo que no resulta nada de extraño que
la hayan aprovechado, como bien se le escapó al imprudente senador del PPD
Jaime Quintana con su infausta frase de la “retroexcavadora”. Por eso acierta
el diputado Ernesto Silva cuando en las páginas 96 y 97 se lamenta que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Debemos aceptar, me temo, que la
democracia de los acuerdos fue una anomalía hecha posible por el pragmatismo a
regañadientes de la izquierda gobernante de la época, no por la firmeza de sus
auténticas convicciones”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo esta lucidez parece contradecirse
con las alabanzas que hace de la democracia de los acuerdos en la página 98, ya
que ahí el diputado destaca que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“Los dirigentes de ambos conglomerados
entendieron que, luego de 17 años sin actividad política y legislativa, la
capacidad de acercar posiciones y construir consensos iba a ser clave para
sacar adelante las reformas que Chile necesitaba por entonces”</span></i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">¿Entendieron? ¿De ambos conglomerados? ¿Si lo
que hizo posible esa “anomalía” fue “el pragmatismo a regañadientes” de la
izquierda, como es que puedan haber “entendido” que “la capacidad de acercar
posiciones y construir consensos iba a ser clave”? A lo más pueden haber
“entendido” que era necesario ser pragmáticos a regañadientes, lo que implicaba
acercar posiciones y construir consensos, aunque no fueran esas sus auténticas
convicciones. Pero de todas formas si no lo entendían ahí iba a estar el
derechismo para hacerles entender recurriendo al expediente de votar en contra
en bloque con el auxilio al menos parcial de los senadores designados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Y así se llegó a la penosa situación en que se encuentra
la derecha en el año 2015, en que ya no cuenta con el auxilio de los senadores
designados como en los años 90, y en que la izquierda de hoy ya no necesita
negociar con ella para aprobar sus iniciativas. Pero sobre todo, en que ya no
existe el contexto plagado de miedos y tensiones de inicios de la transición,
con Pinochet fallecido hace años, y con la izquierda aprovechando la
oportunidad de surfear la ola de las protestas estudiantiles como base de apoyo
para llevar adelante reformas mucho más radicales que las que se habría
atrevido a plantear en los años 90 o 2000 incluso si hubiera tenido los votos
suficientes. No debe ser fácil la situación para los diputados y senadores
derechistas, acostumbrados a recurrir al expediente de votar en contra si no
negociaban con ellos teniendo votos suficientes, cuando se dan perfecta cuenta
de que sus votos ya no son suficientes y están quedando relegados a un rol casi
testimonial. Incluso a la UDI se la ve a ratos impotente, acostumbrada antaño a
golpear la mesa y a vociferar sus rabietas y pataletas de histeria durante la
transición.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Lamentablemente para la derecha recién se han
dado cuenta de lo equivocados que estaban. Como el mismo Ernesto Silva declara<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">“La derecha no supo anticipar el
resurgimiento de esta vieja izquierda y sus ideas trasnochadas, quizás porque
creyó honestamente que los acuerdos logrados durante la transición reflejaban
auténticos consensos entre coaliciones de distinto signo, y no solo concesiones
que la Concertación hacía a contrapelo”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Las reflexiones anteriores del diputado revelan
el auto engaño de la derecha, que confundió la necesidad estratégica de
negociar con “auténticos consensos”. De lo que también debería darse cuenta es
que dialogar contrastando argumentos a favor y en contra de tal o cual
iniciativa legislativa, con la disposición a convencer y a ser convencido, es
bastante distinto que sentarse a hablar o conversar porque existe la necesidad
estratégica de negociar. Lamentablemente la práctica política casi no da lugar a
ese tipo de diálogo virtuoso, como bien lo describió Carl Schmitt en crudos
términos hace 90 años. Pero a pesar de eso, los políticos siempre pueden hacer
el esfuerzo de buscar los mejores argumentos y afinar los que ya tienen para
elevar el nivel de la discusión, lo que en el mejor de los casos puede llamar
la atención de los electores y dejar una buena impresión en ellos, y eso podría
eventualmente llevarlos a exigir un nivel de debate más sofisticado en general.
Ese puede que sea el mejor esfuerzo que se pueda hacer para que se comiencen a
exigir y sopesar razones y se dejen de contar cabezas (votos en el Congreso).
Tener una mayoría numérica no es lo mismo que tener la razón, pero para
demostrar que no es lo mismo hay que plantear razones (valga la redundancia) y
emplazar al adversario a que se haga cargo de ellas.<o:p></o:p></span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-39734548295838978652015-11-23T20:19:00.003-03:002015-11-24T19:26:07.231-03:00Rothbard y la estrategia para la libertad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcrP0qcOgtE6Xv9yN3J-RgJBNefqhsHaKxAvFeh1aPiIEoHIHqk7qA0lu6-f1lhDXZVsC24Cf0mRedhBT8XM4c4WfNhHf9KRnKJIoQBTQsrqJ42IZLXO5tymiDE6LUI4K6bl8c-Vp4PUJx/s1600/Screenshot_2015-11-23-20-14-09-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcrP0qcOgtE6Xv9yN3J-RgJBNefqhsHaKxAvFeh1aPiIEoHIHqk7qA0lu6-f1lhDXZVsC24Cf0mRedhBT8XM4c4WfNhHf9KRnKJIoQBTQsrqJ42IZLXO5tymiDE6LUI4K6bl8c-Vp4PUJx/s400/Screenshot_2015-11-23-20-14-09-1.png" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">La semana pasada mientras revisaba mi TL en Twitter me
topé con un tweet de la conocida activista guatemalteca Gloria Álvarez
(@crazyglorita) que decía textualmente “<i>El
error libertario fue quedarse en la academia y la cafetería en lugar de salir a
hablar con la gente sabiendo que jamás leerán a Mises o Bastiat</i></span>”. </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Me llamó tanto la atención que lo ReTwittee, y la razón por la que me
llamó la atención es porque me hizo recordar el epílogo del libro de Murray
Rothbard </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">“Hacia una nueva libertad. El
manifiesto libertario”</i><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">. </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">El epílogo de este libro es importante e interesante porque contiene una serie de
reflexiones acerca de un asunto que probablemente se ha pasado por la cabeza de
muchos quienes nos sentimos atraídos e identificados por esas ideas, a saber
¿Cómo hacer para que nuestras ideas sean predominantes o al menos más aceptadas
y así conseguir alcanzar mayores grados de libertad en Chile?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Esa pregunta se
relaciona directamente con la suerte de queja de Gloria Álvarez, y es una
pregunta muy similar a la pregunta que se plantea Rothbard en el epílogo de su
citado libro en términos semejantes. Se preguntaba el autor <i>“¿Cómo podemos alcanzar, desde nuestro
actual e imperfecto mundo gobernado por el Estado, el gran objetivo de la
libertad?”</i>. La respuesta que Rothbard intenta dar a esa pregunta es
importante porque aborda precisamente el mismo asunto al que se refiere Álvarez
a modo de queja, a saber, la excesiva preocupación por la academia y el
abandono del “contacto con la gente”. Me permitiré citar textualmente en
extenso más de una vez al autor porque creo que sus reflexiones sobre este
asunto son muy pertinentes y valiosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Veamos. Parte
Rothbard afirmando que <b>“una condición fundamental
y necesaria para la victoria libertaria es la educación: la persuasión y la
conversión de grandes cantidades de personas a la causa”</b>. Quizás aquí para
algunos podría aparecer el primer problema con la necesidad de persuadir y
convertir “grandes cantidades de personas”. Digo problema porque algunos auto
denominados libertarios parecen ver, desde una suerte de individualismo un
tanto irreflexivo, que “grandes cantidades de personas” es necesariamente un
sinónimo de “colectivismo” o de “un rebaño de ovejas”. En verdad no existe tal
necesidad de que sea así. Si de lo que se trata es de persuadir y convertir
para sumar a la causa, se entiende que la adhesión a la causa debiese ser
voluntaria y en ningún caso forzada, ni tampoco debiese ser una adhesión ciega
o mecánica propia de un rebaño de ovejas o una adhesión que instrumentalice a
los adherentes como lo hace el colectivismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Superado ese aparente
problema, sigamos con las reflexiones de Rothbard. Aquí me parece pertinente
citarlo en extenso:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“Los libertarios
deben asumir el compromiso de pensar profundamente y estudiar, poner en
circulación libros, artículos y publicaciones teóricas y sistemáticas, y
participar en conferencias y seminarios. Por otro lado, una mera elaboración de
la teoría no llevará a ninguna parte si nadie se ha enterado jamás de la
existencia de los libros y los artículos; de aquí la necesidad de publicidad,
eslóganes, activismo estudiantil, conferencias, avisos televisivos y radiales,
etc. La verdadera educación no puede proceder sin teoría y activismo, sin una
ideología y gente que lleve adelante la ideología.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De modo
que, así como la teoría necesita ser puesta en conocimiento de la gente, también
requiere personas que porten los carteles, discutan, exciten la opinión pública
y hagan que el mensaje llegue al futuro y a todo el público. Una vez más, tanto
la teoría como el movimiento resultarán inútiles y estériles uno sin el otro. La
teoría morirá en ciernes sin un movimiento consciente que se dedique a
promoverla, así como a su objetivo. El movimiento carecerá de sentido si pierde
de vista la ideología y la meta a la que se desea llegar. Algunos teóricos
libertarios sienten que hay algo impuro o deshonroso respecto de un movimiento
vivo, con individuos activistas; pero ¿cómo se puede alcanzar la libertad si no
hay libertarios que promuevan la causa? Por otro lado, algunos activistas
militantes, en su prisa por llevar a cabo la acción —cualquier acción—,
desprecian lo que consideran fútiles discusiones teóricas; sin embargo, su acción
se convierte en energía inútil y desperdiciada si sólo tienen una vaga idea de
qué es lo que están promoviendo”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hay mucho que se
puede decir de la cita anterior, ya que Rothbard se refiere precisamente al
asunto al que se refería Gloria Álvarez a modo de queja en su tweet. Lo primero
que se debe decir es que el autor reconoce que se debe “asumir el compromiso de
pensar profundamente y estudiar” y también la necesidad de “publicidad,
eslóganes, activismo estudiantil, conferencias, avisos televisivos y radiales”.
Lo segundo y quizás más importante es que Rothbard reconoce que la teoría y el
activismo son complementarios y “resultarán inútiles y estériles uno sin el
otro”. Si recordamos la queja de Álvarez, al parecer ella apuntaba a un exceso
de academia y una carencia de “contacto con la gente”. En ese sentido tiene
razón, pero eso no debe llevar a concluir opuestamente que solo importa el
“contacto con la gente” y que la academia puede simplemente obviarse.
Recordemos otra vez la extensa cita de Rothbard: <b>“algunos activistas militantes, en su prisa por llevar a cabo la acción
—cualquier acción—, desprecian lo que consideran fútiles discusiones teóricas;
sin embargo, su acción se convierte en energía inútil y desperdiciada si solo
tienen una vaga idea de qué es lo que están promoviendo”. <o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y por último lo
tercero es que Rothbard utiliza la palabra “ideología”, una palabra que
actualmente es muy mal entendida y tergiversada en Chile, principalmente por
militantes derechistas y también por algunos izquierdistas. Estos militantes le
atribuyen a la ideología un significado enteramente peyorativo para usarla como
arma arrojadiza pretendiendo decir <i>“Yo no
tengo ideología pero tú sí”</i>, por supuesto partiendo de la estúpida premisa
de que la ideología es algo negativo y que tener una ideología es malo. Lo que
estos militantes sobre todo derechistas parecen sugerir es que la ideología es
una suerte de idea falsa o creencia falsa, pero a eso simplemente se le puede
llamar deshonestidad, auto engaño o ignorancia. No hay razón para equiparar la
deshonestidad, el auto engaño o la ignorancia con la ideología, a menos claro
está que la equiparación sea útil y conveniente para usar la palabra ideología
como arma arrojadiza contra quienes tienen posturas políticas contrarias, que
es la artimaña a la que frecuentemente recurren (lo sepan o no) los militantes
derechistas y también algunos izquierdistas. Conviene a este respecto citar unos
pasajes pertinentes del muy interesante libro <i>Chile Actual. Anatomía de un mito</i> del sociólogo Tomás Moulian (1997):<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“La
razón profunda de la crisis de la política en el Chile Actual proviene de la
falsa muerte de las ideologías, perpetrada por una nueva ideología hegemónica
que pretende la tecnificación de la política y por ello se encarga de asesinar
a las ideologías alternativas (…)<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Lo que
les ocurre a los críticos de las ideologías es que confunden dos tipos
distintos, mezclan en un mismo paquete las ideologías en cuanto utopías, con
las ideologías en cuanto sistemas de normatividad política. Efectivamente las
primeras pueden desembocar en el fanatismo y en el totalitarismo (…)<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Existe
pues un tipo necesario de ideología, distinto del de la ideología utópica. Es
la ideología en cuanto sistema de normatividad política. Ello significa que
él/los grupos políticos elaboran proyectos donde se definen fines
preferenciales y donde se vincula presente con futuro. Fines dotados de valor
pero sobre los cuales se está dispuesto
a discutir racionalmente, arriesgando que en la lucha política sean
otros los que se impongan”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En cuanto a sistemas
de normatividad política, una definición política neutra de ideología puede ser
la elaborada por el académico Martin Seliger en <i>Ideology and politics (1976)</i>, para quien la ideología es “<b><i>un
conjunto de ideas por las que los seres humanos proponen, explican y justifican
fines y significados de una acción social organizada y específicamente de una
acción política, al margen de si tal acción se propone preservar, cambiar,
desplazar o construir un orden social dado</i></b>”. En la misma línea, el
lingüista Teun Van Dijk en <i>Ideología. Una
aproximación multidisciplinaria (1999)</i>, entiende la ideología como sistemas
de creencias o representaciones sociales generales y abstractas, compartidas
por un grupo, que controlan u organizan el conocimiento y las opiniones
(actitudes) más específicas del grupo, es decir que desempeñan funciones
concretas para los grupos regulando las prácticas, muy especialmente aquellas
relacionadas con la competencia por recursos sociales escasos. Por tanto, puede
decirse que las ideologías sirven a los grupos y a sus miembros “<b>en la organización y manejo de sus
objetivos, prácticas sociales y toda su vida social cotidiana</b>” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Volviendo a las
reflexiones de Rothbard, otro aspecto que es interesante destacar es la
estrategia misma que él concibe en la causa de la libertad. En el campo
estratégico, el autor identifica dos falacias importantes que “desvían del
camino adecuado”: el “sectarismo de izquierda” y “el oportunismo de derecha”. El
problema que ve en los “oportunistas de derecha” es que se limitan a programas
estrictamente graduales y prácticos que tienen grandes oportunidades de ser
aceptados en forma inmediata, pero corren el peligro de perder de vista
objetivos más ambiciosos. Volveré a citarlo en extenso:</span><span style="font-family: "timesnewromanpsmt" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: TimesNewRomanPSMT;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Al
concentrarse en lo inmediato, contribuyen a destruir la meta fundamental y, por
ende, pierden la razón de ser, en primer lugar, libertarios. Si el libertario
se niega a enarbolar las banderas del principio puro, del fin último, ¿quién lo
hará? La respuesta es que no lo hará nadie, y por lo tanto otra gran fuente de
deserción recientemente ha sido el erróneo camino del oportunismo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Asimismo Rothbard ve
como una virtud el sostener posturas “extremistas” ya que al presionar por
medidas drásticas se pueden conseguir logros más importantes que si solo se
exigen medidas moderadas. Esto tiene sentido, ya que cuando se sostienen
demandas de cambio el resultado final generalmente es menos de lo que se
esperaba en un comienzo, entonces mientras más exigentes o radicales son las
demandas, más se presiona para avanzar en esa dirección. En sus palabras<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con el
correr de los años, precisamente el rol del "extremista" es seguir
presionando para que la acción diaria se lleve a cabo cada vez más en su
dirección.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Otro imperativo
estratégico para Rothbard es evitar el gradualismo, ya que según él eso desvía
de lo que considera el objetivo principal, que es alcanzar el mayor grado de
libertad posible en el menor tiempo posible. Su razonamiento es que siempre se
debe alcanzar mayores grados de libertad antes y no después, una postura que se
puede calificar como maximalista. El problema con el gradualismo para el autor
es que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
gradualismo en la prosecución de la teoría, en realidad socava al objetivo mismo,
porque acepta que éste ocupe un segundo o un tercer lugar después de otras
consideraciones no libertarias o anti libertarias. En efecto, una preferencia por
el gradualismo implica que estas otras consideraciones son más importantes que
la libertad.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero para Rothbard
ese rechazo del gradualismo tampoco significa que los pasos intermedios dados
hacia el objetivo sean ilegítimos, y ese es el problema que identifica con el “sectarismo
de izquierda”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Mientras
los libertarios con demasiada frecuencia han sido oportunistas que perdieron de
vista o socavaron su objetivo final, algunos han derivado en la dirección
opuesta, temiendo cualquier avance hacia la idea y condenándolo como una
absoluta traición al objetivo. La tragedia es que esos sectarios, al condenar
todos los avances que no llegan a alcanzar la meta, tornan vano y fútil el objetivo
deseado. Por mucho que todos nos regocijáramos si se lograse la libertad
absoluta en forma inmediata, las perspectivas realistas de dar ese importante
paso son limitadas. Si bien el cambio social no siempre es pequeño y gradual,
tampoco se produce de golpe. Por lo tanto, al rechazar cualquier aproximación
transitoria hacia el objetivo, estos libertarios sectarios hacen que resulte
imposible alcanzarlo. Así, los sectarios eventualmente pueden
"liquidar" el objetivo final tanto como lo hacen los oportunistas.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así entonces se debe
evitar caer tanto en el “oportunismo de derecha” como en el “sectarismo de
izquierda”. Rothbard identifica como un problema el caer en ambas posturas, lo
que puede llegar incluso a que algunos individuos pasen de una postura a otra
debido a decepciones previas. Los sectarios de izquierda pueden caer en el
oportunismo de derecha buscando algún logro de corto plazo, por haber
perseverado inútilmente en su pureza teórica y no haber logrado ningún avance
en el mundo real. Y los oportunistas de derecha pueden caer en el sectarismo de
izquierda descreditando cualquier fijación estratégica de prioridades hacia los
objetivos más ambiciosos, disgustados consigo mismos y con sus compañeros por
haber transigido en cuanto a la integridad intelectual y los objetivos últimos.
El gran problema para Rothbard entonces es que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Las dos
desviaciones opuestas se alimentan y refuerzan
entre sí, y ambas son destructivas en lo que respecta a la principal tarea de
alcanzar efectivamente el objetivo libertario.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así las cosas
entonces, “¿cómo saber si alguna medida parcial o alguna demanda transitoria constituye
un paso hacia adelante o es una traición oportunista?” se pregunta Rothbard. El
autor nos da dos criterios importantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">1) Que,
cualesquiera que sean las demandas transitorias, el fin último de la libertad
siempre debe ser el objetivo prioritario; y <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">2) Que
ningún paso, o medio elegido, debe contradecir explícita ni implícitamente el
objetivo último. Es posible que una demanda de corto plazo no vaya tan lejos
como querríamos, pero siempre debería ser consistente con el fin último; si no,
el objetivo de corto plazo funcionará en contra del propósito de largo plazo, y
habremos llegado a la liquidación oportunista de los principios libertarios.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Otra pregunta que se
hace Rothbard es a quienes se pretende sumar a la causa de la libertad como
parte de la estrategia, quienes podrían ser más receptivos a las ideas libertarias,
o dicho de otra manera: “¿Dónde está, como dirían los marxistas, la "agencia
para el cambio social" que proponemos?”. Aquí las especulaciones del autor
están contextualizadas en la realidad estadounidense de los años 70, pero hay
cuatro grupos en particular que Rothbard identifica y que podrían considerarse
en el caso chileno. Primero, los estudiantes universitarios, porque<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La
universidad es el ámbito en el que las personas están más abiertas a la reflexión
y a la consideración de las cuestiones básicas de nuestra sociedad. Esta
juventud enamorada de la coherencia y de la verdad pura, estos estudiantes
acostumbrados a un mundo académico donde prevalecen las ideas abstractas, y a
quienes aún no preocupan los cuidados y la visión generalmente estrecha de los
adultos que deben ganarse la vida, proporcionan un campo fértil para la
conversión libertaria.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Quizás esas no son
las características de la mayoría de las Universidades chilenas, pero a pesar
de eso en algunas Universidades si existen esos espacios de reflexión y
consideración de las cuestiones básicas de la sociedad, por lo que podría haber
alguna posibilidad aunque sea remota para captar adhesiones. Piénsese por
ejemplo en el grupo “Alternativa Libertad” de la Universidad de Los Andes. Que
son los únicos por ahora, es cierto, pero no hay razón por la que no se pueda
intentar la misma experiencia en otras casas de estudio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los otros tres grupos
que Rothbard identifica como posibles adherentes son la clase media, y más
importante aún, los pequeños y grandes empresarios que no reciben un trato
privilegiado desde el Estado. En palabras del autor<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A los
pequeños empresarios podemos prometerles un mundo donde la empresa sea
verdaderamente libre, despojado de privilegios monopólicos, carteles y
subsidios ideados por el Estado y el Establishment. Y a ellos y a los grandes
empresarios que no forman parte del Establishment monopólico podemos
asegurarles que su talento y sus energías individuales tendrán por fin todo el
espacio necesario para expandirse y proveer una tecnología mejorada y aumentos
de productividad para ellos y para todos nosotros.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y por último Rothbard
también identifica a las minorías discriminadas como posibles adherentes,
piénsese por ejemplo en el caso de las minorías sexuales en Chile. Lo que el
autor propone para ellos es que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Podemos
demostrarles que sólo la libertad garantizará la total emancipación, para que cada
grupo desarrolle sus intereses y administre sus propias instituciones, sin impedimentos
ni obligaciones impuestas por el gobierno de la mayoría.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En forma genérica,
para Rothbard “Cada persona o grupo que valore su libertad o su prosperidad es
un adherente potencial al credo libertario”. Pero sucede que en circunstancias
más o menos normales, cuando las cosas van bien, la mayoría de la gente no
suele interesarse por las cuestiones públicas. Es por eso que el autor ve como
una oportunidad para que se produzca un cambio social radical la ocurrencia de
una “situación crítica”:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Debe
haber un colapso en el sistema existente que exija una búsqueda generalizada de
soluciones alternativas. Cuando esta búsqueda se lleve a cabo, los activistas
de un movimiento disidente deben estar disponibles para proveer la alternativa
radical, para relacionar la crisis con los defectos inherentes al sistema mismo
y para señalar cómo el sistema alternativo resolvería la crisis existente y
prevendría cualquier colapso similar en el futuro.</span></i><span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Piénsese por ejemplo
en las situaciones de países como Brasil o Argentina. De hecho, algo de eso podría
explicar el reciente triunfo de Mauricio Macri en las elecciones Presidenciales
argentinas. Si bien es muy dudoso que los argentinos de pronto quieran dar un
giro radical hacia el liberalismo clásico, y el mismo Macri no ha anticipado
cambios radicales en las políticas económicas, si existe una molestia evidente
con la forma de administrar el Estado argentino y por lo mismo hay una
expectativa de que Macri al menos haga una limpieza de los focos de corrupción
más flagrantes dejados por los gobiernos de los Kirchner. El único problema de
esta estrategia es que para que tenga lugar, el deterioro puede llegar bastante
lejos y causar mucho daño y malestar en el proceso. Pero si se observa la
experiencia de muchos países que han virado desde políticas intensamente
estatistas hacia políticas con inspiración más liberal clásica, se constata que
efectivamente se buscan alternativas cuando la situación ya es crítica y no
antes. Es de esperar que en Chile no se espere un deterioro agudo propiciado
por la Nueva Mayoría para revertir las reformas que están llevando a cabo. Solo
el tiempo dirá que tan lejos va a llegar la Nueva mayoría y si es que un
posible gobierno sucesor de signo distinto se atreverá o podrá revertir algo de
su legado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En resumen entonces,
las recomendaciones estratégicas de Rothbard pueden resumirse en los siguientes
cinco puntos<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
</div>
<ol>
<li><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">No despreciar el
activismo en su sentido más amplio ni tampoco despreciar la reflexión
intelectual, porque ambos son mutuamente complementarios y no mutuamente
excluyentes, y se potencian el uno al otro.<o:p></o:p></span></div>
</li>
<li><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-CL; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">No renegar de la ideología atribuyéndole un significado peyorativo. La
ideología propia se debe asumir abiertamente y se debe plantear en
contraposición a las ideologías contrarias.</span></li>
<li><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-CL; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">No caer ni en el oportunismo de derecha ni en el sectarismo de
izquierda. Los logros o pasos intermedios en la expansión de las libertades
individuales no deben ser condenados siempre que no se olvide que se buscan
objetivos más ambiciosos, o sea una mayor expansión de las libertades
individuales, y siempre que esos logros o pasos intermedios no contradigan esos
objetivos</span></li>
<li><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt;">Buscar adhesión en
grupos como los estudiantes Universitarios, la clase media, las pequeñas,
medias y grandes empresas que no reciben trato privilegiado del Estado, y las
minorías discriminadas. Y<o:p></o:p></span></div>
</li>
<li><span style="font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-CL; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Estar siempre alerta cuando la situación sea tal que se pueda plantear
una respuesta propia y alternativa a los problemas generados por un sistema
abiertamente estatista</span></li>
</ol>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y quizás más
importante que todo lo anterior, es plantearse objetivos con visión de mediano
y largo plazo y no desesperar si no se consiguen logros medibles e inmediatos. Como
dice un proverbio chino atribuido a Lao Tzu, “un viaje de mil millas comienza
con un solo paso”.<o:p></o:p></span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-706509418487070872015-09-25T16:55:00.001-03:002015-09-25T17:08:23.643-03:00La gran confusión iusnaturalista de Locke, Rothbard y Nozick<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpUlullHiiyZboPuKOMc3yJQJ49qogqyXEWD8mvREkrkdrKfjiC9jRRncnK5Q06ngg0Xb6tpk344kyhToJaaNx1QyNFVZnjvY_3mFeUIBnrDFCkPaGB2UPGHZicbOEhooi-LMd_dGsopdn/s1600/rothbardnozick.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpUlullHiiyZboPuKOMc3yJQJ49qogqyXEWD8mvREkrkdrKfjiC9jRRncnK5Q06ngg0Xb6tpk344kyhToJaaNx1QyNFVZnjvY_3mFeUIBnrDFCkPaGB2UPGHZicbOEhooi-LMd_dGsopdn/s400/rothbardnozick.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Quise escribir esta entrada de blog a propósito de un webinario o
seminario web o charla web de mi amigo <a href="https://twitter.com/JeanMasoliver" target="_blank">Jean Masoliver</a> de la Fundación para el
progreso, con quien comparto muchas ideas del liberalismo clásico o
libertarianismo. El webinario de Jean se trataba acerca de los impuestos o
tributos y si acaso constituyen una especie de trabajo forzado, siguiendo la
teoría de justicia retributiva desarrollada por Robert Nozick en <i>“Anarquía Estado y utopía”</i>. La idea
anterior parte de la premisa de que los objetos desarrollados con el trabajo
propio son una suerte de “extensión” de la propia personalidad en virtud de una
especie de “marca” que la persona ha dejado sobre el trabajo que ha hecho, como
por ejemplo el escultor sobre su obra de arte o el pintor sobre su cuadro. La
premisa anterior a su vez está íntimamente relacionada con otra premisa según
la cual existe una “auto posesión” o “derecho de propiedad sobre el propio
cuerpo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">En estas líneas quiero rebatir y argumentar por qué ambas premisas son
un error, sobre todo la segunda. Pero primero veamos de donde proviene el
error. En su célebre <i><a href="http://cinehistoria.com/locke_segundo_tratado_sobre_el_gobierno_civil.pdf" target="_blank">Segundo tratado sobre el gobierno civil</a></i> de 1690, el filósofo político inglés John Locke,
uno de los primeros inspiradores del liberalismo clásico, escribió que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 0in; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">(…) todo hombre tiene la propiedad de su persona. Nadie más que uno
mismo tiene derecho a esto. El trabajo de su cuerpo y el de sus manos,
podríamos decir, son en verdad suyos. Entonces, todo aquello que él saque del
estado en que lo ha provisto y dejado la naturaleza, y con lo cual ha mezclado
su trabajo, lo convierte en algo que le pertenece, y por lo tanto lo hace de su
propiedad. Como él lo ha sacado del estado común en que lo dejó la naturaleza,
tiene anexado algo por su trabajo, cosa que lo excluye del derecho común de los
hombres. Dado que este trabajo es propiedad incuestionable del trabajador,
ningún otro hombre más que él tiene derecho a aquello en que lo ha convertido
(…)</span></i><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">A su vez, un seguidor intelectual del iusnaturalismo de Locke, Murray
Rothbard, escribió lo siguiente en su obra de 1985 <i><a href="http://www.miseshispano.org/wp-content/uploads/2012/11/El-Manifiesto-Libertario.pdf" target="_blank">Hacia una nueva libertad. El manifiesto libertario</a></i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 0in; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">El método más viable para elaborar la declaración de derechos naturales
de la posición libertaria consiste en dividirla en partes y comenzar con el
axioma del “derecho a la propiedad de uno mismo”, que sostiene al derecho
absoluto de cada hombre, en virtud de su condición humana, a “poseer” su propio
cuerpo, es decir, a controlar que ese cuerpo esté libre de interferencias
coercitivas. Dado que cada individuo debe pensar, aprender, valorar y elegir
sus fines y medios para poder sobrevivir y desarrollarse, el derecho de
propiedad de uno mismo le confiere el derecho de llevar adelante estas
actividades vitales sin ser estorbado ni restringido por un impedimento coercitivo.</span></i><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Y por último, en <i><a href="https://austrianlibrary.files.wordpress.com/2013/03/anarquia-estado-y-utopia-de-robert-nozick.pdf" target="_blank">Anarquía Estado y utopía</a></i> de 1974 Robert Nozick escribió que<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 0in; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Si se hace por medio de impuestos sobre salarios o sobre salarios que
superen cierta cantidad, por medio de la confiscación de utilidades, o por
medio de la existencia de una gran olla social, de manera que no es claro de dónde
viene qué y a donde va qué, los principios pautados de justicia distributiva
suponen la apropiación de acciones de otras personas. Apoderarse de los
resultados del trabajo de alguien equivale a apoderarse de sus horas y a
dirigirlo a realizar actividades varias. Si las personas lo obligan a usted a
hacer a usted cierto trabajo o un trabajo no recompensado por un período
determinado, deciden lo que usted debe hacer y los propósitos que su trabajo
debe servir, con independencia de las decisiones de usted. Este proceso por
medio del cual privan a usted de estas decisiones los hace copropietarios de
usted; les otorga un derecho de propiedad sobre usted. Sería tener un derecho
de propiedad, tal y como se tiene dicho control y poder de decisión parcial,
por derecho, sobre un animal u objeto inanimado.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">La argumentación de Nozick parece convincente, pero encierra un error,
un salto lógico. Y es que en verdad no existe tal cosa como un “derecho de
propiedad sobre uno mismo” que se pueda “ceder” parcialmente a terceros merced
al cobro de impuestos. Y relacionado con el error anterior, tampoco existe tal
cosa como una “extensión de la propia personalidad” en aquellos objetos que han
sido trabajados por uno luego de sacar las materias primas desde el estado
natural en que se encontraban originalmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Ahora bien, ¿por qué digo que no existen tales cosas? Para entender por
qué no existen, se debe recurrir a la teoría del derecho y a la tradición del
derecho civil, que en el caso chileno se plasma en el notable <a href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=172986&idParte=8717776" target="_blank">Código Civil</a> de
Andrés Bello que data de 1857, una gran fuente de sabiduría jurídica que no ha
perdido ninguna vigencia luego de décadas y décadas de aplicación. ¿Pero por
qué recurrir a la teoría del derecho y a la tradición del derecho civil? Porque
autores como Locke, Rothbard o Nozick utilizaron vocablos tales como <b>derecho, propiedad, poseer</b> etc pero
estos no son vocablos que tengan un significado banal que se les pueda atribuir
por pura arbitrariedad, son conceptos jurídicos precisos como bien saben los
abogados. Uno podría preguntarse por qué se debería recurrir a la precisión del
lenguaje jurídico en vez de usar los vocablos de forma arbitraria o coloquial
atribuyéndoles el significado que uno quiera. Y es que efectivamente esos
vocablos tienen una acepción jurídica precisa y otra acepción que no es
estrictamente jurídica y es más cercana al uso cotidiano o coloquial, pero si
se olvida la acepción jurídica y se recurre solo a la acepción cotidiana o
coloquial, se los puede terminar transformando en significantes vacíos, en
palabras que no significan nada concreto, de manera tal que cuando se las usa
realmente no se está diciendo nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Vamos entonces a la teoría del derecho y a la tradición del derecho
civil. De acuerdo a la teoría clásica, el derecho de propiedad se conoce como
un <b>derecho real</b> (<i>ius in re</i> en lenguaje de los romanos).
El artículo 577 de nuestro código civil define el derecho real como <b><i>“el
que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona”</i></b>. Se
concibe como una relación persona-cosa, inmediata, absoluta; un derecho en la cosa
(ius in re). Puede entenderse como un “poder” que tiene un sujeto sobre una
cosa. Cuando este poder es completo, total, se está en presencia del derecho
real máximo, el dominio. A su vez el mismo código civil en su artículo 565
estipula que <b><i>“Los bienes consisten en cosas corporales e incorporales. Corporales
son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos, como
una casa, un libro”</i></b>. Y luego en los artículos 566 y 567 hace la
distinción entre cosas corporales muebles e inmuebles, siendo las muebles
aquellas que <b><i>“pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas mismas,
como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que solo se muevan
por una fuerza externa, como las cosas inanimadas”</i></b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Aquí ya se debería reparar en la distinción entre persona y cosa. El
derecho de propiedad como derecho real versa sobre la relación entre una
persona y una cosa u objeto externo, por lo que resulta del todo impertinente
hablar de “derecho de propiedad sobre uno mismo” o “derecho de propiedad sobre
el propio cuerpo”. Es impertinente porque somos nuestro cuerpo (aunque los
átomos de hoy no sean los mismos átomos de 10 años atrás ni sean los mismos de
10 años más adelante), somos sujetos y no objetos, no somos una “cosa corporal”
por mucho que seamos un cuerpo. Es del todo inapropiado hacer una separación
artificial entre el sujeto (la persona) y su cuerpo como si el cuerpo fuera
simplemente un objeto, una cosa corporal que se puede adquirir o desechar sin
más. El cuerpo humano no se puede adquirir como se adquiere la ropa ni se puede
desechar como se desecha cualquier prenda de vestir que uno deja de usar cuando
está vieja y ya no la queremos. De hecho la única forma de desechar el cuerpo
humano sería cometiendo suicidio, en cuyo caso el cuerpo deja de ser un cuerpo
humano y se transforma en un mero cadáver o cuerpo muerto, una cosa inanimada
en el lenguaje del derecho civil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Por las mismas razones aducidas recién es que resulta impertinente
hablar de “auto posesión”. La posesión también es un concepto jurídico de
acuerdo a la teoría del derecho y a la tradición del derecho civil. De acuerdo
al artículo 700 del código civil <b><i>“la posesión es la tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal
tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre
de él. El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo”</i></b>.
Al igual que en el caso de la propiedad, la posesión también es con respecto a
cosas corporales u objetos externos, no contempla una “auto posesión” sobre el
cuerpo humano de cada uno. Si lo contemplara eso deja automáticamente fuera la
posibilidad de que “otra persona tenga la cosa determinada en lugar y a nombre
del dueño” y con mayor razón deja fuera la posibilidad que “otra persona
justifique ser dueño” de la cosa, en este caso del cuerpo. Eso solo tendría
sentido en el caso de la esclavitud, cuando los esclavos eran cosas y su amo y
señor era su dueño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Para que tuviera algún sentido hablar de “auto posesión” habría que
hacer una curiosísima adaptación del lenguaje del derecho civil. Algo como “la
auto posesión es la tenencia del cuerpo humano (una cosa determinada) con ánimo
de señor o dueño”. Aquí nuevamente surge la aberración de tratar al cuerpo
humano como una cosa, en circunstancias de que somos nuestro cuerpo, y además
surge el problema del ánimo de ser señor o dueño. Resulta muy curioso suponer
un “ánimo de ser señor o dueño del cuerpo” en circunstancias de que muchas de
las actividades que uno realiza son actividades corporales, como por ejemplo
caminar, hablar, comer, etc. Esas actividades las realizamos porque simplemente
queremos realizarlas, no porque tengamos un “ánimo de ser señor o dueño” de las
piernas, las cuerdas vocales o la boca y los músculos faciales o cualquier otra
extremidad o parte del cuerpo humano. Cuando se realizan esas actividades nadie
piensa en términos de “tengo ánimo de ser señor o dueño de mis piernas, mis
cuerdas vocales o mi boca”, uno simplemente piensa “quiero caminar, quiero
hablar o quiero comer”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Solamente podría suponerse una especie de ausencia de ese “ánimo de ser
señor o dueño” en los casos muy particulares cuando ciertas personas no están
conformes con su composición corporal y quieren realizarse implantes mamarios
(en el caso de las mujeres) o cirugías de cambio de sexo (en el caso de los
transexuales), por dar dos ejemplos conspicuos. Pero en realidad eso no es una
ausencia del “ánimo de ser señor o dueño” sino que simplemente se trata de que
esas personas no están conformes con su aspecto, en el caso de los implantes, o
tienen un conflicto de identidad sexual, en el caso del cambio de sexo. Y en el
caso inverso, no se trata de que si exista un “ánimo de ser señor o dueño”, sino
que simplemente las personas están conformes con su aspecto físico o no tienen
conflictos de identidad sexual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Incluso en el caso de que se prescinda del “ánimo de ser señor o dueño”
(<i>animus)</i> como condición de la
posesión, por ejemplo en el caso de algunas legislaciones como la alemana o la
suiza, sigue siendo una aberración hablar de la “tenencia de una cosa
determinada” por la misma razón ya repetida varias veces: la impertinente
separación del sujeto o persona del cuerpo humano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Es tan claro que somos nuestro cuerpo que los estados de ánimo y los
modos de ser del ser humano se manifiestan corporalmente a través de
expresiones faciales, tonos de voz, posturas del cuerpo, etc. Las emociones y
los sentimientos del ser humano también se manifiestan corporalmente, sobre
todo a través de expresiones faciales. Sin ir más lejos, los teóricos de la
comunicación han llegado a la conclusión de que los mensajes que comunicamos
son comunicados en una proporción mucho mayor por el “lenguaje corporal” que
por las meras palabras escritas o pronunciadas. Existen por supuesto ciertas
personas con la muy particular capacidad de no expresar emoción o sentimiento
alguno (se les suele llamar “caras de poker”), pero esa incapacidad no
significa que no sean su cuerpo, sino que por alguna razón son incapaces de
expresarse corporalmente o prefieren no expresar sus emociones y sentimientos,
revelando una suerte de falta de vitalidad o falta de pasión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Llegados a esta parte entonces no queda más que concluir que es mejor
desechar todo ese lenguaje de la “auto posesión” o “derecho de propiedad sobre
uno mismo” y hablar simplemente de LIBERTAD INDIVIDUAL. La libertad individual
la ejercemos cuando caminamos, cuando hablamos o cuando comemos etc porque
simplemente queremos ejercerla al no estar sometidos a coacción de terceros. No
necesitamos una justificación especial para ejercerla, simplemente basta con
que queramos ejercerla y punto, siempre y cuando no agredamos a terceros. Así de simple. Invocar una inexistente “auto
posesión” o “derecho de propiedad sobre uno mismo” como justificación para
ejercer la libertad individual, aparte de la aberración de separar al sujeto o
persona del cuerpo humano, implica condicionar el ejercicio de esa libertad a
unas convención sociocultural como es la propiedad. Lo anterior no implica vivir en un estado de naturaleza Hobbesiano porque como ya se dijo la libertad la ejercemos siempre y cuando no agredamos a terceros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Contrario a lo que creen los iusnaturalistas, el derecho y la propiedad
no provienen de “la naturaleza” sino que son instituciones legitimadas
socioculturalmente en cierto tiempo y cierto espacio. En muchos períodos de la
historia y en muchas latitudes no ha existido esa legitimación sociocultural y
por lo tanto esas instituciones no han existido, como por ejemplo en el
continente Africano hasta el día de hoy. En muchas partes del continente Africano
simplemente no existe la propiedad privada como institución, por mucho que los
iusnaturalistas puedan esgrimir que la propiedad privada es un “derecho
natural”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Pues bien, en esas partes de África ese “derecho natural”, en el mejor
de los casos, vendría siendo una aspiración para mejorar el estado de las cosas
y pasar de la barbarie a la civilización, respetando mutuamente las posesiones
de unos y otros, porque cuando existe ese respeto es que ya puede hablarse de
propiedad privada. En el peor de los casos ese “derecho natural” no pasa de ser
un producto de la imaginación sin mayor significación ni importancia real y
práctica. De hecho, es verdaderamente ridículo imaginar a un africano
reclamando un “derecho natural” a la propiedad privada en medio de la barbarie.
El hecho de reclamarlo sin ser capaz de impedir la barbarie revela la
impotencia que tiene un mero producto de la imaginación para modificar la
realidad sociocultural circundante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-CL; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Así entonces lo que debe hacerse es defender la
libertad individual sin recurrir a convenciones socioculturales y sin torcer el
significado preciso de términos jurídicos, porque frecuentemente la libertad
implica arbitrariedad para realizar cualquier actividad corporal y no se
necesita una justificación especial para ejercer esas actividades, siempre y cuando no agredamos a terceros. Esto de
ninguna manera significa menoscabar la causa por la defensa de la libertad
individual, simplemente significa colocar esa defensa en el sitio que le
corresponde.</span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-13171644749361895242015-07-09T09:08:00.002-03:002015-07-11T18:38:52.002-03:00El fin de la transición<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1hIETrT-oRbIdnMnLIIcYYpDI6PjIrAgA5DgwDmUljGKY6w4dFsZQKFAtAiM5iPloOKEQLF25qjbcncPhGiE0OUUavMvG9uwo4DW6HmNU5Dwlgyk0h5OZup8CWk5Gtio2pI7WcsKNqqlR/s1600/AylwinPinochet.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1hIETrT-oRbIdnMnLIIcYYpDI6PjIrAgA5DgwDmUljGKY6w4dFsZQKFAtAiM5iPloOKEQLF25qjbcncPhGiE0OUUavMvG9uwo4DW6HmNU5Dwlgyk0h5OZup8CWk5Gtio2pI7WcsKNqqlR/s320/AylwinPinochet.jpg" width="320" /></a></div>
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">El título de
esta entrada puede parecer extemporáneo, fuera de lugar. Después de todo, a 25
años del retorno a la democracia el término “transición” ha ido paulatinamente
desapareciendo del lenguaje cotidiano de los actores políticos y de los
analistas o columnistas que escriben habitualmente en los medios de
comunicación. En pleno año 2015 casi se ha olvidado cómo han cambiado las
condiciones políticas desde aquel histórico domingo 11 de marzo de 1990 cuando
el general Augusto Pinochet le entregó la banda Presidencial al flamante
Presidente Patricio Aylwin, el primer Presidente democráticamente electo
después del quiebre de la democracia en 1973. Para algunos actores y analistas
políticos, aquel domingo comenzaba esa etapa llamada “transición a la democracia”.
Transición se entiende desde la dictadura y el autoritarismo a la democracia. </span><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Una
característica muy particular, a mi modo de ver, de esta etapa era que no
estaba del todo claro qué era exactamente lo que venía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">después de finalizada</i> la transición. </span><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;"><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">En efecto, según la Real Academia transición significa "</span><span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;"><span class="b"><i>Acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto</i>". </span>Pues
bien, ¿qué era lo distinto de la democracia respecto a la dictadura aparte de la forma distinta de ejercer el poder político?</span> Trazando una suerte de línea
del tiempo, podría pensarse que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">antes de</i>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">comenzar</i> la transición correspondía
la dictadura, luego <i style="mso-bidi-font-style: normal;">durante la</i>
transición correspondía lo que se podría denominar “democracia tutelada” con
todos los enclaves autoritarios dejados por el régimen de Pinochet en 1990, y
luego <i style="mso-bidi-font-style: normal;">después de finalizar</i> la
transición correspondía lo que se podría denominar “democracia no tutelada” sin
los enclaves autoritarios dejados por el régimen de Pinochet.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Miradas así
las cosas uno estaría tentado a pensar que con la reforma constitucional del
año 2005 finalizó la transición, ya que en aquella reforma se eliminaron los
principales enclaves autoritarios dejados por Pinochet, a saber: el Consejo de
Seguridad Nacional auto convocante por sobre el Presidente de la República, el
rol (ni más ni menos) que de “garantes de la institucionalidad” exclusivo de
las Fuerzas Armadas y de Orden, los senadores designados y vitalicios, la
inamovilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden, etc.
Todos estos enclaves autoritarios configuraban una suerte de “cogobierno” (de
facto y de iure) entre las autoridades civiles y las Fuerzas Armadas, o si se
prefiere una suerte de “gobierno cívico militar”, una democracia tutelada por
el poder militar, por el poder de las armas. Con la reforma constitucional del
año 2005 desapareció, de iure, el cogobierno entre las autoridades civiles y
las Fuerzas Armadas, o gobierno cívico militar. Ahora bien, ¿desapareció
también de facto, en los hechos? En realidad, en los hechos, el cogobierno o
gobierno cívico militar venía desapareciendo paulatinamente desde comienzos de
la década del 2000, debido a hechos acerca de los cuales no viene al caso
explayarse aquí. Pero lo relevante es que en los hechos, de facto, el
cogobierno o gobierno cívico militar ya no ocurría a pesar que de iure estaba
institucionalizado. Dicho de otra manera, la reforma constitucional del año
2005 consagró de iure lo que ya existía de facto, es decir, el poder político
ejercido por las autoridades civiles sin el tutelaje de las Fuerzas Armadas y
de Orden.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Es por esto
que uno puede verse tentado a pensar que dichas reformas marcaron el fin de la
transición. Pero hay algo que esa tentación no considera en su apreciación
sobre el supuesto fin de la transición. Lo que no considera es que A PESAR del
fin de los enclaves autoritarios, a pesar del fin del cogobierno entre los
civiles y los militares o gobierno cívico militar, se mantuvieron prácticamente
incólumes tanto la supremacía de la Constitución de 1980 como la supremacía del
“modelo económico” dejado por el régimen militar. Esta doble supremacía se
manifestaba en que tanto la Constitución (sin perjuicio de sus reformas) y el
“modelo económico” estaban fuera de la discusión y no eran impugnados
políticamente, no eran puestos en tela de juicio por casi ninguna fuerza
política relevante. Todo aquel que osara impugnar o poner en tela de juicio ya
sea la Constitución de 1980 o el “modelo económico” era visto como una suerte
de excéntrico o un outsider cuya voz era sencillamente ignorada. Esta fue más o
menos la situación entre los años 2006 y 2010 durante el primer gobierno de la
Presidenta Michelle Bachelet. Además, en paralelo, se mantenía la supremacía
del sistema electoral binominal y del rígido esquema de coaliciones de
izquierda (Concertación) y derecha (Alianza por Chile) correlativo a dicho
sistema electoral y vigente desde el plebiscito de 1988. La supremacía del
sistema electoral se manifestaba a nivel de la discusión pública, en el sentido
de que primaba la idea de que cambiar el sistema electoral significaba en los
hechos una especie de caos o apocalipsis político, poco menos que un regreso a
la inestabilidad política de fines de los 60 y comienzos de los 70. Y esa
supremacía por supuesto era reforzada por la fuerza política de la derecha en
el Congreso, que contaba con los votos suficientes para bloquear cualquier
intento de cambio al sistema electoral. La supremacía del rígido esquema de
coaliciones era una consecuencia obvia y necesaria de la supremacía del sistema
electoral. Todas estas supremacías pueden resumirse como una supremacía de la
institucionalidad política y económica heredada del gobierno militar
(Constitución de 1980, modelo económico, sistema electoral y dos coaliciones
rígidas).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">De forma correlativa
a la supremacía de esa institucionalidad, en términos políticos se dio un
fenómeno al cual el sociólogo Tomás Moulian llamó “la trascendentalización de
los fines” en su interesante libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chile
actual. Anatomía de un mito</i> (1997). En palabras de Moulian <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Trascendentalización y deliberación son
dos formas antagónicas, una funciona opuesta a la otra. La primera convierte a
la política en religión, mientras que la segunda implica una discusión
secularizada sobre fines preferenciales pero no sagrados”</b>. Y luego <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Trascendentalización de los fines. Ese es
uno de los puntos centrales y nudos de la crisis política del Chile Actual.
Ello significa la hegemonía de un ideologismo conservador y anti político, que
se hace coro de la imagen de corrupción, porque su ideal utópico, su idea
límite es un mundo sin política, o un mundo donde lo político se convierte, al
estilo saint-simoniano, en la «ciencia de la producción»”</b>. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Dicho de otra
manera, la finalidad de perseguir el crecimiento económico se encontraba fuera
de discusión y solo se discutía acerca de los mejores medios para lograr esa
finalidad o acerca de cómo complementar esa finalidad con “políticas sociales”
para los quintiles más pobres, lo que Fernando Atria ha llamado “el rostro
humano del neoliberalismo”. Junto con esa trascendentalización de los fines, se
observaba, a la hora de tomar decisiones, una subordinación de los criterios
políticos a los criterios técnicos y económicos de los tecnócratas y de los
economistas. Así entonces eran los tecnócratas y los economistas los que
finalmente decidían y los actores políticos simplemente ponían en marcha la
decisión de forma poco menos que administrativa. Esa era más o menos la
situación o el satus quo hasta el año 2010. Pero durante el gobierno del
Presidente Sebastián Piñera, específicamente durante el año 2011 con las
movilizaciones estudiantiles, este status quo comenzó a ser impugnado
frontalmente. Los motivos sobraron: el rechazo a las centrales eléctricas
Hydroaysen, la demanda por universidad gratuita, la demanda por la
nacionalización del cobre, la demanda por una nueva Constitución, el reclamo
por la desigualdad de ingresos, etc. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">La marcada
ineptitud y torpeza política del gobierno de Sebastián Piñera para responder a
estas demandas y a los grupos de interés detrás de ellas, dieron como resultado
que en la elección Presidencial del año 2013 el status quo por momentos parecía
tambalearse desde sus cimientos. La antigua y exitosa coalición de
centroizquierda conocida como Concertación de partidos por la democracia cambió
de nombre a Nueva mayoría, con la novedad de que integró al Partido Comunista,
que desde 1989 siempre había estado al margen de las coaliciones de gobierno de
izquierda, pero además, y esto fue lo más importante, con la novedad de que su
discurso era marcadamente crítico e incluso avergonzado de la obra de la
antigua y exitosa Concertación, abogando por un programa de gobierno
marcadamente izquierdista y casi refundacional, o al menos mucho más
socialdemócrata que los programas de gobierno anteriores de la ex Concertación.
Pero en donde más marcadamente se observó una inversión del status quo fue en
la subordinación de los criterios técnicos y económicos a los criterios
políticos. Ahora eran los actores políticos los llamados a decidir y los
tecnócratas y economistas quedaban relegados apenas a poner en marcha la
decisión de forma poco menos que administrativa o cuando más haciendo algunos
ajustes técnicos menores sin alterar el contenido de la decisión. Esto marcó el
término de la trascendentalización de los fines explicada por Tomás Moulian.
Por primera vez desde el retorno a la democracia la finalidad de perseguir el
crecimiento económico en sí misma estaba en discusión, y ya no se discutía
sobre los medios de alcanzar un fin pre fijado al cual se subordinaba cualquier
demanda o aspiración política. Ahora era la finalidad de (supuestamente) disminuir
la desigualdad de ingresos la que parecía desplazar a la finalidad de perseguir
el crecimiento económico.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Pero la
inversión del status quo no se limitó a los aspectos recién mencionados, sino
que alcanzó también a la supremacía de la institucionalidad política y
económica heredada del gobierno militar. O para ser más preciso, la inversión
del status quo se manifestó en la impugnación de la supremacía de la institucionalidad
política y económica del gobierno militar. Esta impugnación fue múltiple y en
todos los frentes: impugnación de la Constitución de 1980 y sus mecanismos
contramayoritarios (las llamadas “trampas” denunciadas una y otra vez por
Fernando Atria); impugnación del modelo económico o al menos de algunas de sus
características como la provisión privada de bienes públicos o las
relaciones laborales; y la impugnación del sistema electoral binominal. El
esquema rígido de dos coaliciones también fue de alguna forma impugnado por la
aparición de múltiples movimientos políticos en ciernes que aspiraban a hacerse
un lugar en el mapa de fuerzas políticas sin pertenecer a ninguna de las dos
rígidas coaliciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Finalmente el
sistema electoral binominal no resistió más la presión política por cambiarlo y
fue suprimido y cambiado por un sistema electoral efectivamente proporcional a
comienzos del año 2015. Este cambio completa la impugnación del esquema rígido
de dos coaliciones ya que bajo nuevas reglas de competencia electoral los
movimientos políticos en ciernes tienen muchas más posibilidades de competir
por la representación popular que las que tenían bajo las reglas anteriores. La
impugnación del modelo económico no ha llevado todavía a un cambio radical del
mismo, pero si ha llevado al cambio del sistema escolar desde el paradigma del
mercado al paradigma de los “derechos sociales”. Está todavía en discusión
hasta donde va a llegar la pretensión de transformar a la educación superior en
gratuita al momento de pago para el 100% de sus alumnos, principalmente debido
a restricciones presupuestarias. También está en discusión hasta donde va a
llegar la pretensión de fortalecer a los sindicatos para que extorsionen a sus
empleadores mediante huelgas sin reemplazo a fin de (supuestamente) obtener
mejoras salariales a costa de las utilidades de las empresas en que trabajan.
Otros aspectos específicos del modelo económico tales como la existencia de las
Isapres y las AFP no han sido impugnados con la misma fuerza que el sistema
escolar y universitario por lo que no se sabe si es que serán cambiados
radicalmente. La impugnación de la Constitución de 1980 y de sus mecanismos
contramayoritarios es prácticamente una batalla ganada por la izquierda en el
sentido de que ya no se discute si es que acaso la Constitución de 1980 y sus
mecanismos contramayoritarios seguirán imperando, sino que se discute de qué
forma serán cambiados y qué tan profundo será el cambio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Todo este
cuadro político configura y marca, a mi juicio, el fin de la transición. La
transición a mi juicio no estuvo caracterizada solo por el cogobierno o
gobierno cívico militar entre las autoridades civiles y las autoridades
miliares, sino que además estuvo marcada por (1) la trascendentalización de los
fines del crecimiento económico y (2) la supremacía de la institucionalidad
política y económica heredada del gobierno militar. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El término de la transcendentalización de los fines y la abierta
impugnación de la supremacía de la institucionalidad heredada del gobierno
militar marcan, a mi juicio, el fin la transición</b>. Y la marcan porque
aquello que antes estaba fuera de discusión ahora se discute abiertamente;
porque aquello que antes era impensado en política ahora es un lugar común;
porque aquellos que antes eran vistos como excéntricos u outsiders ahora
participan de la discusión política como actores con aspiraciones legítimas;
porque aquello que antes era obvio y casi autoevidente ahora dejó de serlo;
pero también y tanto o más importante, porque la derecha antes era una fuerza
política con capacidad de obstruir cualquier cambio significativo ya que
contaba con votos suficientes en el Congreso, y ahora como fuerza política
prácticamente no existe y ha devenido irrelevante, sin votos suficientes para
obstruir cambios importantes y sin capacidad de articular ninguna oposición
política importante, confundida y arrinconada a la defensiva.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Algunos pueden
pensar que el cambio de gabinete realizado por la Presidenta Michelle Bachelet
en mayo de 2015 marca un “regreso a la transición” o un regreso al status quo
propio de la transición, pero esta “marcha atrás” no niega la impugnación de la
supremacía de la institucionalidad ni tampoco niega el término de la trascendentalización
de los fines. No. Esta suerte de repliegue en el mejor de los casos es una
movida estratégica con fines comunicacionales, un cambio de formas pero en
ningún caso un cambio de fondo. Basta con escuchar y analizar el tono y las
palabras del nuevo ministro de hacienda, Rodrigo Valdés, para darse cuenta de
que no hay ninguna intención de negar la impugnación o el término de la
trascendentalización. Tan solo hay una intención de proceder con mejores
modales y mejores formas, pero manteniendo obstinadamente la pretensión de
avanzar con la impugnación y ratificar el término de la trascendentalización.
La supuesta invitación al “diálogo” con los sectores contrarios a los objetivos
del gobierno es una especie de cascarón vacío en el sentido de que el diálogo
solo parece instrumental a conseguir los objetivos, pero no parece haber una
intención de reconsiderar los objetivos como resultado del diálogo. Es como si
un agente X ya tuviera tomada una decisión y luego invitara a “dialogar” al
agente Y pero no para discutir acerca del contenido de la decisión misma, sino
que para obtener la ratificación del agente Y de la decisión que ya fue tomada.
Y en caso de no obtenerla, la decisión se mantiene incólume de todas formas,
sin importar lo que piense o manifieste el agente Y.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">¿Y qué viene
ahora después del fin de la transición? Sigue siendo una gran incógnita.
Estaban en lo cierto quienes no tenían claro en los años 90 qué era lo que
venía después de finalizada la transición, solo que tal vez no previeron que
aquello que marcaría el fin de la transición era mucho más que el fin de los
enclaves autoritarios dejados por Pinochet en 1990. Es una gran incógnita lo
que sucederá en las próximas elecciones parlamentarias el año 2017 con el nuevo
sistema electoral. Es una gran incógnita si seguirán apareciendo nuevas fuerzas
políticas fuera de las dos rígidas coaliciones de izquierda y derecha y qué
tanta fuerza política tendrán en los próximos años. Es una gran incógnita el
resultado del “proceso constituyente”. Y es una gran incógnita hasta dónde
llegará la subordinación de los criterios técnicos y económicos a los criterios
políticos, hasta donde llegará el déficit presupuestario fiscal, hasta donde
llegará la emisión de deuda pública en el exterior (si es necesario) para
financiar promesas políticas y electorales que pueden terminar siendo
imposibles de cumplir sin emitir deuda. Si lo que marcó a la transición fue la
relativa predictibilidad y relativa certeza de las decisiones y los procesos
políticos, lo que marca a la etapa que viene después de la transición es la
impredictibilidad y la incerteza de las decisiones y de los procesos políticos.</span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-77689900748369387822015-04-30T06:54:00.000-03:002015-04-30T06:54:51.792-03:00Teoría política si. Educación cívica no<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recientemente se ha hablado acerca de la enseñanza de educación cívica en los colegios y escuelas a raíz del anuncio de la Presidenta de la República Michelle Bachelet de iniciar un "proceso constituyente" y junto con ello volver a enseñar la asignatura de educación cívica en el curriculum escolar tal como hace unas décadas. Algunas personas han expresado su aprobación de una medida como esa y otras su rechazo, pero pocos han ido al fondo del asunto. Y el fondo del asunto es qué es lo que se enseñaría o se volvería a enseñar en una asignatura como esa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pues bien, es aquí donde a mi juicio está el problema de fondo. Y digo esto porque es una práctica habitual en la enseñanza escolar en Chile que dentro de las salas de clases lo que se promueve no es la formulación de preguntas para buscar respuestas sino que por el contrario las respuestas vienen ya dadas previamente y se las acepta sin antes formular un juicio crítico respecto a ellas. El encargado de dar esas respuestas es el profesor o en su defecto la autoridad de los textos escolares. Esta forma de concebir la enseñanza podría ser una de las causas de la falta de pensamiento crítico e independiente que se observa en buena parte de la población en Chile. Y este es uno de los principales defectos del sistema de enseñanza escolar actual, y es dentro de ese contexto que se debe enmarcar la iniciativa de enseñar educación cívica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Dentro de ese contexto, que consiste en aceptar respuestas ya dadas por otros a preguntas que nunca se explicitan ni se discuten, la enseñanza de educación cívica deviene en la recepción de una serie de definiciones de manual acerca de conceptos tales como Estado, gobierno, nación, soberanía, Estado de derecho, democracia, derechos, deberes, etc. Pero sería muy distinto si en vez de recepcionar esas definiciones de manual primero se formularan preguntas acerca de qué son y por qué existen en primer lugar el Estado y el gobierno, qué son los derechos y los deberes y porque existen, o por qué la democracia se ha asentado como una forma de gobierno preferible a otras como la monarquía y cuales son sus ventajas, etc.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero se puede ir más allá incluso y preguntarse qué podría suceder si no existieran ni el Estado ni el gobierno ni la nación ni los derechos ni los deberes. En otras palabras,que podría suceder en aquel estado de cosas que los teóricos iusnaturalistas llamaban "estado de naturaleza" que es básicamente una suerte de anarquía donde no existe ninguna autoridad política y los hombres y mujeres tienen tanta libertad como la que quieran disfrutar, pudiendo incluso avasallar a otros hombres y mujeres. En en este contexto en que aparece la teoría política para preguntarse si existe un estado de cosas mejor que el estado de naturaleza. Es la pregunta que se hacía Jean Jacques Rousseau al comienzo de su famosa obra <i>"El contrato social"</i> donde en la primera página escribió <b><i>"Me propongo investigar si dentro del radio del orden civil, y considerando los hombres tal cual ellos son y las leyes tal cual pueden ser, existe alguna fórmula de administración legítima y permanente"</i></b>. Pero ya antes que Rousseau, John Locke había formulado una pregunta similar en su obra <i>"Segundo tratado del gobierno civil"</i> donde en el capítulo 9 escribió <b><i>"Si en el estado de naturaleza la libertad de un hombre es tan grande como hemos dicho; si él es señor absoluto de su propia persona y de sus posesiones en igual medida que pueda serlo el más poderoso; y si no es súbdito de nadie, ¿por qué decide mermar su libertad? ¿Por qué renuncia a su imperio y se somete al dominio y control de otro poder?"</i></b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por supuesto Locke y Rousseau pretenden contestar a estas preguntas desde su visión particular acerca de cómo deberían ser las relaciones entre los hombres en un orden de cosas distinto y mejor que el estado de naturaleza. Pero la clave aquí es que cada uno tiene una respuesta distinta a una pregunta similar. Thomas Hobbes por su parte no llega a formularse esa pregunta sino que asume un estado de naturaleza salvaje en que existe una permanente disposición a atacarse unos a otros, lo que es conocido famosamente como "guerra de todos contra todos". Y consecuentemente luego de imaginar un estado de naturaleza como ese propone un soberano con poderes absolutos que impida la guerra de todos contra todos y garantice la seguridad. Por su parte Locke y Rousseau se imaginan estados de naturaleza distintos y las respuestas a la misma pregunta que dan son distintas, pero la clave de todo esto es que no existe una sino varias formas de concebir las relaciones entre los hombres tanto en un estado de anarquía como en un estado de orden civil, con una polis ya constituida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Quizás todo lo anterior pueda parecer aburrido a algunos lectores de esta entrada de blog, pero si les parece aburrido entonces me permito hacerles esta pregunta: <i>¿Qué nos obliga a cumplir los compromisos que otros han hecho en nombre nuestro?</i> Esta pregunta puede parecer confusa y abstracta a primera vista, pero veamos a qué se refiere. Cuando un bebé nace, adquiere inmediamente la nacionalidad chilena (pasando por alto que aún no ha sido inscrito en el registro civil). A su vez, cuando un menor de edad llega a cumplir 18 años, inmediatamente adquiere la condición de ciudadano. Pero nótese que nadie le pregunta a ningún bebé ni a ningún adolescente si es que desean ser considerados chilenos y luego ciudadanos. No. Esa condición se les adscribe por defecto, sin su consentimiento expreso. Pero si no les han preguntado y por ende no han consentido expresamente en ser considerados chilenos y luego ciudadanos, ¿por qué deberían aceptar serlo?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las preguntas anteriores pueden parecer irrelevantes, pero no lo son tanto si se recuerda que al adquirir la nacionalidad y la ciudadanía, los hombres y mujeres se convierten en sujetos de derechos y además contraen deberes, y estos derechos y deberes no fueron decididos por ellos sino que son pre existentes y fueron decididos por generaciones anteriores tanto en la Constitución como en la legislación. Entonces aquí vuelve a surgir la pregunta: <i>¿Qué nos obliga a cumplir los compromisos que otros han hecho en nombre nuestro?</i> O para formularlo de una forma menos abstracta: <i>¿Qué nos obliga a aceptar los derechos y deberes decididos por generaciones anteriores? ¿Por qué deberíamos consentir en aceptar esos derechos y esos deberes? ¿Por qué mejor no nos rebelamos y rechazamos esos derechos y deberes?</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las preguntas anteriores se pueden responder de muchas formas. Una posible respuesta es que es mejor consentir y no rebelarse porque no se quiere ir a la cárcel acusado de rebelión, pero esta es una respuesta muy pobre. Y es pobre porque el fundamento del consentimiento al menos debería ser algo más razonado que el simple temor al castigo. Y digo razonado porque para dar una respuesta al porqué se prefiere consentir en vez de rebelarse, es necesario pensar y razonar. Al menos debería haber alguna razón de más peso para consentir tácitamente a los derechos y deberes decididos anteriormente. Por supuesto que una persona puede pasar por alto cualquier razonamiento y simplemente dedicarse a "vivir" sin ningún cuestionamiento, pero esa es una actitud poco reflexiva y que lleva simplemente a validar el status quo independiente de si este se considera bueno o malo, justo o injusto, correcto o incorrecto. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y es precisamente esa consideración sobre lo bueno o malo, justo o injusto, correcto o incorrecto del status quo lo que debería preceder a la respuesta formulada dos párrafos atrás. Si se considera el status quo como bueno, justo o correcto, pues existe un fundamento para consentir, y por el contrario si se lo considera como malo, injusto o incorrecto existe un fundamento para la posible rebelión. Pero lo que no se debe pasar por alto es la consideración, el juicio de valor, el juicio crítico. Y es precisamente en esa consideración y en ese juicio que la teoría política tiene mucho más que decir que la educación cívica. Y tiene mucho más que decir porque la teoría política nos lleva a preguntarnos cual es el fundamento de las obligaciones que unos tienen con otros, cual es el fundamento de los derechos y los deberes, por qué existen en primer lugar. Mientras que la educación cívica simplemente da por sentada la existencia de los derechos y deberes y las obligaciones de unos con otros sin preguntarse por su fundamento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si se leen las obras de autores como Hobbes, Locke y Rousseau se pueden encontrar largos razonamientos y profundas disquisiciones acerca del fundamento de las obligaciones de unos con otros. Por supuesto que cada uno de esos autores fundamentan obligaciones distintas partiendo desde premisas distintas y llegando a consecuencias distintas, y es en esa pluralidad de premisas y consecuencias que reside la riqueza de una discusión acerca de por qué es mejor (o peor) aceptar la existencia del Estado y del gobierno en vez del estado de naturaleza o anarquía. Una persona podría llegar a concluir que la anarquía es preferible al Estado y al gobierno y esto es perfectamente legítimo y válido si la conclusión es derivada de un conjunto de ideas lógicas y coherentes entre sí, partiendo de premisas válidas y extrayendo consecuencias válidas según la lógica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es por todo lo anterior que sostengo que la lectura y la discusión profunda y razonada acerca de la teoría política es mucho más importante que la educación cívica, y es más importante porque la teoría política lleva a pensar, razonar y cuestionar para luego poder formular un juicio critico ya sea de aprobación o rechazo del status quo, de los derechos y deberes pre existentes. Mientras que la educación cívica simplemente da por sentados los derechos y los deberes sin cuestionarlos en su justificación, con lo cual solo tiende a la reproducción del status quo sin importar que tan bueno o malo o justo o injusto o correcto o incorrecto pueda ser considerado aquel. Lo importante, finalmente, es que cualquiera que sea la respuesta a la que se llegue después del cuestionamiento y del juicio crítico, sea una respuesta a la que se ha llegado pensando. En palabras del notable filósofo español Fernado Savater, <i><b>"Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar</b><b>"</b></i>. </span></div>
<br />Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-90698716598821509972015-02-13T00:56:00.000-03:002015-02-13T13:53:39.127-03:00Sobre el aborto: tratando de despejar la discusión<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoZsF9mrKZBMqzMXqPMRB8DhoKeP44Y7C7vDXA1e2VTBLh5P-AxZOso2b1EFDfvPa94_8jFFIcm6Fqud3ivixmpmonvp05ADMZ8DPmIhL4kB-iq9UMaKkr8YURqEqqO9brGKZ557EKGIrD/s1600/aborto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoZsF9mrKZBMqzMXqPMRB8DhoKeP44Y7C7vDXA1e2VTBLh5P-AxZOso2b1EFDfvPa94_8jFFIcm6Fqud3ivixmpmonvp05ADMZ8DPmIhL4kB-iq9UMaKkr8YURqEqqO9brGKZ557EKGIrD/s1600/aborto.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nuevamente salta a la palestra la discusión sobre el aborto en Chile debido al proyecto de ley que el gobierno ingresó al Congreso nacional. Pero como lo indica el título de la entrada, de lo que se trata aqui y ahora es de despejar o al menos tratar de despejar la discusión. Y para poder despejar la discusión lo primero que corresponde es distinguir entre el acto de abortar propiamente tal y la despenalización del aborto. Nótese la diferencia entre una discusión y otra. En el primer caso se discute acerca de si la mujer debe o no debe abortar, y en el segundo caso se discute acerca de si la mujer puede o no puede abortar sin ser castigada penalmente por haber realizado el aborto, de acuerdo al Código Penal chileno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo anterior es importante ya que una de las falacias más habituales en el debate acerca del aborto es equiparar la despenalización del aborto con la promoción del aborto. Promoción del aborto para estos efectos significa por ejemplo realizar campañas intentando persuadir a las mujeres embarazadas para que aborten o incluso en un caso más extremo obligarlas a abortar bajo coacción física. Mientras que despenalizar el aborto significa lisa y llanamente abolir la pena o castigo impuesto a la mujer por haber realizado un aborto. Pena que en el caso chileno consiste en el presidio en sus grados mínimo a máximo. O sea, cárcel.</span> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pues bien, sucede que muchas personas que se autodenominan "pro vida" incurren ¿intencionalmente? en la falacia <i>non sequitur</i> cuando pretenden equiparar la despenalización del aborto con la promoción del aborto. Non sequitur significa que del hecho de abolir la pena asociada al aborto no se sigue que se promueva el aborto con campañas persuasivas o que se coaccione a las mujeres para que aborten. Hay una diferencia bastante obvia entre despenalizar y promover, por lo tanto quienes se identifican como "pro vida" harían bien en dejar de incurrir en esta falacia y centrarse en los argumentos a favor y en contra de la despenalización.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vamos entonces a la despenalización o abolición de la pena. ¿Qué implicancias tiene la penalización del aborto? ¿Qué implicancias tiene encerrar en la cárcel a una mujer que aborta? La implicancia que tiene es que la privación de libertad actúa o se espera que actué como una disuasión para la mujer que pretende abortar. Es decir, ante la posibilidad cierta de ser privada de libertad, la mujer puede decidir abortar de forma clandestina para no ser descubierta y no ser castigada, o puede decidir continuar con su embarazo incluso si no desea continuar con él, por temor a ser encarcelada. ¿Y qué implicancias tiene continuar con un embarazo indeseado por temor a ser privada de libertad? La implicancia que tiene es que el temor a ser privada de libertad es una amenaza sobre la mujer, una amenaza de ser coaccionada que se cierne sobre la mujer si intenta interrumpir su embarazo, y se espera que esta amenaza la disuada de cometer el acto. En último término esta amenaza implica que la mujer eventualmente tendrá que continuar con su embarazo sin importar si desea o no desea continuar con él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y es aquí donde se llega al quid de todo el asunto. En este punto es donde cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿es justo, legítimo o correcto amenazar con la mayor coacción física que el Estado ejerce sobre una persona, esto es, la cárcel, para continuar con un embarazo indeseado? Implicita o explicitamente, los auto denominados "pro vida" responden afirmativamente a lo anterior incurriendo en una serie de falacias de diversos tipos, como por ejemplo </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">las ad misericordiam y</span> las peticiones de principio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Veamos algunas de estas falacias. Incurren en una falacia ad misericordiam cuando en medio de una discusión exhiben fotografías de fetos o embriones ya sea destrozados o intactos y sin daño. Esto es una manipulación y una apelación a la emotividad casi grotesca. En una discusión seria lo correcto es apelar al razonamiento y a la lógica, no apelar a las pulsiones emotivas para manipular al interlocutor de forma tal de inducirlo a tomar una determinada postura de acuerdo a esas pulsiones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por otro lado, incurren en una falacia de petición de principio cuando afirman que el feto o embrión en gestación "es una persona", y lo hacen en al menos tres planos: en el plano jurídico, en el plano biológico y en el plano moral. En el plano jurídico es una falacia afirmar que el feto o embrión es una persona. El <a href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=172986&idParte=8717776" target="_blank">Código Civil</a> (escrito en el siglo XIX por el notable jurista Andrés Bello) en sus artículos 55 y 74 considera que la existencia legal de persona comienza desde el momento del nacimiento. Por su parte el <a href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1984&idParte=0" target="_blank">Código Penal</a> (escrito en 1874) en sus artículos 342 al 345 considera al aborto como un <i>"Crimen o delito contra el orden de las familias"</i> ya que se encuentra en <b>Título VII</b> y NO en el <b>Título VIII</b> de los <i>"Crímenes y simples delitos contra las personas"</i>. Por otra parte incluso la actual <a href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=242302" target="_blank">Constitución Política de la República</a>, escrita por un selecto grupo de juristas muy conservadores, afirma en su artículo 19 Nº1 que "El Estado asegura a todas las personas el derecho a la vida" y luego en el inciso siguiente afirma "La ley protege la vida DEL que està por nacer". Nótese, la vida DEL que está por nacer, no DE LA PERSONA que está por nacer. Esta redacción es a lo menos ambigua pero lo relevante es que no se refiere explicitamente al que está por nacer como una persona.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En los planos biológico y moral también es una falacia afirmar que el feto o embrión es una persona ya que su desarrollo es aún tan incipiente que no es capaz de realizar las operaciones cognitivas, emocionales y volitivas que sí puede realizar una persona propiamente tal. Es decir, el feto o embrión no es capaz de actuar como un agente moral ya que en su estadio de desarrollo no tiene absolutamente ninguna noción sobre lo bueno y lo malo o lo justo o lo injusto o lo correcto o lo incorrecto. Es por esta misma razón que es una falacia afirmar que el feto o embrión "es inocente". Para ser inocente se requiere como mínimo ser capaz de actuar como agente moral, porque inocencia no significa solo la </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">exención de culpa en un delito o en una mala acción sino que además significa que pudiendo haber actuado con culpa, finalmente no se actuó. Y no es posible que un feto o embrión pueda actuar con culpa porque su estadio de desarrollo no se lo permite en absoluto.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">Además,
un feto o embrión, dado su precario estadio de desarrollo, tampoco
puede apropiarse del entorno que rodea a los seres que ya han nacido, a
quienes suele llamarse personas. Un feto o embrión no puede establecer
ninguna relación más allá de aquella que tiene con su madre, a
diferencia de los seres que ya han nacido que pueden comenzar a
establecer relaciones con su familia para comenzar, y luego a medida que
van creciendo con otras personas fuera de su familia quienes pueden
llegar a ser sus amigos incluso.</span></span></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">A
lo anterior se me podría retrucar que no tiene sentido pedirle esto al
feto o embrión ya que no ha nacido, pero es precisamente el hecho de que
no ha nacido lo que marca toda la diferencia. No es pertinente tratar a
un ser que aún no ha nacido de la misma forma que se trata a un ser que
ya ha nacido y ha vivido ciertas experiencias merced a las cuales ha
adquirido lo que se podría denominar una personalidad. ¿Quien podría
afirmar que un feto o embrión tiene personalidad? ¿Que un feto o embrión
es inteligente, alegre, juguetón, enojón, sensato, etc? Estas son
algunas de las características propias de lo que se denomina
personalidad que un feto no tiene y no puede tener, y esto es lo que
marca la diferencia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">Algunos
"pro vida", en otra de sus argucias argumentativas, afirman que el feto
o embrión en el futuro tendrá esas características de la personalidad
ya que superará su precario estadio de desarrollo, nacerá y crecerá, lo
cual es correcto biológicamente hablando, y que debido a eso se le debe
tratar y considerar como si ya fuera un ser plenamente desarrollado. En
otras palabras, Aristotelicamente hablando, dicen que "la potencia es el
acto". Pero esto no es más que un truco metafísico para traer el futuro
al presente. Y es una trampa porque para decidir acerca de la
penalización del aborto no es correcto metodologicamente argumentar
según una situación que sucederá en el futuro sino que se debe
argumentar de acuerdo a lo que sucede en el presente.</span></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">Pero sin perjuicio de lo anterior, lo cierto es que el status del feto o embrión en cuanto a ser o no ser considerado persona NO resuelve finalmente la discusión sobre la despenalización. Hay circunstancias en las cuales es legítimo eliminar a otras personas, por ejemplo guerra, extrema necesidad, etc. Y además en el caso del embarazo se da la muy particular circunstancia de que el feto o embrión es totalmente dependiente de su madre para sostener su precaria vida. El feto o embrión ni siquiera existiría si no fuera por su padre pero sobre todo por su madre, y esta situación particular es la que hace toda la diferencia en lo que a la penalización del aborto se refiere. Ya vimos que el Código Penal no considera al aborto como un homicidio o crimen/delito contra las personas. Sería interesante hacerse la pregunta se por qué esto es así. No pretendo dar "la" respuesta correcta o definitiva a esta pregunta sino que pretendo esbozar una respuesta que sea al menos plausible de considerar. Para comenzar, cuando se trata de una persona que ya ha nacido, solo basta abstenerse de matarlo para que siga con vida, pero cuando se trata de un feto o embrión, para que siga con vida la mujer debe tolerarlo dentro de su cuerpo para mantenerlo con vida. Y es distinto abstenerse de matar a una persona que ya vive fuera del vientre materno que tolerar y mantener con vida dentro del vientre materno a un feto o embrión. En el primer caso el "derecho a la vida" viene a ser el derecho a no ser asesinado, mientras que en el segundo caso el "derecho a la vida" viene a ser el derecho a ser mantenido con vida.</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">Y es que debido al mismo estadio de desarrollo del feto o embrión, el acto de abortar es distinto de un homicidio con, por ejemplo, alevosía o premeditación. Y es distinto porque a pesar de que el resultado del acto es similar, el acto en sí mismo es distinto. El resultado del acto es similar porque se está destruyendo y quitando la vida a un ser vivo, pero no es igual porque ese ser vivo no es biologica ni jurídica ni moralmente equiparable a una persona o ser humano ya plenamente desarrollado. Y el acto en sí mismo es distinto porque abortar no es equiparable con cometer un homicidio con premeditación o alevosía. Y no es equiparable porque las razones que pueden llevar a mujer a abortar son distintas de las razones que llevan a un homicida a terminar con la vida de otra persona con premeditación o alevosía. En el caso del homicida hay dolo y una intención manifiesta de quitar la vida a otro, mientras que en el caso del aborto no es correcto suponer a priori que hay tal intención. Algunos "pro vida" podrían decir que si hay tal intención porque el resultado del acto es terminar con la vida de un ser, pero aquí incurrirían en un utilitarismo que solo mira el resultado del acto y no al acto en sí mismo. Y para efectos del derecho penal es imperativo mirar al acto en sí mismo y no solo al resultado del acto. De lo contrario si se matara a otra persona involuntariamente producto de un accidente habría que considerar el acto de la misma forma como se considera un homicidio doloso, pero sabemos que un accidente no es lo mismo que un acto doloso. Es por esta misma razón que se debe mirar al acto del aborto en sí mismo y no solo a sus resultados, porque las razones que llevan a mujer a abortar a priori no son las mismas que llevan a un homicida doloso a quitarle la vida a otra persona. Por otro lado, existen buenas razones para privar de libertad a un homicida doloso ya que su libertad eventualmente puede ser amenazadora para la paz social y para la convivencia armónica en la sociedad. Pero realizar un aborto no es amenazador para la paz social y la convivencia armónica de la sociedad. No me imagino a ninguna mujer abortando una y otra vez "por deporte", pero incluso si este fuera el caso, los repetidos abortos tampoco atentan contra la paz social ni la convivencia armónica del resto de los miembros de la sociedad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">Realizar un aborto puede ser una experiencia fìsicamente dolorosa y psicológicamente traumática para una mujer, y no parece muy correcto suponer que lo hace por una especie de sadismo o placer o por un simple gusto personal. En algunos casos puede ocurrir que una mujer aborte por un simple gusto o capricho personal, pero creo que esos casos son más bien la excepción y no la regla. Pero incluso en esos casos excepcionales en que se realizan abortos de forma banal o por pura arbitrariedad, no me parece que sea correcto amenazar con la máxima coacción que el Estado le puede imponer a una persona, la cárcel, para que la mujer mantenga con vida al feto o embrión dentro de su vientre. Y no me parece correcto porque creo que nadie debería verse obligado a mantener con vida a otro contra su voluntad. Eso es en el fondo el "derecho a la vida" que tanto arguyen los "pro vida". Es un derecho (subjetivo) a ser mantenido con vida por otro. Asumir que existe una obligación de mantener a otros con vida implica una instrumentalización de unos en beneficio de otros, y esto no me parece aceptable, porque no es algo que en principio uno desearía que le impusieran a uno mismo. Los "pro vida" podrían argüir de que no se trata de mantener a cualquier ser con vida contra la propia voluntad, sino que sólo se trata de mantener con vida a esos seres cuya vida no puede mantenerse si no es gracias a la madre que lo está gestando. Pero aquí caen en una curiosa contradicción porque suelen afirmar que "la vida es el valor más importante" y cuando se les hace ver que si esto es así entonces se debería obligar a unas personas a mantener con vida a otras sin importar quienes sean, entonces reculan y niegan que esto último deba ser así. Dicen que sólo corresponde mantener con vida contra la propia voluntad a los fetos o embriones en gestación ya que "la mujer es responsable desde que tuvo una relación sexual". O sea, SOLO la vida de los fetos o embriones es la más importante pero no la de cualquier otro ser vivo en estado de extrema necesidad, por ejemplo. Curiosa forma de discriminar es la que tienen. Tal como se puede llegar a un estado de extrema necesidad por acciones de las que no se puede responsabilizar al necesitado, tampoco se puede responsabilizar al feto o embrión por existir y depender de su madre. ¿Pero si se puede amenazar con una coacción tal como la privación de libertad a una mujer para que continue con su embarazo, por qué no se puede por ejemplo obligar a pagar impuestos o donar sangre u órganos para mantener con vida a seres en estado de extrema necesidad, si no han llegado a tal estado por su propia responsabilidad?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">Esa es la discusión de fondo que está en juego, discusión que los "pro vida" tratan de eludir o evitar sistemáticamente recurriendo a muchas argucias, tales como ofuscarse para no hacerse cargo de sus contradicciones. Porque uno de los principales problemas para discutir sobre la despenalización del aborto es que hay muchos participantes que no discuten, sino que fingen que discuten y manipulan estratégicamente los términos del debate para salirse con la suya. Esa no es una forma de comunicación que esté orientada al entendimiento sino que es una forma insensible a la fuerza del argumento contrario. Pero a pesar de esta actitud en que incurren muchos participantes, es de esperar que al menos uno de cada diez de ellos si sean sensibles a la fuerza del argumento contrario y busquen entender en vez de manipular los términos para salirse con la suya.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span class="b">En resumen, es de esperar que se despejen y se sinceren los términos de la discusión por parte tanto de quienes están a favor como de quienes están en contra de despenalizar el aborto. De lo contrario, el debate no será más que un diálogo de sordos que no llegará a ninguna parte, y esto no es deseable si lo que se busca es el entendimiento mutuo en vez de la manipulación astuta. </span></span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-61322177933075528502015-02-10T20:43:00.000-03:002015-02-10T20:46:51.624-03:00El voucher de Milton Friedman vuelto contra sí mismo<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Recientemente el gobierno de la Nueva Mayoría logró aprobar en el
Congreso nacional su reforma al sistema educativo chileno. El objetivo de esta
reforma apunta casi exclusivamente a los llamados colegios particulares
subvencionados, que como su nombre lo indica reciben una subvención del Estado
financiada mediante impuestos generales. Esta subvención es una especie de
variante del llamado “voucher” o “cheque escolar” concebido por el economista de
la Universidad de Chicago Milton Friedman para financiar los estudios de los
niños pero desligando al Estado de la gestión y administración directa de los
establecimientos educacionales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">La idea era que el Estado entregaría a cada familia un voucher o “cheque
escolar” por un monto determinado de dinero, con el cual cada familia elegiría
un establecimiento educacional de propiedad privada para sus hijos entre la
oferta disponible, con lo cual supuestamente se produciría una “competencia”
entre establecimientos por captar la mayor cantidad posible de niños y de esta
forma los establecimientos “buenos” serían premiados al ser más preferidos por
la demanda de las familias, y los establecimientos “malos” serían castigados al
ser menos preferidos por la demanda de las familias.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Esta idea es la base que había detrás de la reforma educativa que
impulsó el gobierno militar en los años 80. El objetivo era desligar al Estado
de la gestión y administración directa de los establecimientos educacionales y
en su lugar limitarse a entregar financiamiento en forma de subvención para que
las familias eligieran directamente establecimientos privados. Por otra parte,
también se buscaba ampliar la cobertura al permitir una mayor participación del
sector privado en la educación escolar, y además también resultaba más barato
para el Estado financiar mediante subvenciones establecimientos privados en vez
de gestionar y administrar directamente establecimientos estatales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Este sistema fue profundizado por los gobiernos de la Concertación
después del retorno a la democracia en 1990. Pero llegados a este punto es
conveniente destacar algunas particularidades de la aplicación de la idea de
Friedman al caso chileno. En primer lugar, el voucher o “cheque escolar” en
realidad no se entrega a las familias para que estas paguen con él al
establecimiento elegido por ellas, sino que el Estado lo entrega directamente a
los establecimientos como subvención en función de la cantidad de alumnos que
asisten a clases. Puede que esto libere a las familias de tener que entregar el
voucher en los establecimientos ya que el Estado lo hace por ellas, pero crea
un mal incentivo ya que algunos establecimientos falsean la cantidad de alumnos
que asisten a clases para no dejar de recibir la subvención, que al fin y al
cabo es una cantidad de dinero útil para los establecimientos. Por supuesto que
esto no es la regla sino la excepción, pero son estos casos puntuales o a veces
no tan puntuales los que pueden dañar la reputación del conjunto de los dueños
de los establecimientos privados. La llamada falacia de composición en que se
identifica al todo con una parte es bastante habitual en Chile.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">En segundo lugar, la idea de Friedman se supone que llevaría a la
formación de un “mercado educativo” de establecimientos privados que
competirían por captar la mayor cantidad posible de alumnos, y de esta forma
los “buenos” establecimientos dejarían atrás a los “malos”. Pero aquí cabe
hacerse las primeras dos preguntas: ¿Qué se supone que es un “buen
establecimiento”? ¿Y qué se supone que es un “mal establecimiento”? <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Si se está hablando de un mercado de
establecimientos, ¿qué es exactamente lo que esos establecimientos “venden”?</b>
Se sabe que al terminar la enseñanza media y al terminar cada curso los alumnos
reciben un certificado de estudios que acredita que cursaron esos estudios en
el establecimiento en cuestión. Cursar estudios para estos efectos consiste en
aprobar con nota mayor o igual que 4,0 una serie de asignaturas determinadas en
un plan de estudios impuesto por el Ministerio de Educación y que los
establecimientos deben impartir obligatoriamente. Si un alumno aprueba con
dicha nota todas las asignaturas se dice que “pasó de curso” (misión cumplida).
Entonces, ¿lo que venden los establecimientos es un certificado de papel? ¿Qué
otra cosa podrían “vender”? A fin de cuentas un certificado de papel es un
objeto tangible escrito con tinta, de forma tal que el “cliente” al ver escrita
la tinta en el papel puede sentirse satisfecho con el “producto” que adquirió. Fuera
de esto, no queda del todo claro qué más es lo que “venden” los
establecimientos educacionales. Y no queda claro porque en caso de que vendan
algo más que un certificado, ese algo más no es tan identificable a priori.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">En tercer
lugar, la idea de Friedman se supone que ampliaría la “libertad de elegir” de
las familias. Pero, ¿qué es exactamente lo que están eligiendo? Si se examinan
los “productos” comprados a los establecimientos y se los compara entre ellos,
no se apreciarán grandes diferencias en la escritura de la tinta, ya que los
estudios cursados en cualquier establecimiento son los mismos que impone el
Ministerio de Educación. Donde se pueden apreciar diferencias es en el nombre
de los establecimientos que sí son distintos entre ellos. Entonces, ¿las
familias están eligiendo entre establecimientos con nombre distinto pero no
entre planes de estudios distintos? ¿Y qué es lo que hay de distinto entre cada
establecimiento aparte del nombre y de la ubicación geográfica? Aquí pueden
surgir múltiples diferencias, entre las cuales pueden nombrarse los profesores
de cada establecimiento, la infraestructura, la disciplina dentro de cada
establecimiento, etc. Todas son características que no se pueden apreciar en un
certificado de papel escrito con tinta, que se supone que es el “producto”
tangible que se está comprando. Pero ya se vio que el producto tangible que se
está comprando es prácticamente el mismo independiente del establecimiento que
lo entrega, por lo que hay que buscar alguna otra diferencia como para que se
pueda hablar de un “mercado”, porque ¿qué otra cosa se hace en un mercado que
no sea ajustar y acoplar la oferta a la demanda? Para que tenga sentido hablar
de demanda tiene que existir una amplia gama de preferencias distintas entre sí
de forma tal que la oferta se acople y ajuste a esas preferencias distintas. Y
hemos visto que esas preferencias están relacionadas en principio con
características tales como los profesores, la infraestructura, la disciplina,
etc. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Todo esto
revela un tipo mercado muy particular, ya que al no existir diferencias en los
planes de estudios, las diferencias terminan siendo otras características como
las que mencionamos anteriormente. ¿Habrá sido este el tipo de “mercado” que
imaginó Friedman en su ensayo <a href="http://www.edchoice.org/The-Friedmans/The-Friedmans-on-School-Choice/The-Role-of-Government-in-Education-%281995%29.aspx" target="_blank"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">The role of government in education</i></a> (1955)? En dicho ensayo Friedman desarrolló y
expuso su idea del voucher educativo. Friedman imaginaba un mercado, pero en su
ensayo no queda claro qué es exactamente lo que se compra y se vende en ese
mercado. En su ensayo Friedman afirmaba <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Hagamos que el subsidio esté disponible
para los padres sin importar donde envíen a sus hijos –siempre que sea para
escuelas que satisfagan estándares mínimos especificados—y una amplia variedad
de escuelas aparecerán para satisfacer la demanda”</i></b>. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">La misma omisión de Friedman ha estado presente durante todo el pseudo
“debate” por la llamada reforma educacional. No queda claro en absoluto qué se
entiende por “educación” ni tampoco qué se entiende por “calidad de la
educación”. El año 2011 durante las movilizaciones estudiantiles de la CONFECH
el sector educativo particular subvencionado, asociado con el “mercado de la
educación”, fue seriamente impugnado haciendo hincapié en sus características,
tales como la segregación (totalmente esperable en un mercado de cualquier
tipo, sólo que se le suele llamar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">segmentación</i>),
la posibilidad de cobrar un monto por sobre la subvención, también llamado
“copago” (totalmente esperable en un mercado), la disociación entre el costo
del producto (en este caso el copago o diferencia sobre la subvención) y los
puntajes de los tests estandarizados (un copago más alto no necesariamente
conlleva puntajes más altos), y la posibilidad de los establecimientos de
seleccionar a sus alumnos (también totalmente esperable en un mercado), entre
otros. Para empeorar las cosas, el año 2011 sectores que se identificaban con
la llamada “clase media” se mostraron proclives a las demandas de la CONFECH, y
tres años más tarde, el año 2014, en medio de la discusión legislativa sobre la
reforma educacional que recogía las mismas banderas de la CONFECH, esos mismos
sectores de “clase media” se mostraron contrarios a dicha reforma e incluso
salieron a marchar a las calles imitando a los estudiantes que apoyaron hacía
tres años. Estuvieron de acuerdo con las premisas pero no querían aceptar las
consecuencias. En una increíble muestra de confusión utilizaron el slogan <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“queremos reforma pero no de esta forma”</i>,
sin especificar en ningún momento cual era la reforma que querían y de qué
forma la querían.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Y aquí es donde llegamos al porqué del título de esta entrada de blog.
Toda la reforma educacional está centrada en el sector particular que recibe
subvención estatal pagada con cargo a impuestos generales, es decir, financiada
públicamente ya que el dinero es fungible (los impuestos pagados por cualquier
contribuyente en principio financian cualquier actividad o prestación del
Estado). Y es precisamente este financiamiento público el ariete discursivo con
que se han justificado las medidas que se pretenden implementar. El
razonamiento es más o menos el siguiente: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Dado
que hay colegios que se financian públicamente entonces se les exigirá
condiciones adicionales para seguir recibiendo dicho financiamiento o de lo
contrario dejarán de recibirlo”</i>. ¿Era esto lo que imaginaba o esperaba
Milton Friedman con su idea del voucher? Claro que no. Era todo lo contrario.
Friedman esperaba reducir la intervención del Estado en la educación, como lo
dejó claro en las conclusiones de su ensayo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The
role of government in education”</i>: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El resultado de estas medidas sería una
considerable reducción en las actividades directas del gobierno, además de una
gran expansión de las oportunidades educativas abiertas a nuestros niños”</i></b>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Y es que la
idea de Friedman, para que funcione bien, requiere que sea aplicada en un
contexto político y sociocultural en el cual haya poca tentación de utilizar el
poder del Estado para intervenir y controlar más a los establecimientos
educativos de propiedad privada, porque en caso contrario, o sea si hay una
tentación creciente de utilizar el poder del Estado para intervenir y controlar
más a esos establecimientos, el voucher de Friedman es un pretexto adicional
para intervenir y controlar más, ya que el financiamiento público implica que
es un problema público y no privado. Al comienzo de su ensayo Friedman se
refería a esto cuando señalaba <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En lo que sigue, asumiré una sociedad que
toma la libertad del individuo, o más realistamente de la familia, como su
objetivo último, y busca avanzar en este objetivo confiando primariamente en el
intercambio voluntario entre los individuos para la organización de la
actividad económica”</i></b>. No es de extrañar que los colegios particulares
que no reciben financiamiento público no estén expuestos a una mayor
intervención y control. En realidad, es difícil que esos colegios privados sin
subvención sean intervenidos y controlados ya que los mismos políticos de
izquierda y derecha envían a sus hijos a esos colegios, pero en la discusión
pública no es necesario que se opongan a la intervención y control debido a que
sus hijos estudian ahí, ya que pueden valerse del pretexto de que esos colegios
no reciben financiamiento público. Vemos cómo el voucher de Friedman sirve como
pretexto de forma doble e inversa: si un colegio recibe financiamiento público
entonces hay una razón para intervenirlo y controlarlo más, y si no recibe
dicho financiamiento, no hay razón para hacerlo.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;"></span></div>
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<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-CL" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CL;">Porque en el
fondo de lo que se trata la reforma educacional es de ejercer una mayor
intervención y un mayor control sobre los establecimientos de propiedad privada
financiados públicamente, y es el carácter público de ese financiamiento el
pretexto para intervenirlos y controlarlos más. En un contexto político y
sociocultural proclive a la intervención y el control, el voucher de Friedman
es parte del problema y no de la solución. A la inversa, en un contexto
político y sociocultural que no sea proclive a la intervención y el control, el
voucher de Friedman es parte de la solución y no del problema. Es esto lo que
no han entendido los defensores de la educación particular subvencionada. No
han entendido que el voucher de Friedman está sirviendo de pretexto para algo
totalmente contrario al fin con el cual fue concebido. En otras palabras, el
voucher de Friedman fue vuelto contra sí mismo. Así entonces lo mejor que
podrían hacer es (a) oponerse tenazmente a la mayor intervención y control o
(b) desechar el voucher y pensar en otras alternativas educativas lejos de la
intervención y el control estatal, tales como el <span style="color: blue;"><a href="http://www.huffingtonpost.com/chris-sosa/homeschooling-setting-the_b_6638900.html" target="_blank"><i>homeschooling</i></a></span> para las
familias que no pueden pagar un colegio privado sin subvención. Mientras no se
entienda esto, seguirá aumentando la intervención y el control estatal de la
educación valiéndose de un instrumento que ha sido vuelto contra sí mismo.</span>
</div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-45104631024826415622015-01-31T00:54:00.002-03:002015-01-31T00:54:43.359-03:00Reseña del libro “La fatal arrogancia” de Friedrich Hayek<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6SmawcIN1AeQLbNBmoZxhb89dCPNiciKbw8C00C-5kmoDNousU_bXfDbXmpiAIrpSSeVT29-K6uztUIqHHwzbWJru3ll0Pf1yu6Fk2R-dyGnPyaeylwZhVs0t7X6v4H3MZOwUfgCJ60ZV/s1600/visd_0000JPG00TJ3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6SmawcIN1AeQLbNBmoZxhb89dCPNiciKbw8C00C-5kmoDNousU_bXfDbXmpiAIrpSSeVT29-K6uztUIqHHwzbWJru3ll0Pf1yu6Fk2R-dyGnPyaeylwZhVs0t7X6v4H3MZOwUfgCJ60ZV/s1600/visd_0000JPG00TJ3.jpg" height="320" width="216" /></a></div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La fatal arrogancia es la última obra del filósofo político Friedrich Hayek, escrita a fines de la década de 1980 cuando el autor contaba casi 90 años de edad. Esta obra es la culminación de una casi toda una vida del autor en defensa de las ideas de la libertad.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La tesis central del libro en la cual se basa su título, es que el socialismo constituye un error intelectual ya que pretende, por medio de la razón, barrer con todas las instituciones y tradiciones de lo que Hayek denomina “el orden extenso de cooperación” del cual forma parte fundamental el mercado y sus relaciones de intercambio. A diferencia de “Camino de servidumbre” Hayek no explicita a qué se refiere con “socialismo”, pero de la lectura de las páginas del libro se desprende que en general identifica al socialismo con la pretensión fatalmente arrogante de atribuirle a la razón humana un poder que no tiene, para así barrer y rediseñar las instituciones existentes haciendo uso de esa razón que no conoce límites (según los socialistas), bajo la pretensión de lograr alcanzar “un mundo mejor”.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La premisa fundamentalmente errada del socialismo entonces es creer que la actual civilización como se le conoce fue fruto o producto de un diseño intencionado por parte de alguna mente superior, lo que los lleva a creer que puede existir tal mente que, otra vez, diseñe nuevas y mejores instituciones que las existentes, nuevas instituciones que se identifican con la propiedad estatal de los medios de producción y la economía centralmente planificada. Pero como bien señala Hayek la realidad y los hechos demostraron que tal pretensión era intrínsecamente errada por los resultados desastrosos a los que llevó, y además porque sus premisas son erradas en el sentido de que la civilización actual, que Hayek llama “el orden extenso de cooperación”, no fue producto de un diseño intencionado ni premeditado por parte de ninguna mente superior, sino que fue producto de un continuo proceso de evolución cultural que a base de la prueba y el error hizo que ciertos grupos fueran adoptando prácticas y normas de conducta que resultaban más eficaces y más convenientes para facilitar el aumento de la población de esos grupos y su supervivencia en el tiempo, junto con posibilitar un bienestar material cada vez mayor de esos mismos grupos.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Dichas prácticas y normas de conducta fueron las que hicieron posible el avance de la civilización desde sus más primitivos estadios hasta llegar al orden extenso que se conoce hoy en día, en que ninguno de nosotros sabe a quien finalmente terminan beneficiando los bienes y servicios que produce y a la inversa tampoco sabemos a quien debemos en último término el hecho de que podamos hacer uso de bienes y servicios que satisfacen necesidades cada vez más diversas y que antes eran desconocidas. Este orden extenso contrasta con aquellos primitivos órdenes tribales en que los miembros de un grupo reducido se conocían entre sí y creaban lazos humanos entre ellos y así podían coincidir en fines comunes y también en los medios para alcanzarlos. Pero a medida que los grupos humanos crecen en número se hace cada vez más difícil el íntimo conocimiento de los miembros entre sí y se hace difícil crear lazos humanos directos y coincidir en fines comunes y en los medios para alcanzarlos. Es así entonces como se hace necesario sustituir las primitivas costumbres propias del reducido orden tribal, por aquellas normas abstractas de conducta que hacen posible la aparición del orden extenso, y que incluyen el respeto a la libertad individual, el respeto a la propiedad privada (Hayek le llama “propiedad plural”) y el respeto de las obligaciones asumidas, entre otros.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Adoptar estas normas de conducta resulta problemático ya que suelen chocar con los instintos primitivos del ser humano que encuentran su expresión en los pequeños grupos tribales. Esta adopción es fruto de un proceso evolutivo en que la tradición, el aprendizaje y la imitación juegan un papel fundamental. Lo más importante que señala Hayek es que NO SABEMOS por qué adoptamos ciertas normas de conducta, pero lo hacemos de todas formas porque nos es más conveniente para alcanzar nuestros fines y concebir los medios necesarios para ellos. Dichas normas y dicha moral no fueron concebidas por la razón, sino que, como recalca Hayek <i style="border: none; line-height: 1.5;">“No es la moral fruto de la razón, sino que fueron más bien esos procesos de interacción humana propiciadores del correspondiente ordenamiento moral los que facilitaron al hombre la paulatina aparición no sólo de la razón sino que de ese conjunto de facultades con las que solemos asociarla”</i>. El autor es claro en reconocer las limitaciones de la razón, y sitúa a esas normas de conducta <i style="border: none; line-height: 1.5;">entre</i> el instinto y la razón, ya que no fueron adoptadas por instinto ni tampoco concebidas por la razón, sino que fueron adoptadas como parte de un proceso de aprendizaje.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Hayek identifica cuatro convicciones que subyacen a la pretensión de reemplazar la moral tradicional por una nueva moral concebida apelando a la razón, pretensión tan propia de lo que el autor llama “constructivismo” o “cientismo”. Esas convicciones son: la idea de que no es razonable plantearse un objetivo que no pueda justificarse científicamente o no se pueda constatar a través de la observación; la idea de que no es razonable aceptar lo que no se puede comprender; la idea de que no es razonable mantener determinada conducta si no se ha especificado previamente el fin que se persigue; y el supuesto según el cual no es razonable iniciar acto alguno si sus efectos no sólo son plenamente conocidos de antemano, sino también perceptibles y favorables. El autor dedica un capítulo entero a hacerse cargo de enjuiciar y refutar esas convicciones, y siempre es claro en su apego y defensa de la moral tradicional.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Ese apego y esa defensa podrían llevar, en un arranque de simpleza, a considerar a Hayek como un pensador “conservador”, pero conviene detenerse un poco más en la lectura de este libro antes de llegar a tal conclusión. En realidad más que un apego y defensa de la tradición per se, lo que Hayek defiende con ahínco es ese proceso de evolución cultural mediante la prueba y el error, y no niega que las pautas de comportamiento y la misma tradición sean susceptibles de perfeccionarse. No es una defensa de la tradición como tal, sino que del proceso evolutivo que permitió que esa tradición decantara y se asentara con el paso del tiempo. A este respecto conviene citar un pasaje clave en uno de los primeros capítulos, en que el autor señala que <i style="border: none; line-height: 1.5;">“La adecuada comprensión del proceso de evolución cultural requiere que el beneficio de la duda esté de parte de la normativa existente, correspondiendo la carga de la prueba a quienes sugieran su revisión”</i>. Por lo tanto no niega tal revisión, sino que solo sitúa la carga de la prueba del lado de quienes la sugieren.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La explicación que mejor sintetiza la crítica de Hayek al mal uso de la razón y su aceptación de que las normas morales de conducta pueden ser revisadas y perfeccionadas, queda de manifiesto cuando afirma que su crítica se dirige contra una manera de interpretar la razón que es la base del modelo socialista y contra el racionalismo constructivista que es ingenuo y acrítico en cuanto al contenido de la función racional, y que está lejos de su ánimo la idea de que no sea posible mejorar las costumbres heredadas, perfeccionando algunas de ellas y eliminando otras, a través de la razón, pero de forma siempre cauta, humilde y parcial.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La fatal arrogancia es un muy buen libro para los defensores de las ideas de la libertad ya que expone la corriente evolucionista del pensamiento liberal representada por Hayek, que contrasta con las corrientes iusnaturalistas que asumen que existe un modo de ser o una “esencia” del hombre que es única y constante a través del tiempo y que se puede llegar a conocer y de la cual se pueden derivar normas morales de comportamiento. Por el contrario, el evolucionismo de Hayek plantea, citando orgullosamente a David Hume, que “las normas morales no son conclusiones derivadas de la razón”, sino que por el contrario <i style="border: none; line-height: 1.5;">“aprender a comportarse es más la raíz que el resultado de nuestra intuición, razón o entendimiento”</i>.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Sin duda una excelente obra para cuestionar los límites de la razón y del uso que se pretende hacer de ella, y que llama a ser muy cauto ante los afanes “refundacionales” que llaman a dejar atrás lo aprendido a lo largo de siglos de prueba y error para reemplazarlo por un supuesto diseño consciente y deliberado producto de una inexistente mente superior.</div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-34246391456546652742015-01-31T00:50:00.002-03:002015-01-31T00:50:55.434-03:00¿Igualitarios o socialdemócratas?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyEt4O2GR9scjk9yWTs_M8mgLzy8HnkZKZSyobXCh4jp4wVLVdZioy1Aiy10w2YzDxUv_8xS-k1JoyABpAsArzxy1jFmoBirKBOQoGYiqe3btir768YJP4mFI_aldTVItHPJo3YW7AzJCW/s1600/JohnRawls.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyEt4O2GR9scjk9yWTs_M8mgLzy8HnkZKZSyobXCh4jp4wVLVdZioy1Aiy10w2YzDxUv_8xS-k1JoyABpAsArzxy1jFmoBirKBOQoGYiqe3btir768YJP4mFI_aldTVItHPJo3YW7AzJCW/s1600/JohnRawls.jpg" height="298" width="320" /></a></div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En una <a data-mce-href="http://www.ciudadliberal.cl/liberales-o-libertarios/" href="http://www.ciudadliberal.cl/liberales-o-libertarios/" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">columna</a> Cristóbal Bellolio responde a Jorge Gómez Arismendi acerca del “<a data-mce-href="http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/02/05/minimo-comun-liberal-la-libertad/" href="http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/02/05/minimo-comun-liberal-la-libertad/" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">mínimo común liberal</a>”. En su respuesta, Bellolio alude a que en realidad Gómez se refiere a la corriente filosófica conocida como “libertarianismo”, uno de cuyos máximos exponentes es el filósofo político Robert Nozick, y que él por su parte se refiere a la corriente llamada “liberalismo igualitario”, representada por pensadores como John Rawls, y que según Bellolio actualmente ES la corriente imperante en el liberalismo en el campo de la teoría política.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Sin entrar a discutir acerca de la apreciación que hace Bellolio en cuanto a los nombres de las corrientes y cuál de las dos supuestamente es la que realmente debiera llamarse “liberal”, resulta interesante enjuiciar el mínimo común que propone Bellolio en cuanto a su valor de idea debido al hecho de que de su lectura se infieren bastantes coincidencias con la socialdemocracia.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Primero, Bellolio responde a Gómez afirmando que <b style="color: black; line-height: 1.5;">“la teoría liberal contemporánea (desde Rawls en adelante) se toma muy en serio el problema de la justicia: cómo las condiciones de partida son determinantes en la distribución de recompensas que no pueden (ser) justificadas apelando al mérito”</b>. Es necesario detenerse en esto. En primer lugar, Bellolio parece asumir una suerte de determinismo social, en que las supuestas condiciones de partida (o la llamada “cuna”) serían determinantes en la distribución de recompensas. Seguramente los igualitarios podrían decir que hay evidencias y estadísticas que muestran que las personas pobres en general nunca dejan de ser pobres y las personas ricas en general nunca dejan de ser ricas, pero esto constituye una falacia <i style="border: none; line-height: 1.5;">cum hoc ergo propter hoc</i>, ya que atribuye causalidad a una mera correlación estadística. Para probar que existe una correlación estadística basta con tomar datos y buscar la correlación entre ellos, pero otra cosa muy distinta es asumir que dicha correlación indica una causalidad. Eso es una falacia, ya que correlación NO ES LO MISMO que causalidad. Para probar la causalidad se requiere acudir al método científico hasta llegar a determinar con cierto margen de certeza que cada vez que se presenta un antecedente le sigue un consecuente, como es el caso de la atracción gravitacional y la caída libre en el aire hasta llegar a tocar el suelo. Pero si acaso los igualitarios pretenden sugerir una relación de causalidad con el determinismo social, tienen un arduo trabajo ya que la carga de la prueba recae sobre ellos, pero se ve bastante difícil que puedan acudir al método científico para probar una supuesta causalidad que bien puede no existir. Mientras no se pruebe que existe tal causalidad, apenas puede contarse con que existe una correlación estadística, lo cual no dice mucho en sí mismo.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En segundo lugar, Bellolio pretende que las recompensas sean justificadas apelando al “mérito”, lo cual se conoce como “meritocracia”. Al hacer esto, lo que en el fondo se quiere significar es que la distribución de la propiedad resultante de los millones de intercambios simultáneos que ocurren día a día, debe estar sujeta a una pauta de resultado final, en que es el “mérito” de cada persona el criterio para determinar la recompensa o la cuota de propiedad que le corresponde. Esto lo acerca a la socialdemocracia en el sentido de que tal pauta de resultado final implica una organización de la sociedad desde arriba hacia abajo, en que los que están arriba determinan el “mérito” en cada caso particular y por consiguiente asignan las recompensas o cuotas de propiedad. Sin esto último, la pretensión de “meritocracia” queda imposibilitada de verse realizada ya que sin intervenir en el marco de las relaciones intersubjetivas, no es posible eliminar la arbitrariedad con que se toman las decisiones en el marco de dichas relaciones. Arbitrariedad que explica, por ejemplo, que un gerente contrate a un amigo suyo para un importante puesto ejecutivo en su empresa, sin importar “sus méritos”. Para poder impedir esto tendría que existir una ley que impida al gerente contratar a su amigo y lo obligue a poner un aviso de búsqueda de personal para contratar. Se ve entonces que los que están “arriba” no son más que los legisladores que hacen leyes para organizar la sociedad de acuerdo a ellas.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Continua Bellolio afirmando que <b style="color: black; line-height: 1.5;">“Por ello se les llama también liberal-igualitarios: son liberales que creen que las sociedades justas tienen una cierta obligación de redistribuir recursos y oportunidades. Al hacerlo, inevitablemente afectan la libertad individual de las personas”</b>. Nuevamente se acerca a la socialdemocracia con su idea de la redistribución de recursos, la cual solo puede hacer el Estado cobrando impuestos, y además le añade la redistribución de oportunidades, lo cual sugiere la existencia de leyes para determinar qué oportunidades les corresponden a quienes, lo cual como bien reconoce inevitablemente afecta la libertad individual de las personas. Con esto Bellolio se acerca a la socialdemocracia en sus formas institucionales, ya que la existencia de leyes para determinar qué recursos y oportunidades les corresponden a quienes, constituye una abierta interferencia del Estado sobre la sociedad civil, en que el Estado actúa como un verdadero configurador de la sociedad civil. Una característica de los llamados “Estados sociales de derecho” (forma Constitucional de la socialdemocracia) es que el Estado tiende a confundirse con la sociedad civil ya que interfiere abiertamente con ella y la configura, a diferencia de los Estados liberales de derecho en que el Estado está muy bien separado de la sociedad civil e interfiere muy poco con ella y de ninguna manera intenta configurarla. Pero lo que es más ambiguo y poco claro es la idea de “sociedades justas”. En su célebre “Leviathan”, Thomas Hobbes decía que <b style="color: black; line-height: 1.5;"><i style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">“La definición de injusticia no es otra sino ésta: el incumplimiento de un pacto. En consecuencia, lo que no es injusto es justo”</i></b>. De esta forma Hobbes asociaba la justicia a la observancia efectiva de los pactos y de dar a cada uno lo suyo en virtud de los mismos, pero donde no hay pactos no hay “suyo” y no hay justicia ni injusticia. Esta idea de justicia se conoce como “conmutativa”, a diferencia de la mal llamada “justicia distributiva” que Hobbes identifica como la de un árbitro que define lo que es justo en una controversia entre dos partes, idea que puede hacerse extensiva a cualquier grupo de personas. La idea de “sociedades justas” a la que alude Bellolio parece relacionarse con la equivocada noción de “justicia distributiva” en que un árbitro define lo que es justo de acuerdo a los “méritos” de cada uno.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Sigue Bellolio afirmando que <b style="color: black; line-height: 1.5;">“En esto seguimos a Sir Isaiah Berlin (uno de los liberales más notables del siglo XX) que sostenía que la libertad individual no siempre es la primera necesidad de todo el mundo. Hay veces en las cuales las urgencias de pan, techo y abrigo son más acuciantes. Esto no implica desplazar a la libertad de su prioridad. Significa reconocer la existencia de otros valores normativos (igualdad, solidaridad, paz social) que también merecen consideración en el arte de gobernar”</b>. Entiendo que Bellolio cuando cita a Berlin se mueve en el plano de las abstracciones, pero cuando aterriza su idea con las “urgencias de pan, techo y abrigo” yerra lamentable y rotundamente, ya que su aterrizaje solo puede entenderse en el marco de su intento de definir un mínimo común para un posible proyecto que él llama “liberal” en CHILE, pero en Chile esas necesidades están más que cubiertas en general. Por todas las estadísticas conocidas, la desnutrición ya no es un problema acuciante en Chile, sino que por el contrario ahora la obesidad aparece como un problema de salud para muchas personas. Y las necesidades de techo y abrigo también están más que cubiertas, con las lamentables excepciones de los indigentes que aún existen en Chile, que constituyen una realidad marginal, la excepción que confirma la regla, y de quienes se hace cargo de ayudar el Hogar de Cristo, una organización caritativa que funciona ¡sorpresa para los igualitarios! con aportes voluntarios en dinero y especies en vez de impuestos. Por otra parte, cuando alude a reconocer la existencia de “otros valores normativos que también merecen consideración en el arte de gobernar”, le queda pendiente justificar por qué dichos valores normativos deberían ser considerados en cada caso. Si de los casos de pan, techo y abrigo se trata, su ejemplo simplemente es no ha lugar en el caso de Chile.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Siguiendo con el tema de los impuestos, Bellolio señala que <b style="color: black; line-height: 1.5;">“Los liberales se distancian de los libertarios en este punto: nosotros creemos que la estructura tributaria es legítima en la medida que contribuya a la provisión de ciertos bienes públicos democráticamente acordados –educación, salud, vivienda- que nos permitan satisfacer condiciones básicas para que la competencia posterior tenga lugar en escenarios menos asimétricos y predeterminados por la suerte”</b>. Es decir, Bellolio apela a los fines que se persiguen con la recaudación de impuestos que luego serán gastados por el Estado en la provisión de “bienes públicos”, y esos fines son determinados por consenso democrático. Pero en esto Bellolio yerra ya que la democracia es una doctrina sobre la manera de determinar lo que será la ley, y el liberalismo una doctrina sobre lo que debiera ser la ley, como bien señaló Hayek en su conocida obra “Los fundamentos de la libertad”. Bellolio parece apelar a los procedimientos democráticos para determinar fines que legitimen el cobro de impuestos y su posterior uso para gasto fiscal por parte del Estado. Es decir, a Bellolio parece importarle más la forma en que se hacen las leyes que el contenido de las mismas, y en este caso el contenido apunta a la provisión de “bienes públicos” tales como educación, salud y vivienda gracias a los impuestos cobrados (progresivamente, lo más probable) a las personas naturales y jurídicas.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Pero es conveniente destacar que lo que Bellolio llama “bienes públicos” tales como educación, salud y vivienda, es lo que los abogados llaman “derechos sociales” o de segunda generación, los cuales implican una prestación del Estado a los ciudadanos que la exijan. Por definición los “bienes públicos” son aquellos en que no existe rivalidad en el consumo ni tampoco se puede excluir, el ejemplo clásico es la defensa nacional o la seguridad interna, en que se cobran impuestos para evitar el problema del “free rider”, que son personas que se verán beneficiadas por el uso del bien sin pagar por él, lo cual es una justificación teórica para cobrarles impuestos y así impedir que puedan beneficiarse de un bien por el cual no han pagado. Pero el problema es que los “bienes públicos” como educación, salud y vivienda a los que alude Bellolio, son bastante distintos que la protección policial o de las Fuerzas Armadas, ya que si bien la policía y las Fuerzas Armadas se financian con impuestos, su fin es meramente defensivo para impedir atropellos a la libertad negativa de las personas, en cambio la educación, la salud o la vivienda tienen como fin, en palabras de Bellolio <b style="color: black; line-height: 1.5;">“satisfacer condiciones básicas para que la competencia posterior tenga lugar en escenarios menos asimétricos y predeterminados por la suerte”</b>. Lo que los economistas llaman “bienes públicos”, en este caso los abogados les llaman “derechos sociales”, y en su versión socialdemócrata tienen como fin producir una suerte de igualación material de las rentas de los ciudadanos. Bellolio parece no apuntar a ese fin igualitarista en su forma “fuerte”, sino a una forma más “débil” de “satisfacer condiciones” para una “competencia posterior”. En esto Bellolio nuevamente se acerca a la socialdemocracia, ya que si bien dice perseguir un fin que no apunta a la igualación de resultados, los medios a los que apela son los mismos que los de la socialdemocracia, los (mal) llamados “derechos sociales”. Y también Bellolio cae abiertamente en la socialdemocracia cuando apela al consenso democrático para determinar fines que legitimen el cobro de impuestos distintos de los fines que cumplen por ejemplo la policía y las Fuerzas Armadas. No es casualidad que la palabra socialdemocracia esté compuesta de la palabra “social” y de la palabra “DEMOCRACIA”.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Pero la parte más desafortunada de la columna de Bellolio, es cuando afirma que <b style="color: black; line-height: 1.5;">“Si en Latinoamérica ya es difícil configurar un proyecto político (ideológico y electoral) de corte liberal, articular uno en torno a las ideas del libertarianismo es básicamente fantasioso. Los pocos libertarios que existen están en las bibliotecas (o participando del debate público como activamente lo hace Axel Káiser) y no en los Parlamentos”</b>. Y digo desafortunado porque parece asumir la necesidad de un proyecto electoral que busque conseguir escaños en el Congreso (Chile tiene Congreso y no Parlamento) para que así las ideas libertarias puedan realizarse. Y lo desafortunado es precisamente que Bellolio no parece otorgarle importancia a la hegemonía cultural en la formación de la llamada “opinión pública”, sino que parece creer que basta con tener un diputado o senador que legisle para así supuestamente llevar a la práctica las ideas libertarias por medio de leyes. El problema es que las leyes no cambian la idiosincrasia ni los usos y costumbres arraigados.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En Chile desde el 2011 se instaló en la opinión pública la idea de que la desigualdad es intrínsecamente negativa, se satanizó el lucro y se asumió que “el abuso” es la regla en las relaciones de intercambio entre las empresas y los ciudadanos, y los políticos de izquierda a derecha comenzaron a responder a estos fetiches discursivos asumiendo como válidas las premisas en que se basaban y jamás enjuiciando esos fetiches como valor de idea, y lo que es peor aún, presentando proyectos de ley asintiendo con las demandas derivadas de los mismos. Los centros de estudio poco hicieron para controvertir y rebatir los eslóganes que demonizaban la desigualdad y el lucro y que denunciaban “el abuso”, y los medios de comunicación se sumaron a las voces cantantes que reclamaban indignadas contra la desigualdad, el lucro y “el abuso”. Es decir, la hegemonía cultural jugó un papel preponderante en la instalación de estos eslóganes, que son los arietes discursivos con los que la izquierda política retornó al poder y con los que posiblemente desarticule todo el entramado institucional existente en Chile desde el retorno a la democracia. Pero lo más lamentable es que nadie fue capaz de alzar la voz con firmeza y salir al paso y controvertir ese discurso ni menos de enjuiciarlo en su valor de idea y denunciar su falsedad. Es decir, simplemente fue una batalla que nunca se dio. Y nunca se dio porque ni los centros de estudio con ideas supuestamente contrarias fueron capaces de alzar la voz en contra, ni menos lo hicieron supuestos políticos “liberales” como Lily Pérez, que se ha dedicado a satanizar el lucro. Con esto queda claro que los políticos en el Congreso reaccionan a las voces campantes que surgen desde la hegemonía cultural en vez de liderar el debate público discutiendo abiertamente la validez de los argumentos y el valor en cuanto a idea de esas voces.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Es por esto que tiene poco valor que exista un diputado o senador en el Congreso que supuestamente pretenda materializar una agenda legislativa que plasme ideas de corte libertario si la hegemonía cultural es hostil y contraria a esas ideas. Es mucho más importante disputar abiertamente la hegemonía cultural y controvertir y enjuiciar en cuanto a su valor de idea los eslóganes contrarios a la desigualdad, el lucro y que denuncian “el abuso”. Es un trabajo “de hormiga” y que requiere mucha paciencia y dedicación, pero que es la siembra que en el mediano o largo plazo será cosechada y rendirá sus frutos, como bien puede atestiguar la izquierda política con su aplastante triunfo en las elecciones Presidenciales y legislativas del año pasado. Esos frutos bien pueden ser elegir diputados y senadores que materialicen una agenda legislativa que plasme esas ideas. Pero si han sido elegidos es porque hay una base sólida en la hegemonía cultural que es receptiva y afín a esas ideas. Es decir, no se construye sobre el fango. Se construye sobre una base con cimientos sólidos.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Finalmente, es menester cerrar esta columna enjuiciando una de las afirmaciones iniciales de Bellolio, que dice “<b style="color: black; line-height: 1.5;">yo afirmo que la libertad tiene prioridad pero puede ser restringida cuando la sociedad elabora justificaciones a la altura”</b>. El lenguaje de Bellolio es engañoso y poco claro al apelar a “la sociedad”, ya que lo que él llama “la sociedad” en la práctica política es un cuerpo legislativo de diputados y senadores que supuestamente “representan los intereses de la sociedad”, pero esto es una ficción. Es imposible que un diputado o senador pueda representar los múltiples intereses divergentes de todas las personas que conforman la sociedad. Por el contrario, lo que hacen los diputados y senadores es darle prioridad a algunos intereses por sobre otros, tratando de dar “justificaciones a la altura” para esa priorización, pero el problema es que “la altura” queda definida según la voluntad de los legisladores, y de esa forma, siguiendo a Bellolio, la libertad puede ser restringida siguiendo un procedimiento democrático de votación de mayoría. Pero aquí es necesario detenerse. ¿Cuál es la legitimidad de que un cuerpo legislativo que no puede representar EFECTIVAMENTE los múltiples intereses divergentes de todas las personas, restrinja la libertad de personas a las que no puede representar efectivamente? ¿Por qué tiene que aceptarse una restricción de la libertad en virtud de un simple procedimiento democrático de votación de mayoría, si el liberalismo es una doctrina sobre lo que debiera ser la ley y no sobre la manera de determinar lo que será la ley? ¿Si intentara salvarse el problema de la representación acudiendo a la democracia directa, por qué habría que estar dispuesto a someter las restricciones a la libertad a una votación en que una mayoría decida que desea restringir la libertad en detrimento de la minoría? ¿Qué sucedería si la minoría no estuviera dispuesta a someter tales restricciones a votación? ¿La mayoría estaría facultada para obligarla en caso de que no estuviera dispuesta? ¿Es esto legítimo? Posiblemente los igualitarios responderían que la minoría tiene que estar dispuesta a someter las restricciones de sus libertades a votación, y si no está dispuesta, no importa porque se le obligará a hacerlo de todas formas. Las únicas restricciones a la libertad legítimas son las que las personas se autoimponen en virtud de los pactos que han suscrito con terceros o en virtud del daño que podrían causar o que han causado a terceros. Apelar a un procedimiento democrático para restringir la libertad solo deja entrever el poco aprecio que el llamado “liberalismo igualitario” tiene por la libertad en su sentido negativo.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Así entonces, el llamado “mínimo común igualitario/socialdemócrata” podría sintetizarse como <b style="color: black; line-height: 1.5;"><i style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">“Reconocemos que la libertad no es el valor supremo y siempre estamos dispuestos a restringirla cuando el procedimiento democrático elabora justificaciones a la altura, ya sea en virtud de la </i></b><b style="color: black; line-height: 1.5;"><i style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">igualdad, solidaridad, o la paz social, y siempre estamos dispuestos a coartar la libertad negativa de unos en beneficio de la libertad positiva de otros, estén o no estén de acuerdo los primeros ya que la democracia legitima los fines por los cuales se coarta su libertad”.</i></b></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-57478401220032033572015-01-31T00:43:00.002-03:002015-01-31T00:43:49.704-03:00Meritocracia ¿De qué están hablando?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy0Van_CCN0o5gMoKOeZZBQkJWzB38e0mcUXjHBZdg6i44iuZSLZlSU6w78RxWkWRvUOrou87ti7nqVg1IhZ9GbLAgovMXlc8C0lbKWdVL4JKTVpYdaqF5FV1aSKiroaw9eG_c73PNhO2R/s1600/NE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy0Van_CCN0o5gMoKOeZZBQkJWzB38e0mcUXjHBZdg6i44iuZSLZlSU6w78RxWkWRvUOrou87ti7nqVg1IhZ9GbLAgovMXlc8C0lbKWdVL4JKTVpYdaqF5FV1aSKiroaw9eG_c73PNhO2R/s1600/NE.jpg" height="143" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">El sábado 18 de enero de 2014 surgió una polémica difundida por las redes sociales debido a las declaraciones del ex Ministro de Hacienda del Presidente Ricardo Lagos, Nicolás Eyzaguirre, <a data-mce-href="http://impresa.elmercurio.com/pages/newsdetail.aspx?dt=2014-01-18&PaginaId=8&BodyID=3&tipoPantalla=undefined" href="http://impresa.elmercurio.com/pages/newsdetail.aspx?dt=2014-01-18&PaginaId=8&BodyID=3&tipoPantalla=undefined" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">recogidas por el diario El Mercurio</a> y en las cules llamó “idiotas” a varios de sus ex compañeros de generación quienes actualmente ocupan cargos de gerencias en empresas privadas. Las palabras textuales de Eyzaguirre fueron: <em style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">"Yo fui a un colegio cuico. Fui al Verbo Divino, y les puedo decir que muchos de mi clase eran completamente idiotas; hoy día son gerentes de empresas. Lógico, si tenían redes. En esta sociedad no hay meritocracia de ninguna especie"</em>.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Rápidamente surgieron reacciones de distintos actores, muchos rasgando vestiduras por la falta de “meritocracia” en Chile y el supuesto hecho de que la “cuna” decide el destino de quienes nacen con ventajas relativas debido a la posición de sus progenitores en la escala social. Surge entonces la pregunta, ¿qué se entiende por “meritocracia”? El consenso respecto a esta idea gira más o menos en torno a que los dividendos de la participación social, llámese “premios”, deberían estar distribuidos de acuerdo a una pauta de resultado final determinada de acuerdo a los "méritos" de cada persona que interactúa con otras en la sociedad. Si se busca la definición de “mérito” en el diccionario de la real academia española, se puede encontrar lo siguiente:</span></div>
<ol style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin: 0px 0px 24px 1.5em;">
<li style="line-height: 1.5;"><div align="JUSTIFY" style="line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">m. Acción que hace al hombre digno de premio o de castigo</span></div>
</li>
<li style="line-height: 1.5;"><div align="JUSTIFY" style="line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">m. Resultado de las buenas acciones que hacen digna de aprecio a una persona</span></div>
</li>
<li style="line-height: 1.5;"><div align="JUSTIFY" style="line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">m. Aquello que hace que tengan valor las cosas</span></div>
</li>
</ol>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Destacan las nociones de “premio”, “buenas acciones”, y lo más importante, “valor”, En suma, se alude a que existen ciertas “buenas acciones” que son susceptibles de ser valoradas por otros y por consiguiente premiadas. A esto puede agregársele la idea de que los “talentos” y el “esfuerzo” son una razón que justifica el reclamar un premio por poseer ese talento y haber desplegado ese esfuerzo. El problema central, el quid del asunto está en la valoración de aquellas “buenas acciones”, o de aquellos “talentos” o “esfuerzos”. Y digo problema para quienes claman por meritocracia ya que dichas valoraciones son eminentemente subjetivas. De la misma forma en que la teoría del valor subjetivo nos dice que el valor de cambio de los objetos está en la mente de quien los adquiere y no en el objeto mismo, análogamente el valor que una persona asigna a los talentos o a los esfuerzos de otros TAMBIEN es subjetivo y no está en ni en las “buenas acciones” ni en los “talentos” ni en los “esfuerzos” de otros, sino que está en la mente de esa persona. Basta ver las diferencias de opinión que se pueden encontrar acerca de cualquier persona. Quizás en algunos casos las opiniones puedan coincidir o converger, pero es muy difícil que haya una opinión unánime compartida por todos. Apenas se puede reconocer como algo OBJETIVO el nombre de una persona, su sexo y su edad. Cualquier valoración que se haga de ella o de sus acciones es subjetiva.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Si se acepta entonces la subjetividad en las valoraciones, la idea de la meritocracia queda más bien vacía de contenido, ya que los defensores de la meritocracia apelan a una supuesta “objetividad” para definir pautas de resultado final según las cuales deberían estar distribuidos los dividendos o “premios” de la interacción social. Pero el problema es la falsa “objetividad”, porque como ya se dijo no hay tal objetividad y lo que hay en cambio es una subjetividad en las valoraciones que cualquier persona hace sobre otras personas y sobre sus acciones. Así entonces, a los defensores de la meritocracia no les queda más que aceptar dicha subjetividad y renunciar a una supuesta objetividad inexistente. Pero dicha renuncia y dicha aceptación implican que la arbitrariedad pasa a jugar un rol importante. Basta ver los altos cargos ejecutivos que pueden a veces alcanzarse por amistad en la empresa privada, comúnmente llamados “pitutos”, o las suculentas sumas de dinero que cobran personajes de farándula por exponer sus escándalos en programas de televisión. Seguramente algunos podrán decir que los ejecutivos en cuestión o los rostros de farándula no han hecho “suficientes méritos” para ser acreedores de ostentar tales cargos y recibir tales sumas de dinero, pero la respuesta es que en estricto sentido no necesitan tener tales méritos. Basta con que los dueños de las empresas (o sus directores) o el dueño del canal de televisión estén dispuestos a contratarlos en esos cargos y a pagarles millonarias sumas de dinero. Ellos no necesitan valerse más que de su libertad y su consiguiente arbitrariedad para contratar y pagar tales sumas, y esto mismo vale para cualquier relación contractual en que un empleador paga a un trabajador o en que dos sujetos intercambian bienes o servicios, y esto por cierto incluye los peyorativamente llamados “pitutos”, respecto a los cuales el cientista político Cristóbal Bellolio llamó a “<a data-mce-href="http://www.publimetro.cl/nota/politico/cristobal-bellolio-y-la-polemica-de-eyzaguirre-acorralar-la-cultura-del-pituto-es-uno-de-los-desafios-como-pais/xIQnau!Z9AR4pokqGhvM/" href="http://www.publimetro.cl/nota/politico/cristobal-bellolio-y-la-polemica-de-eyzaguirre-acorralar-la-cultura-del-pituto-es-uno-de-los-desafios-como-pais/xIQnau!Z9AR4pokqGhvM/" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">acorralar la cultura del pituto</a>”. Y también vale para las herencias, ya que un hijo puede no necesitar tener ningún talento ni desplegar ningún esfuerzo para que sus padres decidan heredarle su patrimonio en virtud del amor o el cariño que tienen por él o incluso en virtud del puro capricho. Lo que valida la herencia es el simple deseo de los progenitores de ceder su patrimonio a sus hijos estando en pleno uso de sus facultades. Pretender suprimir la arbitrariedad para actuar y decidir en el marco de las relaciones intersubjetivas es una gran amenaza a la libertad individual. Es absolutamente irrelevante el mérito o la falta de este ya que eso no es lo que legitima los títulos de propiedad adquiridos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Entonces, si las “buenas acciones” o los “talentos” o “esfuerzos” no son un criterio necesario para legitimar los títulos de propiedad adquiridos, ¿cuál podría ser un criterio? La respuesta liberal se puede encontrar en la famosa obra del filósofo político Robert Nozick “Anarquía Estado y utopía”, en la cual el autor desarrolla el llamado principio de justicia en la transferencia, el cual en breve estipula que la propiedad se transfiere legítimamente de una parte a otra si se observan tres reglas en el procedimiento de intercambio (esto mismo vale para los obsequios o regalos): no incurrir en fraude, no hacer uso de la violencia y no aprovecharse del error de una de las dos partes que acuden a intercambiar. La máxima que sintetiza este principio puede resumirse </span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">en palabras sencillas como </span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><b style="color: black; line-height: 1.5;">“De cada quien como escoja, a cada quien como es escogido”</b></i></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Bajo estas premisas, la distribución aleatoria que resulta de millones de intercambios simultaneos NO PUEDE atribuirse a las acciones individuales de ningún sujeto de aquellos que participan en los intercambios, y por lo tanto no obedece a ninguna pauta de resultado final. La justicia o injusticia solo puede atribuirse a acciones individuales con un propósito determinado, no puede atribuirse a situaciones que no han sido concebidas por nadie en particular, tal como es el caso de la distribución no pautada resultante de millones de intercambios simultáneos. Por lo tanto, es un completo sinsentido hablar de “resultados justos”. Solo existen procedimientos justos derivados de acciones individuales justas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">La máxima enunciada por Nozick contrasta radicalmente con aquella máxima socialista que dice “De cada cual según su capacidad; a cada cual según su necesidad”. Esta máxima socialista perfectamente podría modificarse reemplazando la palabra “necesidad” por la palabra “mérito” como la pauta de resultado final según la cual hay que distribuir "a cada cual" (nótese la importancia de la preposición "a"). La diferencia al hacer este reemplazo es que ahora el supuesto criterio para distribuir los dividendos de la interacción social bajo una pauta de resultado final ya no es la “necesidad” y la “igualdad de resultados” en su versión socialista ortodoxa, sino que el “mérito”. Se reemplaza la “necesidad” por el “mérito” como el motivo por el cual se reclama una recompensa o premio determinado. O dicho más sucintamente, se reemplaza la “necesidad” por el “mérito” como fuente de derechos. Pero los derechos subjetivos no emanan ni de las necesidades ni de los méritos. Los derechos subjetivos emanan de los pactos consentidos entre dos sujetos, o de la benevolencia de un sujeto para con otro o del daño que un sujeto inflige a otro.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">El problema con el mérito, como ya se dijo, es que las valoraciones de las personas y de sus acciones son subjetivas, y por otra parte cuando se cuestiona un título de propiedad adquirida porque supuestamente no hay “mérito”, quienes pretenden deslegitimar dichos títulos de propiedad, pasan a la ofensiva y trasladan la carga de la prueba del “mérito” a quienes han adquirido la propiedad, y por ende estos últimos quedan a la defensiva. Lo que en el fondo se busca es desacreditar la actual distribución de la propiedad para poder proceder luego a reorganizar la sociedad y redistribuir la propiedad de acuerdo a un criterio que se considera como "justo": las necesidades, en el caso de los socialistas, y el "mérito", en el caso de los meritócratas. Por el contrario cuando se considera un criterio como el principio de justicia en la transferencia, quienes pretenden deslegitimar los títulos de propiedad adquiridos deben asumir la carga de la prueba y demostrar que dichos títulos están viciados en el procedimiento de su adquisición debido a la ocurrencia de fraude, violencia o error. Quienes han adquirido los títulos de propiedad no deben demostrar la legitimidad del procedimiento de adquisición, sino que por el contrario la carga de la prueba recae en quienes los cuestionan, tal como en la justicia penal, cuando se imputa un delito a un acusado, la carga de la prueba recae sobre quien hace la acusación al imputado, y debe probar con evidencias fehacientes que el imputado efectivamente cometió el delito del cual lo acusa. Si no hay evidencias suficientes que se puedan exhibir en un debido proceso, entonces el imputado es declarado inocente por falta de pruebas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">De esta misma forma, cuando se cuestiona la legitimidad de un título de propiedad adquirido, si no se prueba fuera de toda duda que la transferencia de propiedad estuvo viciada en su procedimiento por la ocurrencia de fraude, violencia o error, entonces el procedimiento puede asumirse como legítimo y el título de propiedad también, con lo cual el intento de deslegitimación pierde toda fuerza tal como una falsa acusación de un delito después de un juicio en que no se pudo demostrar la culpabilidad con evidencias. Estos usos y costumbres son parte de la cultura de occidente por ya varios siglos, y han demostrado ser pilares fundamentales de la administración de justicia en un Estado de derecho. Sabemos que el fraude, el uso de la violencia y el aprovechamiento del error son valorados negativamente por los usos y costumbres vigentes por convención y por consiguiente son castigados y deben serlo en aras de mantener una convivencia civilizada y armoniosa. La causa de la libertad sufriría un gran retroceso si estos criterios fueran reemplazados por la falacia consecuencialista de aducir “resultados injustos” o la “falta de mérito”. No hay ni resultados injustos ni falta de mérito, solo hay procedimientos justos y esto es lo que un buen liberal debiera defender públicamente y sin vacilaciones.</span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-73845220182102448652015-01-31T00:39:00.002-03:002015-01-31T00:39:48.796-03:00Reseña del libro “La revolución inconclusa” de Joaquín Fermandois<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJS6nM585_Kdnlh69vxFX-n6RyMoMJCfXXa4wJrrzmRo4B8QdVi4Z43hBl_q0ESG0_U6CtXvmAC2OgC0e346FSI7nietD4Io1j35QPTEUQAjxxkCYkduqAtJL3HtSUVqqMnH4yD7rMjKRI/s1600/portadala-revolucion-inconclusa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJS6nM585_Kdnlh69vxFX-n6RyMoMJCfXXa4wJrrzmRo4B8QdVi4Z43hBl_q0ESG0_U6CtXvmAC2OgC0e346FSI7nietD4Io1j35QPTEUQAjxxkCYkduqAtJL3HtSUVqqMnH4yD7rMjKRI/s1600/portadala-revolucion-inconclusa.jpg" height="320" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">En septiembre del año 2013 se cumplieron 40 años desde el golpe de Estado que derrocó al gobierno de la Unidad Popular encabezado por el Presidente Salvador Allende. Durante las semanas previas al 11 de septiembre los medios de comunicación difundieron profusamente documentales y reportajes sobre algunos de los hechos acontenidos durante el gobierno de la Unidad Popular, durante el mismo golpe de Estado y también durante la dictadura que sucedió al mismo. Desafortunadamente algunos de estos programas, como por ejemplo “Imágenes prohibidas” de Chilevisión, presentaron una visión maniquea y parcial de una época histórica que sin duda es un objeto de estudio para los historiadores y los cientistas sociales.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Pues bien, el connotado historiador </span><a data-mce-href="http://historia.uc.cl/Planta-Academica/fermandois-joaquin.html" href="http://historia.uc.cl/Planta-Academica/fermandois-joaquin.html" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank"><span lang="ES-TRAD" style="color: #444444; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" lang="ES-CL" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Joaquín Fermandois</span></span></a><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"> dedicó </span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 1.5;"><a data-mce-href="http://www.caras.cl/sociedad/joaquin-fermandois-su-historia-de-la-up-y-el-golpe/" href="http://www.caras.cl/sociedad/joaquin-fermandois-su-historia-de-la-up-y-el-golpe/" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank"><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" lang="ES-CL" style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">tres años</span></a></span><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"> a escribir su obra llamada “La revolución inconclusa”, editada por el Centro de Estudios Públicos (CEP) y lanzada en las semanas previas al 11 de septiembre de este año. El resultado de este trabajo es un voluminoso libro que arroja muchas luces sobre todo el proceso histórico que culminó el 11 de septiembre de 1973. Se trata de un trabajo muy serio y riguroso, lo que se advierte tanto por el tiempo que le tomó al autor completarlo, como por la gran cantidad de material bibliográfico que consultó, lo que queda de manifiesto en la gran cantidad de citas al pie de página en cada capítulo.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Es importante entender que el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 no fue un simple accidente en el espacio tiempo, sino que fue la culminación de un proceso histórico que puede entenderse como una línea continua en el tiempo, de antecedentes y consecuentes que llevan de unos hechos a otros. Y eso es lo que hace precisamente este libro, adentrarse en las posibles causas, en los antecedentes de dicho proceso histórico.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">En su comienzo, el libro se adentra en los orígenes de lo que se ha llegado a conocer como la “izquierda” y la “derecha” en Chile desde el siglo XIX. Así se llega a conocer el origen de los dos principales partidos de la Unidad Popular, el Partido Comunista y el Partido Socialista. Como bien explica el autor, Chile en aquellas décadas del siglo XX no fue indiferente a esa gran confrontación política, económica y cultural, conocida como “Guerra fría”, entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Este último país había pasado a ser un referente y “modelo” para el Partido Comunista chileno. Luego, en 1959 en Cuba fue derrocado el dictador Fulgencio Batista y asumieron el poder las fuerzas revolucionarias encabezadas por Fidel Castro. Así entonces, la Cuba revolucionaria llegaría a ser el referente o “modelo” del Partido Socialista chileno, que fue radicalizando sus posturas, pasando por el conocido Congreso de Chillán en 1967 y enviando a parte de su juventud de base a Cuba para recibir entrenamiento militar. Tomó forma la tesis de la “vía armada” como una forma válida de conquistar el poder político.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Así, pasando por el gobierno de Eduardo Frei Montalva entre 1964 y 1970, se llega a las elecciones de 1970, en que resultó electo Salvador Allende por la Unidad Popular. De la lectura del libro se desprende que los intentos por impedir la asunción al poder de Salvador Allende finalmente se toparon con la dificultad de que no había razones de peso que pudieran justificar romper con la tradición histórica de que el Congreso nombraba como Presidente a la primera mayoría relativa de las elecciones presidenciales, como había sido la usanza cada vez que un canditato no alcanzaba la mayoría absoluta. Los intentos por provocar una crisis que impidiera que el Congreso nombrara a Allende tuvieron un abrupto y trágico final con el brutal asesinato del comandante en jefe del Ejército, general René Schneider Chereau, quien había asentado la doctrina de que el Ejército sería obediente y no deliberante y respetaría la institucionalidad existente. Estas acciones no fueron más que intentos desesperados por impedir algo que no había forma de impedir por cauces regulares y normales a la usanza de la institucionalidad y la tradición de entonces.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Y es aquí donde se llega a los capítulos más importantes de esta obra. Desde la campaña, el programa de la Unidad Popular planteaba una transformación radical de la sociedad, que llamaba como “vía chilena al socialismo”, la cual<span data-mce-style="mso-spacerun: yes;" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"> </span>terminaría en una revolución siguiendo los referentes o “modelos” en que se inspiraban los partidos de la Unidad Popular: Cuba, la Unión Soviética, Alemania Oriental y los llamados “socialismos reales” de Europa Oriental. Y aquí también es donde surge una interrogante clave: <b data-mce-style="mso-bidi-font-weight: normal;" style="color: black; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">¿qué esperaba Allende y la Unidad Popular de aquellos sectores de la sociedad que se oponían a su gobierno y a su programa, y que sin lugar a dudas verían afectados sus intereses y hasta su propia supervivencia (no necesariamente de su vida, sino que de su existencia como clase social)?</b> En la página 375 se cita parte del discurso de Allende ante el Congreso el 21 de mayo de 1971 en el tradicional Mensaje presidencial a la nación. En ese día Allende dijo (cita textual):</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b data-mce-style="mso-bidi-font-weight: normal;" style="color: black; line-height: 1.5;"><i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">“Nuestro sistema legal debe ser modificado. De ahí la gran responsabilidad de las Cámaras en la hora presente: contribuir a que no se bloquee la transformación de nuestro sistema jurídico. Del realismo del Congreso depende, en gran medida, que a la legalidad capitalista suceda la legalidad socialista conforme a las transformaciones socioeconómicas que estamos implantando, sin que una fractura violenta de la juridicidad abra las puertas a arbitrariedades y excesos que, responsablemente, queremos evitar”</span></i></b><b data-mce-style="mso-bidi-font-weight: normal;" style="color: black; line-height: 1.5;"></b></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Estas palabras arrojan luces reveladoras de las intenciones de Allende y la UP para con sus adversarios. Es imposible no entender dichas palabras como una amenaza velada a quienes pensaran oponerse a los objetivos del gobierno de la UP y de su programa. <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“Contribuir a que no se bloquee la transformación de nuestro sistema jurídico”</i> para que así <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“a la legalidad capitalista suceda la legalidad socialista”</i> no puede entenderse sino como un llamado a la “colaboración” pero con la gran salvedad de que nunca se toma en cuenta si las Cámaras del Congreso estarían de acuerdo en “colaborar” ni tampoco parece haber una intención de preguntarles si están de acuerdo. Conviene recordar que la UP nunca tuvo mayoría en ninguna de las cámaras del Congreso, dividida en los “tres tercios” de aquel entonces, y en que finalmente dos de esos tercios terminaron unidos contra el otro, vale decir, la Democracia Cristiana se unió al Partido Nacional para frenar a la UP en una relación que podría entenderse más bien como un matrimonio de conveniencia o una alianza estratégica que como una convergencia política que compartiera principios de fondo, aparte de preservar lo que Fermandois llama “el modelo occidental” de la democracia. Como el autor bien dice en la página 745, <b data-mce-style="mso-bidi-font-weight: normal;" style="color: black; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">“la derecha nunca se sintió del todo segura en su alianza con la Democracia Cristiana, que a fin de cuentas fue tan necesaria para su propia supervivencia. Al mismo tiempo, tenía conciencia de que la situación era precaria, conciencia compartida por los democratacristianos”</i></b>. Parece que se cumplió ese antiguo adagio de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Al final de esas palabras Allende apelaba a “evitar arbitrariedades y excesos” producto de “una fractura violenta de la juridicidad”. Es decir, el Presidente sugería que si el Congreso, en el cual no tenía mayoría, no daba luz verde a su programa, entonces podría producirse “una fractura violenta de la juridicidad” que llevara a “arbitrariedades y excesos” que “responsablemente querían evitar”. ¿Qué era esto sino una amenaza velada? Fácilmente puede entenderse la amenaza del mensaje como “si el Congreso bloquea la transformación del sistema jurídico, entonces se producirá una fractura violenta de la juridicidad, que llevará a arbitrariedades y excesos”. Y claro, para evitar “responsablemente” esas “arbitrariedades y excesos” es que el Congreso no debía bloquear la transformación del sistema jurídico.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Pero lo que sucedió durante los tres años del gobierno de la Unidad Popular fue que los adversarios de Allende y la UP simplemente no estuvieron dispuestos a entregarse y dejar que arrasaran con ellos, sino que se sintieron amenazados y acorralados y hasta luchando por su propia supervivencia en una batalla por el todo o nada. Esto ocurrió no solo con la alianza instrumental en el Congreso entre la DC y el Partido Nacional, que se manifestó de múltiples formas, una de las cuales fue la Reforma Constitucional de las Tres Areas de la economía, que ponía un freno a las intenciones de la UP de continuar estatizando la economía en la llamada “Área de Propiedad social” que concentraba las empresas requisidas e intervenidas por el Estado. Otra de las manifestaciones de esta alianza fueron las múltiples acusaciones constitucionales contra los ministros del gobierno del Presidente Allende, ante lo cual este respondía simplemente nombrando al ministro destituido a cargo de otro ministerio, maniobra conocida como “enroque”, tal como la jugada de ajedrez. Es decir, la oposición al gobierno usaba un mecanismo pensado para casos excepcionales y el gobierno respondía con un resquicio permitido por la Constitución de 1925.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Pero la práctica de los “resquicios legales” fue inaugurada por el mismo gobierno, cuando comenzó a hacer uso masivo del </span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 1.5;"><a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=6157" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=6157" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank"><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" lang="ES-CL" style="color: #444444; font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Decreto 520 de 1932</span></a></span><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"> para requisar múltiples empresas privadas. Este Decreto tuvo su origen en la breve “República socialista” de 1932, es decir, no tenía un origen Constitucionalmente legítimo, y permitía al Presidente de la República requisar o intervenir alguna empresa que se encontrara paralizada para evitar la escasez derivada de su falta de producción. Este uso estaba pensado para circunstancias puntuales, y de hecho no hay registro que se haya hecho un uso frecuente del mismo entre 1932 y 1970. Es más, casi no hay antecedentes que se haya hecho uso de él hasta que asumió el gobierno de la Unidad Popular en 1970.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">El estratega jurídico que se encargó de justificar el uso masivo de este Decreto fue el jurista Eduardo Novoa Monreal. Básicamente las fuerzas políticas de la Unidad Popular instigaban a los sindicatos de las empresas para que provocaran un conflicto obrero y paralizaran la industria, y así el gobierno tenía el pretexto que necesitaba para requisar las empresas en cuestión. Otras veces simplemente los sindicatos se declaraban en huelga o se tomaban las empresas por su propia cuenta sin instigación alguna, y esto nuevamente era aprovechado por el gobierno para requisar las empresas. Y otras veces simplemente se buscaba alguna falta de acuerdo al reglamento del Decreto para que la empresa fuera intervenida y/o requisada. ¿Qué clase de práctica jurídica era esta? ¿De qué forma podía responder jurídicamente la oposición de aquel entonces si no era con recursos similares, como acusar sucesivamente a los ministros del gobierno para destituirlos? Tal como en la física toda fuerza de acción provoca una fuerza de reacción, en un sistema político también toda acción política tiene como respuesta una reacción política. Es simplemente iluso pretender que cuando se recurre a tácticas o estrategias de mala fe, los adversarios no terminen tarde o temprano haciendo lo mismo, sobre todo bajo un cuadro de creciente tensión y polarización como al que arrastró al país el gobierno de la Unidad Popular.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Fermandois relata con gran claridad cómo fue que las intenciones y las acciones del gobierno y de sus líderes fueron alienando y enrabiando a vastos sectores de la población, principalmente a las clases altas, medias altas y medias de aquel entonces. Estos sectores simplemente terminaron saliendo a luchar a la calle, lo cual sucedió por primera vez con la “marcha de las cacerolas vacías” durante la visita de Fidel Castro a fines de 1971. Desde ahí hasta el 11 de septiembre de 1973 la “batalla por la calle” no terminaría más. Once meses más tarde tendría lugar un episodio clave y que probablemente fue el punto de inflexión que selló el destino de Allende y su gobierno: el paro de los transportistas y de los gremios de octubre de 1972. Los transportistas y los gremios simplemente sentían que se jugaban el todo por el todo, y recurrieron a un recurso de fuerza. Para salir de la crisis, Allende nombró un gabinete compuesto por tres ministros que eran oficiales de las Fuerzas Armadas, siendo el plato fuerte el nombramiento del general Carlos Prats como Ministro del Interior. Con esto simplemente se rompió la tradición de que las Fuerzas Armadas no intervenían directamente en la política contingente. Además, los dirigentes de la UP sabían que el general Prats simpatizaba con los objetivos de la UP y también simpatizaba con Salvador Allende.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; tab-stops: 45.8pt 91.6pt 137.4pt 183.2pt 229.0pt 274.8pt 320.6pt 366.4pt 412.2pt 458.0pt 503.8pt 549.6pt 595.4pt 641.2pt 687.0pt 732.8pt;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Y después de estos episodios clave, el libro relata cómo los hechos comenzaron a desencadenarse hasta llegar al golpe de Estado como una perfecta pendiente resbaladiza. Primero con las elecciones parlamentarias de marzo de 1973, en que resultó ganadora la oposición y en cuya campaña resultaron muertos casi una decena de adherentes de ambos bandos en disputa más una decena de heridos, con una retórica fuertemente polarizada y en que ya ambos bandos habían pasado de ser adversarios a ser enemigos. Luego se sucedieron las protestas por el intento del gobierno de imponer la “Escuela Nacional unificada” (ENU), que fue resistida por las federaciones de estudiantes secundarios y universitarios y, lo que fue más inesperado, por oficiales de las Fuerzas Armadas, representados por la voz del contraalmirante Ismael Huerta Díaz. Siguió la huelga de los mineros de El Teniente, apoyada por la oposición. Entre tanto, continuó la disputa por la Reforma de las Tres Areas, que quedó sin resolver hasta el mismo 11 de septiembre de 1973.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Y finalmente, el evento que como el mismo Fermandois dice, fue una divisoria de aguas en las Fuerzas Armadas: el “tancazo” del 29 de junio de 1973, en que una unidad del Regimiento Blindados N°2 del Ejército se sublevó y avanzó con sus tanques hacia el Palacio de La Moneda. Esta sublevación fue finalmente sofocada por el mismo general Prats, pero las fuerzas que le dieron origen en las Fuerzas Armadas no fueron acalladas. A esas alturas ya varios oficiales de las tres ramas (Ejército, Armada, Fuerza Aérea) habían llegado al convencimiento de que había que “hacer algo”. Aquí estuvo el origen de la deliberación abierta dentro de las Fuerzas Armadas y que culminaría con el golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973. En el camino, el general Carlos Prats perdió todo apoyo dentro del Ejército y se vio forzado a renunciar, con lo que Allende y la UP perdieron a su único aliado militar importante. Paralelamente, a fines de julio de 1973, se desencadenó el paro final de los transportistas y prácticamente todos los gremios en que se agrupaban las empresas privadas que no habían sido requisadas. A esas alturas la suerte ya estaba echada.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Llegados a este punto, cabe preguntarse, ¿se podría haber evitado llegar a esto? ¿Había alguna alternativa? De la lectura de las páginas del libro, se desprende que no había mucho margen para un acuerdo que posibilitara una salida a la crisis. Los únicos acercamientos entre las partes en disputa fueron las negociaciones entre Salvador Allende y el Presidente de la Democracia Cristiana, Patricio Aylwin, a fines de julio de 1973 y durante algunas semanas de agosto. La derecha simplemente no fue considerada como un interlocutor por Allende y la UP. Estas negociaciones fracasaron simplemente porque eran demasiados los puntos en disputa y no había una voluntad real de ninguna de las dos partes por transar para acercarse con la otra. El foso de desconfianza ya era demasiado grande a esas alturas, y como Fermandois señala <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“el desarrollo de la vida pública durante la Unidad Popular acentuó hasta lo inverosímil el combate político feroz, sin pausa, a veces adornado por las frases y alusiones humanistas de Allende, en lo personal por su humor y encanto, pero que no eran más que pequeños botones que se marchitaban rápido en el vértigo de odio de esos años”</i>. Ni la UP estaba dispuesta a renunciar a una parte sustantiva de su programa ni mucho menos a su objetivo final, ni la DC estaba dispuesta a permitir que la UP siguiera llevando a cabo su programa tal como la coalición de gobierno pretendía. Cualquier negociación era vista por la Unidad Popular como una medida táctica para continuar adelante con su programa y con sus objetivos, sin contar con que sectores extremos como el MIR y parte del Partido Socialista representado por Carlos Altamirano simplemente rechazaban de plano cualquier negociación.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Citando un discurso de Luis Corvalán, secretario general del Partido Comunista, en julio de 1973, el autor señala que <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“el fin táctico de lo que exponía Corvalán es muy claro: solo se aceptaba un acuerdo que tenía que crear una mayoría estratégica para la Unidad Popular, dejando aislada a la derecha, pero a la vez privando a la Democracia Cristiana de su carta de presentación, que podía ser mayoría electoral junto al Partido Nacional”</i>. Por otra parte, <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“la Democracia Cristiana sabía que, tras un acuerdo según las condiciones de la Unidad Popular quedarían a merced de esta en la consiguiente transformación del país”</i>. Así las cosas, ¿qué otra salida había? Queda la impresión de que no había realmente ninguna en esas circunstancias. El único plebiscito al que Allende podía convocar en ejercicio de sus facultades era para dirimir el conflicto constitucional por la Reforma de las tres áreas, el cual, en caso de perder, tampoco lo obligaría a dimitir, sino que solo zanjaba un conflicto puntual sin que esto pudiera significar una salida comprehensiva a la crisis general. Cualquier otro plebiscito al que Allende quisiera convocar iba más allá de sus facultades, y un plebiscito cesarista para decidir sobre el destino de su gobierno inmediatamente habría puesto a Allende fuera de la Constitución y las leyes, más de lo que ya se le acusaba, es decir, era echarle más leña al fuego. Proceder de acuerdo a la Constitución para estos fines habría implicado una gran reforma constitucional precedida de un gran acuerdo político para el cual simplemente no había piso.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Simplemente el resultado del conflicto lo decidiría quien tuviera más fuerza para resistir y para imponerse al adversario, y esa partida la perdió Allende y la UP porque las Fuerzas Armadas fueron arrastradas al conflicto e inclinaron la balanza a favor de la oposición. Estas, por su historia y tradición, no iban a ponerse del lado de una revolución marxista, sino que era mucho más probable que estuvieran en contra, y se vieron en la obligación y deber moral, dentro de su mentalidad, de “salvar al país”, que era algo que ya varios sectores de la sociedad civil de la oposición venían pidiendo, sin contar con la misma oposición política en el Congreso, que emitió una declaración el 22 de agosto de 1973, prácticamente llamando a las Fuerzas Armadas a deliberar y asumir las funciones de gobierno. Las instituciones basadas en la jerarquía, la disciplina y el orden prefirieron esas mismas características en el resto de la sociedad.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Entonces volvemos a la misma pregunta planteada casi al comienzo: <b data-mce-style="mso-bidi-font-weight: normal;" style="color: black; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">¿qué esperaba Allende y la Unidad Popular de aquellos sectores de la sociedad que se oponían a su gobierno y a su programa, y que sin lugar a dudas verían afectados sus intereses y hasta su propia supervivencia (no necesariamente de su vida, sino que de su existencia como clase social)?</b> Si Allende y la UP esperaban que sus adversarios políticos y sociales no opusieran resistencia, simplemente se equivocaron rotundamente. Estos se vieron acorralados y amenazados y respondieron en consecuencia, saliendo a la calle, paralizando el país, oponiéndose a la ENU, apoyando la huelga de los mineros del cobre, resistiendo la expropiación de la CMPC (“la Papelera”) en que veían un claro riesgo de supresión de la libertad de prensa, y finalmente pidiendo la renuncia del Presidente de la República. Simplemente ambos bandos en disputa, que no se reconocían ninguna legitimidad mutua, comenzaron a tirar de una misma cuerda y a apretar cada vez más un nudo que no había como desatar, hasta tal punto que ya no podía ser desatado y solo quedaba cortar la cuerda con una espada, que fue metafóricamente lo que hicieron las Fuerzas Armadas el 11 de septiembre de 1973.</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Un punto muy relevante es el porqué del título de este libro. Se alude a una revolución que quedó inconclusa, y es conveniente detenerse a explicar esto. Durante la visita de Fidel Castro a Chile a fines de 1971, un estudiante, al parecer un “ultra”, le preguntó al dictador cubano si en Chile se vivía o no una revolución, Castro respondió (página 526)</span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b data-mce-style="mso-bidi-font-weight: normal;" style="color: black; line-height: 1.5;"><i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">“Yo les diría que en Chile está ocurriendo un proceso revolucionario (…) un proceso no es todavía una revolución, un proceso es un camino, un proceso es una fase que se inicia y si en la pureza del concepto lo debemos caracterizar de alguna forma, haya que caracterizarla como una fase revolucionaria que se inicia”</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" data-mce-style="margin-bottom: .0001pt; text-align: justify; line-height: normal; mso-layout-grid-align: none; text-autospace: none;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span data-mce-style="font-family: 'Arial','sans-serif'; mso-ansi-language: ES-CL;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Los años de la Unidad Popular fueron un proceso revolucionario que aspiraba a terminar en una revolución propiamente tal al final del mismo, y este proceso fue abortado y quedó inconcluso porque desató fuerzas en disputa que fueron imposibles de controlar por ninguno de los actores que participaron del mismo, comenzando por quien lo encabezaba, el Presidente Salvador Allende. Citando a Ralph Waldo Emerson, <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“events are in the saddle, and ride mankind”</i> (los eventos están al mando, y conducen a la humanidad). Como dijo el historiador Alfredo Jocelyn Holt en su libro “El Chile perplejo” de 1998, simplemente <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“hasta allá, para bien o para mal, llegamos, querámoslo o no”</i>, refiriéndose al período de la Unidad Popular y su posterior desenlace del 11 de septiembre de 1973. El acto final del drama de ese día, el suicidio de Salvador Allende, amerita una interpretación y una lectura que entienda las razones que habían detrás de la determinación del Presidente de terminar con su vida. Etiquetar el suicidio de Allende como un acto de “cobardía” es simplemente no entender el enorme simbolismo histórico y político que tenía ese gesto. Allende sentía que tenía un rol histórico que cumplir, y lo cumplió a cabalidad, se jugó el todo por el todo con su impresionante discurso por radio la mañana de ese día, y con su acto final se aseguró de tener su lugar en la historia. Lo que estaba en juego era mucho más que su propio gobierno, renunciar o entregarse implicaba darle la espalda a toda una historia en que se enraizaba la Unidad Popular. Como dice Fermandois, <i data-mce-style="mso-bidi-font-style: normal;" style="border: none; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">“Allende, no sin algún grado de sacrificio, jugó la carta de la legitimación histórica en vista del derrumbe del proceso”</i>. Resulta casi ridículo pensar que Allende fue “cobarde” por quitarse la vida en vez de seguir resistiendo en condiciones en que ya no podía resistir más y ya había quemado todas sus naves. La verdadera cobardía habría sido tratar de huir del país subrepticiamente, no ir y resistir en el Palacio de La Moneda con todo el simbolismo que tiene el cargo de Presidente de la República y el lugar que le corresponde en La Moneda. Al quitarse la vida Allende se aseguró de marcar en hito en la historia de Chile y de que después de su muerte y sobre su cadáver la democracia en Chile, tal como la izquierda de aquel entonces la entendía, ya no volvería a ser lo mismo que fue hasta el 11 de septiembre de 1973.</span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-12094281588192621982015-01-31T00:35:00.002-03:002015-01-31T00:35:59.143-03:00Observaciones sobre el sistema educativo de Finlandia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfnLqoiz8XhXbCJ_WeOb-Y_bAU7QM_v3nXOueqvmoZyQ3Hf8Xn7QZA0I3pJ6LaDafhi1HfSGIk83Agn134C5GOFfdw6B4MZ4PuVQ9y41dXikTmIjgxrwSZU9AFctXYqHOA_bf_3YuunDx8/s1600/finlandia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfnLqoiz8XhXbCJ_WeOb-Y_bAU7QM_v3nXOueqvmoZyQ3Hf8Xn7QZA0I3pJ6LaDafhi1HfSGIk83Agn134C5GOFfdw6B4MZ4PuVQ9y41dXikTmIjgxrwSZU9AFctXYqHOA_bf_3YuunDx8/s1600/finlandia.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Desde el comienzo de las movilizaciones sociales en Chile el año 2011 que planteaban supuestamente demandas para una mejora en la educación, a veces se ha hecho referencia al sistema de educación de Finlandia, reconocido internacionalmente como el mejor del mundo de acuerdo a su puntuación en rankings y test internacionales estandarizados.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Se hace difícil conocer en detalle el sistema educativo finlandés para quienes no viven en ese país y solo tienen referencias a través de artículos de prensa o algún paper o investigación sobre el mismo. En el caso de lo que se sabe en Chile, los grupos de interés que alaban la educación finlandesa con frecuencia hacen mucho hincapié en que esta es gratuita para los alumnos (o sea pagada por los contribuyentes finlandeses) y que además es pública casi en su totalidad. Es decir, las escuelas o colegios son administrados o gestionados por el Estado y además no tienen costo para los alumnos y sus familias ya que estos costos son financiados mediante los impuestos que recauda el Estado finlandés.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
El problema con las referencias que se hacen en Chile a la educación finlandesa, a mi modo de ver, es que se centran demasiado en el hecho de que es financiada mediante impuestos y que las escuelas y colegios dependen del Estado, pero no se ahonda en las relaciones causales que determinan que dicha educación sea reconocida con cierto consenso internacional como educación de calidad. A veces pareciera que se trata de establecer una correlación entre el carácter público y gratuito (para los alumnos) de la educación finlandesa y la reconocida calidad de la misma, pero una vez más, conviene recordar que correlación NO ES LO MISMO que causalidad. Por lo mismo, para conocer una visión un poco más imparcial, al menos para lo que sería de interés conocer en Chile sobre la educación finlandesa, resulta más conveniente conocer una visión y un análisis distinto de un observador distinto que los grupos de interés que frecuentemente citan en Chile la educación finlandesa como un ejemplo a seguir.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
El documental “<a data-mce-href="https://www.youtube.com/watch?v=-ZnCK77VGTw" href="https://www.youtube.com/watch?v=-ZnCK77VGTw" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">THE FINLAND PHENOMENON: Inside the world’s most surprising school system</a>” se encuentra en youtube subtitulado, y relata las observaciones del Dr. <a data-mce-href="http://www.tonywagner.com/about-tony" href="http://www.tonywagner.com/about-tony" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">Tony Wagner</a> en su viaje a Finlandia para conocer en terreno la educación finlandesa. Wagner es miembro del programa de innovación educativa en el <a data-mce-href="http://tech.seas.harvard.edu/" href="http://tech.seas.harvard.edu/" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">centro de tecnología del emprendimiento en la Universidad de Harvard</a>, y fue invitado por el Comité Nacional de educación de Finlandia a visitar dicho país a fin de conocer su sistema educativo y comprender el porqué de su reconocido éxito. Todas las impresiones que recoge Wagner durante el documental tienen como fuente los mismos funcionarios, profesores y alumnos finlandeses. Es decir, es información e impresiones de primera fuente, de las cuales se puede presuponer buena fe y otorgarles el beneficio de la duda.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En las siguientes lineas se intenta resumir los aspectos que parecen más destacados acerca de la educación finlandesa. Para comenzar, esta tiene un carácter igualitario en cuanto a que a todos los estudiantes se les ofrece el mismo sistema de educación. Aquí es donde es pertinente hacer una disquisición acerca del igualitarismo. Más que centrar la atención en el carácter igualitario de la educación finlandesa, conviene concentrarse en el tipo de educación misma que se ofrece igualitariamente. Es decir, lo importante pasa a ser aquello que se pretende igualar más que el hecho mismo de su carácter igualitario. Por ejemplo no es lo mismo un sistema educativo igualitario concebido para formar sujetos dóciles y obedientes por igual, como en el reino de Prusia, que un sistema igualitario concebido para formar sujetos autónomos capaces de pensar por sí mismos y dándoles esta posibilidad a todos por igual. Pues bien, en consonancia con este carácter igualitario de la educación finlandesa, esta no distingue entre los alumnos por su origen o contexto cultural, fenotipo ni condición socioeconómica. Todos los alumnos reciben una educación muy semejante. El propósito de esta educación al parecer es propender a la formación de un cierto tipo de ciudadano. Ahora bien, de lo anterior no hay que inferir apresuradamente que se trata de una ingeniería social como algunos podrían pensar. No. Eso no necesariamente es así.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Parece existir un cierto consenso entre los políticos, directores de escuela, profesores, etc. en la importancia del capital humano que los niños finlandeses representarán en el futuro. Desde una perspectiva libertaria esto no parece un buen indicio, ya que viene a ser un fin <em style="border: none; line-height: 1.5;">ex ante</em> al que se pretende que los niños adscriban para sí mismos, y no un fin personal que los mismos niños descubren en su proceso de formación mediante su propia reflexión y maduración. Esto es el principal punto negativo que quiero destacar.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Volviendo a las características de la educación finlandesa, los niños comienzan a asistir a las escuelas a los 7 años, desarrollan sus habilidades sociales en la etapa preescolar, y aprenden el idioma normalmente en su hogar. La vestimenta en las escuelas es informal, los niños no usan uniforme, y se dirigen a los profesores por su nombre de pila. El tamaño de las escuelas es pequeño, el número de alumnos por clase es alrededor de 20, lo que favorece una relación más estrecha entre los alumnos y entre los profesores y los alumnos. Los horarios de entrada pueden ir desde las 08:00 a las 10:00 u 11:00 hrs y la duración de las jornadas totales de clases en un día es variable, y depende de cómo los alumnos lleven sus cursos o como los elijan. El tiempo de vacaciones es de 3 meses. En general los estudiantes toman menos clases y pasan menos tiempo en las escuelas al día.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Algunas clases se dictan de forma tradicional en el sentido de que hay un profesor dirigiendo la clase parado al frente de un grupo de alumnos sentados, pero sin embargo, hay un detalle que marca la diferencia. Las clases NO SON un monólogo de un profesor que habla y hace callar a un grupo de alumnos. No. Muy por el contrario, los profesores incentivan la participación abierta y activa de los alumnos por ejemplo desarrollando problemas de matemáticas ellos mismos en el pizarrón. Lo que se busca es que del 100% del tiempo que dura una clase, el profesor ocupe alrededor de un 40% de ese tiempo en hablar, y el otro 60% lo ocupen sus alumnos en participar.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Además, hay clases en que se cuenta con la asistencia de estudiantes de pedagogía que serán profesores en el futuro en esas mismas escuelas. Es decir, los futuros profesores aprenden su profesión no solo estudiando una carrera de pedagogía en una Universidad, sino que además asistiendo y observando las clases que ellos mismos tendrán que impartir cuando ejerzan su profesión. Y para ir más allá, estos mismos estudiantes de pedagogía imparten clases en las escuelas durante su etapa formativa a modo de práctica, no se remiten solo a observar las clases impartidas por profesores senior. Y por mientras también a su vez son observados por otros estudiantes de pedagogía. Todo esto último es un aspecto cuanto menos asombroso y que se aleja bastante de las prácticas que se conocen en Chile por ejemplo.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En general se hacen muy pocas evaluaciones, casi ninguna hasta el nivel secundario, y a los alumnos se les dan muy pocas tareas que deban realizar en su hogar. El ambiente dentro de las salas de clases es relajado y distendido. Se enfatiza que el aprendizaje depende de los mismos alumnos. Un aspecto clave son los profesores, quienes se han vuelto formadores del conocimiento y que interactúan en las salas de clases como si fueran un verdadero laboratorio de continua innovación. Los profesores son concebidos como los agentes que facilitan el aprendizaje de los niños mediante la creatividad. Para llegar a ser profesor se requieren altas calificaciones para ingresar a la Universidad. La carrera de pedagogía NO ES un “descarte” para estudiante universitarios fracasados que no han podido optar a una carrera mejor. Muy por el contrario, es una profesión respetada y valorada socialmente. La carrera de pedagogía es bastante exigente y con altos estándares. No queda claro si dichas exigencias de ingreso a la Universidad y de la misma carrera son directrices que emanan del Estado o de las Universidades mismas que imparten las carreras. Según se aprecia en el documental, en ese año (2011) hubo 1.600 postulaciones a las carreras de pedagogía y solo fueron aceptados el 10% de los postulantes. Los profesores en general son muy poco evaluados por los directores de las escuelas ya que estos últimos confían en que harán bien su trabajo. Por otra parte, a modo de comparación según se muestra en el documental, en Estados Unidos un profesor promedio pasa 1.100 horas al año en la sala de clases. En Finlandia en cambio el profesor promedio pasa 600 horas al año en la sala de clases.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Un aspecto clave que explica la calidad de la educación es la forma en que se interactúa en las clases entre los profesores y sus alumnos, lo que podríamos llamar el “método de enseñanza”. Las clases se enfocan enseñar a los alumnos a pensar, en enseñarles como involucrarse activamente en su aprendizaje. Los alumnos usan activamente herramientas multimedia como Internet para investigar sobre los temas que están aprendiendo. En su tiempo libre, los estudiantes en su hogar prácticamente no tienen que desarrollar tareas exigidas en las escuelas. Por otra parte, los alumnos con deficiencias o problemas de aprendizaje no son abandonados a su suerte y se atiende a sus necesidades especiales de aprendizaje en sus hogares. En el nivel secundario, los alumnos pueden optar por seguir una educación <strong style="color: black; line-height: 1.5;"><em style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">vocacional</em></strong> o técnica, o una educación académica. Alrededor de un 45% de los jóvenes eligen seguir una educación vocacional o técnica, para así estar preparados para entrar al mercado laboral después de terminar con su educación secundaria. Estos alumnos pueden continuar con sus estudios en la Universidad, o regresar hacia el nivel secundario y tomar los cursos de formación general en la educación académica. El sistema es muy flexible en este aspecto. En la educación técnica la tecnología se utiliza como herramienta de aprendizaje. Los alumnos <em style="border: none; line-height: 1.5;">aprenden haciendo</em>.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Los estudiantes finlandeses asumen un alto grado de responsabilidad individual en las salas de clases. Como resultado, los profesores disponen de más tiempo individual para aquellos estudiantes que más lo necesitan. La educación finlandesa confía muy poco a la evaluación. Recurrir menos a la evaluación permite que los estudiantes desarrollen su propio estilo de aprendizaje. Además, la educación para la innovación y el emprendimiento se integró al curriculum hace unos 15 años. Se debe incluir en cualquier programa de enseñanza o en cualquier asignatura. Se realizan proyectos en que los mismos estudiantes han de producir un nuevo producto o servicio trabajando en equipo incluso trasnochando en sus respectivas escuelas, y en actividades como estas aprenden las habilidades de la innovación y el emprendimiento.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La Junta Nacional de educación de Finlandia establece un curriculum escolar base para la educación básica o primaria, el cual es más bien breve y deja amplios márgenes de libertad de acción a las escuelas para que ellas mismas elaboren sus propios planes educativos, o sea, su propio curriculum. De esta forma, las escuelas pueden tomar sus propias decisiones con libertad de acción. En las escuelas y colegios finlandeses NO HAY inspectores que se dediquen a inspeccionar las escuelas o a sus profesores. Y aquí es donde se llega a un aspecto clave: <strong style="color: black; line-height: 1.5;"><em style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">la confianza</em></strong>. El sistema educativo finlandés descansa y se sustenta en la confianza entrecruzada que existe entre los directores de las escuelas y sus profesores, y entre los profesores y sus alumnos. Es por esto que los directores de las escuelas apenas evalúan a los profesores, ya que confían en que están haciendo bien su trabajo porque saben que son profesionales con una excelente formación. Y esa es la misma razón por la cual los profesores no vigilan a sus alumnos, ya que confían en su responsabilidad. La idea que subyace a todo esto es que cuando se confía en las personas, entonces ellas querrán ser dignas de esa confianza, y por ende se desempeñaran mejor ya que se confía en ellas y no se les controla y ni se les dice lo que tienen que hacer. Saben lo que tienen que hacer y lo hacen bien. Esto es un rasgo simplemente digno de admiración de la educación finlandesa. Cabe destacar que Finlandia figura entre los cinco países menos corruptos del mundo. El Ministerio de educación confía en las escuelas y los padres confían en el sistema escolar. Esta enorme confianza que permea todo el sistema escolar permite que sus agentes actúen con libertad y se concentren en las formas individuales de <em style="border: none; line-height: 1.5;">aprender a aprender</em>. O sea, aprender <em style="border: none; line-height: 1.5;">cómo</em> se aprende.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En este sistema educativo se enfatiza la importancia de entender las razones que subyacen a las cosas, concentrarse, soñar, hablar, comprender, razonar; encontrar las respuestas por uno mismo. Las habilidades reflexivas tienen una alta importancia en este esquema. Como lecciones finales, Tony Wagner destaca el énfasis que ponen las escuelas en el aprendizaje por sobre cualquier otra actividad extracurricular. El proceso de aprendizaje se ve como algo continuo y cuyo centro es la sala de clases. Otra lección es la importancia que tiene la profesión docente con altísimos estándares que atraen a los mejores estudiantes a estudiar pedagogía, en la cual deben realizar su magister o <em style="border: none; line-height: 1.5;">master degree</em>. Otra lección importante para Wagner es que <strong style="color: black; line-height: 1.5;"><em style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">menos es más</em></strong>. Pocas directrices de curriculum emanadas del Estado, de forma que las escuelas puedan elaborar sus propios planes; menos cantidad de clases por día con una duración mayor, de forma que los estudiantes hacen sus propios proyectos para los cuales gozan de más posibilidades de elegir. Asimismo la importancia que se le otorga a la educación técnica para preparar a los estudiantes para que consigan un empleo al terminar la educación secundaria es un aspecto clave. Y finalmente lo más importante: la confianza entrecruzada que permea a todos los actores del sistema educativo finlandés.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Un aspecto que se menciona pero del que no se hace mucho hincapié es que la educación finlandesa efectivamente es gratuita para los alumnos, es decir, se financia mediante los impuestos pagados por los contribuyentes finlandeses. Los niños no pagan por asistir a las escuelas y disponen de alimentación gratis y de los implementos para estudiar también gratis. Esto solo se menciona brevemente en un segmento del documental. Pero lo más interesante es que ni siquiera se sugiere que exista una relación causal entre la gratuidad para los alumnos y los altos estándares de calidad de las escuelas y de la educación finlandesa en general. Tampoco se hace ningún hincapié en que las escuelas sean gestionadas por los municipios y por ende sean de carácter público, ni mucho menos se sugiere siquiera remotamente una relación causal entre el carácter público de las escuelas y la calidad de la educación que se imparte en ellas. En lo absoluto. Si bien se puede pensar que hay alguna correlación entre la calidad y el carácter gratuito de la educación, cuesta mucho pensar que exista una relación de causalidad efectiva. Yo me atrevería a aventurar que NO EXISTE una relación causal entre la gratuidad y la calidad, y mucho menos una relación causal entre el carácter público y la calidad. La causa de la calidad está mucho más determinada por factores socioculturales como la confianza, el sentido de responsabilidad individual, y la alta exigencia de la profesión docente y los métodos con los que se aborda la enseñanza en las escuelas. El COMO se aprende pasa a ser más importante que aquello QUE se aprende.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Después de analizar este interesante documental, surgen varias interrogantes cuando se hace o se intenta hacer un paralelo con la educación chilena. Para comenzar, son dos sistemas absolutamente distintos, y lo que es más, Chile y Finlandia son dos países profundamente distintos a nivel cultural y en cuanto a su historia. Sin embargo, esto no impide que se pueda intentar recoger algunos aspectos clave del sistema finlandés a modo de ejemplo si realmente se quiere mejorar la educación en Chile. Desde el año 2011 el paupérrimo y hasta penoso pseudo “debate sobre la educación” en Chile ha discurrido por ejes que se centran en la gratuidad y el carácter de supuesto “derecho social” de la educación, y en cuestiones como el copago y el financiamiento compartido y los efectos de su posible eliminación. Y por último, esa especie de fetiche en que se ha transformado el satanizado lucro. Pero creo no equivocarme cuando observo que prácticamente JAMAS se ha debatido acerca de cuáles son los propósitos para los que supuestamente se pretende que los niños se eduquen, ni tampoco se ha debatido acerca de los mejores métodos de enseñanza posibles. Nadie habla acerca de los contenidos mínimos obligatorios exigidos por el Ministerio de Educación, y lo que es peor, nadie habla acerca de ni parece cuestionar que la mal llamada “educación” chilena no está concebida para <strong style="color: black; line-height: 1.5;"><em style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">enseñar a pensar</em></strong> a los niños, sino que está concebida para <strong style="color: black; line-height: 1.5;"><em style="border: none; color: #444444; line-height: 1.5;">enseñar a los niños a obedecer y a ser dóciles y no cuestionar</em></strong>, tal como fue concebida en sus inicios la educación pública, obligatoria y gratuita en el Reino de Prusia, y luego se siguió expandiendo bajo esa misma premisa y objetivo a otros países y continentes hasta nuestros días, pasando por la época de la revolución industrial, en que las escuelas eran concebidas como verdaderas “fábricas” de sujetos cuyo objetivo predeterminado debía ser constituir mano de obra útil para la producción industrial. Todo este cuestionamiento puede verse con más detalle en el interesantísimo documental “<a data-mce-href="http://www.youtube.com/watch?v=Hhfa4R7NVjQ" href="http://www.youtube.com/watch?v=Hhfa4R7NVjQ" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">La educación prohibida</a>”.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Llegados a este punto entonces, conviene dejar planteadas algunas interrogantes para las cuales no parece haber una respuesta definitiva, sino que es materia de discusión abierta. Estas preguntas son: ¿Cuáles son los fines y propósitos para los cuales se desea que los niños en Chile se eduquen? ¿En qué y en quienes debiera centrarse y poner su foco la educación? ¿Es la gratuidad realmente un asunto de tanta importancia y de fondo, o es meramente un asunto técnico de financiamiento? ¿Es el lucro o su prohibición un asunto de tanta importancia y de fondo, o es meramente un derivado de segundo orden subordinado a otros intereses más importantes? ¿Debe realmente el Estado seguir teniendo tanta injerencia en los planes educativos de las escuelas, o sería mejor que fuera eliminando las exigencias de contenidos mínimos y así dejar mayor libertad de acción a las mismas para elaborar sus propios planes educativos? ¿Cuáles son los métodos de enseñanza y aprendizaje en los que se debiera pensar para una mejora significativa de la educación en Chile? ¿En quien recae en mayor grado la responsabilidad de una buena educación? ¿Es tan solo una responsabilidad de los profesores y de los escuelas o colegios, o es un trabajo conjunto entre los profesores, los alumnos y sus familias? ¿De qué sirve aumentar año a año el presupuesto fiscal para gasto en educación si los resultados observados prácticamente son los mismos? ¿Es esta realmente una forma eficiente de usar los recursos que aportamos al Estado como contribuyentes? Y finalmente, la que a mi juicio es la pregunta más importante ¿se puede pretender una mejora sustancial y significativa en la educación chilena sin que exista una confianza que permee entre los actores de la misma? ¿Sin que el Ministerio de educación deba estar continuamente fiscalizando a escuelas y colegios para que cumplan con la ley en cuanto a temas como la selección y el buen uso de las subvenciones, solo por nombrar algunos temas? ¿Sin que en las escuelas se esté continuamente inspeccionando a los profesores? ¿Sin que los profesores vigilen a sus alumnos para que hagan las actividades que ellos mismos les ordenan? Conviene recordar lo que una vez dijo Albert Einstein: <em style="border: none; line-height: 1.5;">si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo</em>.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Todas estas son preguntas que debiesen ser abordadas ya que plantean asuntos de vital importancia. Sin que exista un debate serio y de fondo respecto a temas como los anteriores, no creo que puedan esperarse mejoras significativas en la educación chilena, independiente del lucro, la segregación, el copago, o el financiamiento compartido. Todos esos temas pasan a segundo plano cuando se plantean preguntas para las que no existen respuestas tan obvias y sobre las que no parece haber un consenso mayoritario.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
El sistema de educación finlandés tiene características muy particulares determinadas por factores socioculturales propios de ese país, por lo que es impensable pretender replicarlo. Sin embargo, esto no impide que se puedan extraer conclusiones acerca de su éxito que sirvan como guía u orientación para tratar de mejorar al menos un poco la educación chilena o avanzar en esa dirección paulatinamente. Las demandas de la CONFECH y de los grupos de interés como el Colegio de Profesores que vienen movilizándose desde el 2011, ni remotamente se acercan a tocar los puntos que realmente determinan la calidad de un sistema de educación como el finlandés. Apenas han enfatizado el carácter gratuito y público de dicho sistema educativo, como si de ahí pudiera inferirse antojadizamente una correlación entre gratuidad y calidad. Como ya dije anteriormente, simplemente creo que NO EXISTE una relación causal entre la gratuidad para los alumnos y el carácter público de las escuelas, con la calidad de la educación.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
No cualquier ciudadano es experto en políticas educativas, pero eso de ninguna manera significa que un ciudadano cualquiera no pueda interesarse sobre dichas políticas y aprender e indagar por sí mismo, sin poner demasiada atención a lo que dicen los autodenominados “expertos en educación” chilenos, y por el contrario planteando y reflexionando acerca de preguntas como las que se sugieren tres párrafos atrás, y que pueden ser muchas más, ya que se puede seguir debatiendo más y más cuando se ahonda en estos temas porque no hay verdad dada de antemano. Y, a la primera pregunta planteada de cual es el propósito de la educación, una buena respuesta posible se obtiene parafraseando al gran filósofo alemán de la ilustración, Immanuel Kant: SAPERE AUDE. ¡Ten el valor de hacer uso de tu propia razón!</div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-59987834184956009892015-01-31T00:33:00.001-03:002015-01-31T00:33:41.582-03:00Lo bueno y lo malo de la Constitución de 1980 desde una óptica libertaria<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmzVoU0ud66PIXXkYxMqfsiC06fIlmW-RnyI-srdBXVb23dBB4aqMv0AnIn7cNIG8QTpr_VoxvYZl4vsH0jWhOiMXocFdwPAfyuib_prGlt-5ZHjAXf7Fz685o6ZNSde6Q-YSQC1S2RpKj/s1600/2006214-1210501584c.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmzVoU0ud66PIXXkYxMqfsiC06fIlmW-RnyI-srdBXVb23dBB4aqMv0AnIn7cNIG8QTpr_VoxvYZl4vsH0jWhOiMXocFdwPAfyuib_prGlt-5ZHjAXf7Fz685o6ZNSde6Q-YSQC1S2RpKj/s1600/2006214-1210501584c.jpg" height="320" width="224" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">En los últimos meses se ha instalado el debate en círculos </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">de élite acerca de la necesidad de un cambio Constitucional a través de un proceso constituyente. Sin perjuicio de los argumentos a favor y en contra de este cambio y de este proceso, poco se ha discutido acerca </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">del c</span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">ontenido mismo de nuestra Carta fundamental y de sus pros y sus contra</span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">s, mirados desde distintas perspectivas ideológicas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Actualmente, la <a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=242302" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=242302" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">Constitución Política de la República</a> cuenta con 129 artículos y 25 disposiciones transitorias, y ha sufrido numerosas modificaciones con respecto al te</span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">xto original plebiscitado el 11 de septiembre de 1980, sobre </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">t</span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">odo en un plebiscito de reforma constitucional en julio de 1989, y luego del retorno a la democracia a través de los mecanismos establecidos en la misma Constitución para estos efectos. Según el libro “El Pacto” del profesor Claudio Fuentes de la Universidad Diego Portales, desde el retorno a la democracia se han modificado 79 artículos de la Constitución. Un número ciertamente no menor.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<strong style="color: black; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="color: #444444; font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Los derechos y las libertades, y sus restricciones</span></span></strong></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Si se analiza la letra y el contenido de la actual Constitución, sobre todo en parte dogmática, hay varios artículos, incisos y cláusulas que merecen atención. En el capítulo I, artículo 1°, destacan las declaraciones “<em style="border: none; line-height: 1.5;">Las personas nacen libres</em>” y “<em style="border: none; line-height: 1.5;">El Estado está al servicio de la persona humana</em>”, dos sentencias inequívocamente liberales. Pero es en el artículo 19 en donde se consagran los derechos y las libertades individuales más importantes, entendidos como libertades en el sentido de no interferencia. Destacan en el artículo 19: el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona; la igualdad ante la ley; la igual protección en el ejercicio de los derechos de las personas, incluyendo la garantía del debido proceso; el respeto y protección a la vida privada de la persona y su familia; la inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicación privada; la libertad de conciencia; el derecho a la libertad personal y a la seguridad individual, incluyendo el derecho de trasladarse de un lugar a otro y entrar y salir del territorio de la República; la libertad de emitir opinión y de informar, sin censura previa; el derecho de reunión sin permiso previo; el derecho de asociación sin permiso previo; la libertad de trabajo y su protección, entendido como derecho a la libre contratación y a la libre elección del trabajo; el derecho a desarrollar cualquier actividad económica; la libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes; y el derecho de propiedad. Todos estos derechos y libertades aseguran un radio de libertades individuales en ausencia de interferencia, lo que es muy destacable e importante para las personas. Muy destacable también es el recurso de protección ante la Corte de Apelaciones, que se consagra en el artículo 20, el cual resguarda varios de los derechos del artículo 19 en caso de que las personas se vean privadas de ellos o amenazadas en su ejercicio, por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Ahora bien, estos mismos derechos y libertades presentan algunas restricciones discutibles o injustificadas. Por ejemplo, la libertad de conciencia y la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos, se supedita a </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Se puede estar de acuerdo en cuanto a la restricción en lo que concierne al orden público, pero ¿a la moral y las buenas costumbres? La moral es por definición personal, privada y subjetiva, y no existe una suerte de moral colectiva que pueda ser impuesta centralmente desde el Estado. Lo mismo aplica para las buenas costumbres, que es un concepto sin una significación práctica concreta. La libertad de enseñanza también se restringe en este sentido, ya que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“no tiene otras limitaciones que las impuestas por la moral, las buenas costumbres, el orden público y la seguridad nacional”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. El derecho de asociación también incurre en la misma falta cuando dice en uno de sus incisos </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Prohibense las asociaciones contrarias a la moral”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. La libertad de trabajo también se restringe en este sentido, ya que en uno de sus incisos dice que ninguna clase de trabajo puede ser prohibida, </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“salvo que se oponga a la moral…o que lo exija el interés nacional y una ley lo declare así”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Es bastante discutible la existencia de un supuesto interés nacional que justifique prohibir alguna clase de trabajo. El derecho a desarrollar cualquier actividad económica también se restringe en este sentido, ya que está supeditado a que la actividad </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“no sea contraria a la moral”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Por otra parte, la libertad para adquirir el dominio de bienes se restringe ya que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Una ley de quórum calificado y cuando así lo exija el interés nacional puede establecer limitaciones o requisitos para la adquisición del dominio de algunos bienes”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. También se establecen limitaciones en cuanto al uso, goce y disposición de la propiedad, ya que está sujeta a </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social. Esta comprende cuanto exijan los intereses generales de la nación, la seguridad nacional, la utilidad y salubridad públicas y la conservación del patrimonio ambiental”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Si bien parece razonable poner limitantes en cuanto a la seguridad nacional, es bastante discutible que se haga lo mismo en cuanto a los supuestos intereses generales de la nación, a la utilidad pública y a la conservación del patrimonio ambiental.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">En suma, las restricciones a los derechos y libertades, a mi juicio, carecen de justificación en lo que se refiere a la moral, ya que es un concepto personal, privado y subjetivo que no puede imponerse ni asumirse como común a todas las personas o grupos intermedios. Algo similar ocurre en cuanto al supuesto interés nacional, que es un concepto con un sesgo colectivista y cuya definición es ambigua. Las buenas costumbres, por otra parte, es un concepto bastante ambiguo y de muy difícil aplicación práctica, quedando a la discrecionalidad de quien las juzga en cada caso.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Otros aspectos discutibles del artículo 19 se refieren a obligaciones que impone el Estado. Por ejemplo establecer cotizaciones obligatorias en lo que se refiere al acceso a las prestaciones de salud y de seguridad social, y la obligatoriedad de la educación básica y media. Asimismo, se le asigna un importante rol al Estado en cuanto a la responsabilidad de la educación, ya que el Estado debe financiar un sistema gratuito para la educación básica y media, lo que constituye la noción de derecho social. Se puede argumentar que la educación básica y media son necesarias, pero no se desprende de eso que el Estado deba financiar un sistema gratuito. Los libertarios en cambio favorecemos la caridad y la filantropía privada por sobre la coacción estatal que se vale de los impuestos para financiar prestaciones universales. Además, se dice que le corresponderá al Estado </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“estimular la investigación científica y tecnológica, la creación artística y la protección e incremento del patrimonio cultural de la nación”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Otra vez, sin desconocer el mérito o la importancia del desarrollo de áreas como las anteriores, eso no implica que el Estado deba asumir un rol de estimulación en actividades que los privados perfectamente pueden desarrollar por sí mismos, o bien pueden elegir no desarrollar en absoluto.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">La libertad de enseñanza, a mi juicio, está incorrectamente definida, ya que el artículo 19 N° 11, inciso primero, afirma que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Y luego, en el inciso cuarto, afirma que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Una ley orgánica constitucional establecerá los requisitos mínimos que deberán exigirse en cada uno de los niveles de la enseñanza básica y media”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Y al final del mismo inciso, afirma que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Dicha ley, del mismo modo, establecerá los requisitos para el reconocimiento oficial de los establecimientos educacionales de todo nivel”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Es decir, la mal llamada “libertad de enseñanza” en el fondo es apenas una libertad de abrir y administrar colegios, nada más. No puede haber una verdadera libertad de enseñanza cuando el Estado exige contenidos mínimos obligatorios a través del Ministerio de Educación. Una libertad de enseñanza bien entendida no establecería requisitos de enseñanza de forma centralizada y permitiría una educación policéntrica, sin imposiciones del Estado.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Por último, la libertad de expresión se ve restringida por la existencia del Consejo Nacional de Televisión, consagrada en el artículo 19 N° 12, el cual <a data-mce-href="http://sociedadlibertaria.cl/columnas/el-consejo-nacional-de-television-y-la-libertad-de-expresion/" href="http://sociedadlibertaria.cl/columnas/el-consejo-nacional-de-television-y-la-libertad-de-expresion/" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">no debiera existir</a>, y además se dispone que una ley regulará un sistema de calificación para la exhibición de la producción cinematográfica.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<strong style="color: black; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="color: #444444; font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Limitaciones al poder</span></strong></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Entre los aspectos positivos y destacables de la actual Constitución están las limitaciones al ejercicio del poder político. Veamos. El artículo 5° en su inciso segundo afirma que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Así, la Constitución establece una separación entre la democracia y el liberalismo, ya que protege cuestiones que están fuera del ámbito de la deliberación democrática porque pertenecen al individuo. El principio de juridicidad puede encontrarse en el artículo 6°, inciso primero: "<em style="border: none; line-height: 1.5;">Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República</em>"; y en artículo 7°, inciso segundo: </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Esto sin duda es otra limitación al poder político y a la discrecionalidad de la autoridad.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Otras limitaciones importantes al poder del Estado son aquellas que establecen los N°s 12, 21 y 24 del artículo 19. El N° 12 limita la participación del Estado en los medios de comunicación, al afirmar que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“La ley en ningún caso podrá establecer monopolio estatal sobre los medios de comunicación social”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. También se limita la actividad empresarial del Estado en el N°21, que establece que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“El Estado y sus organismos podrán desarrollar actividades empresariales o participar en ellas sólo si una ley de quórum calificado los autoriza”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Y finalmente, en el N°24 se establece una importante limitación a la posibilidad de expropiar la propiedad privada, al afirmarse que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Nadie puede, en caso alguno, ser privado de su propiedad, del bien sobre que recae o de alguno de los atributos o facultades esenciales del dominio, sino en virtud de ley general o especial que autorice la expropiación por causa de utilidad pública o de interés nacional, calificada por el legislador”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Estas últimas son dos claras limitaciones al poder político, pero no absolutas, además de que se establece un procedimiento formal y regulado para indemnizar por la propiedad expropiada y para tomar posesión de la misma a condición de cumplir con la indemnización. Junto con esto, se deja abierta al expropiado la posibilidad de recurrir ante los tribunales para reclamar por la legalidad de la expropiación. Aunque a la inversa, desde una lógica libertaria la sola existencia de la posibilidad de expropiar, incluso bajo importantes limitaciones, es una amenaza latente sobre la propiedad privada. Al respecto conviene recordar a John Locke, quien afirmaba que "<em style="border: none; line-height: 1.5;">La naturaleza de la propiedad reside en que no le puede ser quitada a un hombre sin su propio consentimiento</em>".</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Un aspecto más complejo de analizar son las enormes atribuciones que concentra el Presidente de la República, en desmedro del poder legislativo. Sería más deseable un balance de poder que equilibrara más a los poderes Ejecutivo y Legislativo de forma que se contrapesaran más y en un caso ideal se anularan mutuamente entre sí, lo que de alguna manera se acercaría a satisfacer aquella conocida frase de Henry David Thoreau: </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“El mejor gobierno es el que menos gobierna”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Lo ideal siempre será un régimen de tipo parlamentario en que el poder esté disperso y no concentrado, en que los ministros puedan ser censurados o removidos de su cargo, y en que el Primer Ministro pueda ser forzado a disolver el gobierno mediante una moción de censura destructiva o constructiva del parlamento. Desafortunadamente Chile tiene una larga tradición Presidencial que hace muy poco viable pensar en un régimen parlamentario, por lo que la alternativa a eso es un mayor equilibrio de poder entre el Ejecutivo y el Legislativo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<strong style="color: black; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="color: #444444; font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Pluralismo y resguardos anti totalitarios</span></span></strong></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Un interesante caso de análisis se da con el artículo 19 N°15, el cual afirma que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“La Constitución Política garantiza el pluralismo político”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"> pero a renglón seguido limita esto cuando afirma que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Son inconstitucionales los partidos, movimientos u otras formas de organización cuyos objetivos, actos o conductas no respeten los principios básicos del régimen democrático y constitucional, procuren el establecimiento de un sistema totalitario, como asimismo aquellos que hagan uso de la violencia, la propugnen o inciten a ella como método de acción política. Corresponderá al Tribunal Constitucional declarar esta inhabilidad”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">¿Es este un resguardo válido? Si, lo es, porque la ética libertaria sostiene su derecho a la supervivencia, la cual se ve bajo amenaza por el establecimiento de un sistema totalitario o por el uso de la violencia o su incitación. En esto puede verse una extensión del principio de no agresión en lo que se refiere al disenso y la discrepancia con otras corrientes de pensamiento o movimientos o partidos políticos. Tal como es legítimo defenderse de una agresión previa, también resulta legítimo que la Constitución ponga freno a quienes pretendan valerse de la agresión para conseguir sus fines políticos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<strong style="color: black; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="color: #444444; font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Dogmas inapropiados</span></strong></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Finalmente, hay algunas declaraciones dogmáticas discutibles. Por ejemplo, el inciso quinto del artículo 1° establece que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Es deber del Estado resguardar la seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, propender al fortalecimiento de ésta, promover la integración armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Se puede estar muy de acuerdo con los deberes del Estado en cuanto a la seguridad nacional y de proteger a la población y a la familia, pero ¿propender al fortalecimiento de ésta? A mi juicio, este no es un deber que debiera asumir al Estado, ya que basta con la protección antes señalada, considerando además que en este mismo artículo se declara dogmáticamente que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“La familia es el núcleo fundamental de la sociedad”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Propender al fortalecimiento de la familia aparece como un exceso de injerencia del Estado sobre esta asociación voluntaria entre las personas. Por último, podría declararse en forma más débil “no propender al debilitamiento de la familia”, por decirlo de alguna manera. Pero estas declaraciones dogmáticas se ven sobrepasadas por realidades ya conocidas, como el aumento en las tasas de divorcio, separaciones conyugales de hecho, familias disfuncionales, etc.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Otro principio dogmático que no debiera estar presente, a mi juicio, es aquel que establece en al artículo 17 los delitos relativos al tráfico de estupefacientes como causal de pérdida de la ciudadanía. Aunque coloca como condición agregada </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“y que hubieren merecido, además, pena aflictiva”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Esta declaración es inequívocamente autoritaria, toda vez que la sola existencia de la ley 20.000 es cuestionable y hasta puede justificarse su derogación por completo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Finalmente, el artículo dogmáticamente más autoritario y casi fascista es el artículo 22, que establece que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Todo habitante de la República debe respeto a Chile y a sus emblemas nacionales”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. El respeto se gana, no se impone por una declaración dogmática. Si bien muchos ciudadanos pueden sentir genuinamente un respeto hacia Chile y sus emblemas, este sin embargo no puede imponerse. Dicho sentimiento debe emanar de la conciencia individual de forma autónoma. El inciso siguiente de este artículo prosigue con que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“Los chilenos tienen el deber fundamental de honrar a la patria, de defender su soberanía y de contribuir a preservar la seguridad nacional y los valores esenciales de la tradición chilena”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. Otra vez, el deber de honrar a la patria no puede imponerse. Solo puede surgir de la conciencia y de los valores de cada persona. Habrán algunas personas que se autoimpondrán tal deber, como los integrantes de las Fuerzas Armadas, y otras que no. Lo mismo aplica en cuanto a contribuir a preservar los valores esenciales de la tradición chilena. El inciso siguiente prosigue con que </span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><i style="border: none; line-height: 1.5;">“El servicio militar y demás cargas personales que imponga la ley son obligatorios en los términos y formas que ésta determine”</i></span></span><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">. El servicio militar obligatorio es una imposición y un sometimiento del individuo hacia el Estado. En la práctica se ha avanzado en llenar los cupos de forma voluntaria y recurrir a la obligatoriedad cuando no se llenan los cupos voluntariamente, pero aun así sería mejor eliminar toda forma de obligatoriedad.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;">Las declaraciones dogmáticas de los dos primeros incisos del artículo 22 constituyen más bien letra muerta, ya que es poco común y bastante sui géneris sancionar o enjuiciar a una persona por no rendirle honores a la bandera o al escudo nacional, o por no contribuir a preservar los llamados “valores esenciales de la tradición chilena”, como podrían ser actividades como el rodeo o el Te Deum del 18 de septiembre, o el mismo baile de la cueca. Por todo lo anterior, se haría bien en eliminar dichas declaraciones.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="margin-bottom: 0cm;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 0cm;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><span lang="es-CL" style="font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<strong style="color: black; line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="color: #444444; font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Conclusión</span></strong></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">La actual Constitución Política de la República destaca por los amplios espacios de libertad en ausencia de interferencia que deja a las personas y por establecer la supremacía de estas sobre el Estado. Muy importantes son también las garantías del debido proceso y el recurso de protección. También destacan las limitaciones al poder político en cuanto a las decisiones mayoritarias, y en cuanto a restringir la posibilidad del Estado de actuar como empresario y de expropiar tan solo bajo condiciones especiales y siempre amparado por una ley especial o general. El resguardo del pluralismo político contra los movimientos o partidos totalitarios o que propugnen o hagan uso de la violencia también merece ser valorado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">Los aspectos negativos o discutibles son todas aquellas restricciones a los derechos y libertades en virtud de la moral, las buenas costumbres y el interés general de la nación. Tampoco se justifica la restricción a la libertad de expresión mediante en Consejo Nacional de Televisión ni la existencia de un Consejo de calificación cinematográfica. Las obligaciones de cotizar para acceder a prestaciones de salud y de seguridad social son discutibles ya que en estricto sentido atentan contra la libertad individual, y la injerencia que se da al Estado en cuanto a la educación se pone de manifiesto en el carácter de derecho social que tiene esta materia, en el caso de la educación escolar. Sin perjuicio de lo anterior, el derecho a la educación es el único derecho social que reconoce la Constitución para efectos prácticos, lo cual puede considerarse como una concesión menor. La libertad de enseñanza no existe en el sentido de libertad para enseñar distintos planes educativos, sino que tan solo consiste en la libertad de abrir y administrar colegios. Los planes educativos siguen siendo de carácter centralizado y administrados por el Estado a través del Ministerio de Educación. Este último aspecto es negativo en cuanto a la diversidad de la educación, sumándole a esto el carácter obligatorio que se le da a la educación escolar.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">El Presidencialismo exacerbado también es un asunto que puede mejorarse con un mayor equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo. Y finalmente la imposición de deberes de honrar y la patria y respetar emblemas, es letra muerta prácticamente sin asidero en la realidad práctica, y por lo mismo carece de sentido que se manifieste por escrito en la Carta fundamental.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;">En lo medular, la actual Constitución es una buena Constitución en cuanto a que permite un amplio despliegue de libertades individuales y resguarda a las personas de la autoridad del Estado. Sin perjuicio de lo anterior, tiene aspectos que pueden mejorarse precisamente para ampliar esa esfera de libertades y restringir aun más la interferencia y la intromisión del Estado en la vida y en las actividades de las personas.</span></div>
<div>
<span data-mce-style="font-family: Arial,serif;" style="font-family: Arial, serif; line-height: 1.5;"><br /></span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-58000094136932674502015-01-31T00:27:00.001-03:002015-01-31T00:27:14.683-03:00Reseña de libros: Camino de Servidumbre, de Friedrich Hayek<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis01bABPRZOYnEzjlNchsgpviVSJ3_eTle_blKQo3C1SDxkLgy1y5FTl14km77g2MKYNdbZsc9_wKTE9IF7Q7aME-okbVdyrMof7SrED9Uv8z4NFF3-cRrT6SLpy7bIYNvMpxvHqmnslx-/s1600/SEMINARIO-CDS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis01bABPRZOYnEzjlNchsgpviVSJ3_eTle_blKQo3C1SDxkLgy1y5FTl14km77g2MKYNdbZsc9_wKTE9IF7Q7aME-okbVdyrMof7SrED9Uv8z4NFF3-cRrT6SLpy7bIYNvMpxvHqmnslx-/s1600/SEMINARIO-CDS.jpg" height="177" width="320" /></a></div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Camino de Servidumbre es una de las primeras y más conocidas obras de Friedrich Hayek traducida a varios idiomas. Hayek es uno de los más reconocidos intelectuales del liberalismo del siglo XX, junto con ser uno de los exponentes más conocidos de la escuela Austríaca de economía.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En esta obra, Hayek desarrolla una crítica sistemática y aguda de la planificación centralizada de la economía propia de los regímenes socialistas. El autor clasifica estos regímenes y su ideología como pertenecientes, en un sentido más amplio, al colectivismo, que es una ideología que se caracteriza por encauzar los esfuerzos de la sociedad en su conjunto hacia un fin único y determinado, que suele llamársele "bien común", "bienestar general" o "interés general", que termina ignorando y sometiendo los intereses de los individuos que conforman el grupo social como un todo. El socialismo, de esta forma, solo difiere del nazismo y de otras formas de colectivismo en cuanto a la naturaleza del fin al cual está encaminada la organización centralmente planificada de la sociedad, no difiere en cuanto a estar sometida a la planificación en sí misma.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Son interesantes los antecedentes que el autor presenta sobre el origen de las ideas de la planificación centralizada, el cual se encuentra, según él, en la Alemania Imperial de Otto von Bismarck y de Guillermo I, en los tiempos de la década de 1880. Fue en Alemania donde surgieron las primeras prácticas de la planificación, extendiéndose 50 años más tarde a Inglaterra, ocasionando con ello la desaparición de la competencia en los distintos sectores de la economía y su transformación en monopolios sectorizados. En los años en que fue escrito este libro, de 1940 a 1943, la Unión Soviética era el principal baluarte del socialismo mundial, entendido en un sentido comprehensivo como la propiedad estatal de los medios de producción y su dirección centralizada desde el aparato estatal por parte de una autoridad central, o grupo de burócratas o técnicos. Si bien Hayek no alude directamente a la URSS, hace patentes las similitudes entre el nacionalsocialismo alemán y el socialismo, e incluso dedica un capitulo a explicar los orígenes socialistas del nazismo. A este respecto, es notable la suerte de "dedicatoria" que se encuentra al comienzo de libro: "A los socialistas de todos los partidos".</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Los aspectos más destacables de esta obra, son la explicación que da sobre la incompatibilidad de una sociedad centralmente planificada con la democracia y con el Estado de derecho, el cual Hayek entiende en su forma ideal como el <em style="border: none; line-height: 1.5;">Rechsstaat</em>, que en el sentido de primacía de la ley formal, es "la ausencia de privilegios legales para unas personas designadas autoritariamente, lo que salvaguarda aquella igualdad ante la ley que es lo opuesto al gobierno arbitrario". Así, este ideal del Estado de derecho excluye cualquier posibilidad de igualación material o sustantiva de los individuos y cualquier política dirigida hacia un ideal sustantivo de justicia distributiva.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
De la misma forma, el autor explica con claridad por qué a su juicio la dirección centralizada de la actividad económica termina socavando las bases mismas de la libertad individual, ya que al designar un planificador central los fines hacia los cuales deben orientarse los esfuerzos de la sociedad en su conjunto, termina de esta forma decidiendo cuales son los medios que han de emplearse para la consecución de esos fines, con lo que se priva a los individuos de disponer de los medios que ellos mismos designarían para la consecucion de sus propios fines en ausencia de una dirección centralizada de la actividad económica. De esta forma, la planificación centralizada no puede conducir más que al establecimiento de un régimen totalitario.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Una interesante "concesión" que parece hacer Hayek es la que se refiere a los niveles mínimos de seguridad que el Estado puede garantizar a los individuos cuando se ha alcanzado un nivel de riqueza suficiente que permita proveerlos, tales como alimentación, vivienda, vestuario. Aunque advierte de las dificultades que surgen al definir cual es el límite de estos niveles mínimos de seguridad y al constatarse las diferencias entre estos minimos entre distintos países. Pero más importante que esto, es que el autor se muestra a favor de que el Estado actúe para compensar los efectos que tienen situaciones imprevistas producto del azar tales como enfermedades, accidentes, y catástrofes tales como terremotos o inundaciones. Quizás para muchos libertarios estas concesiones que hace Hayek puedan ir más allá de lo que el Estado debe hacer, pero también cabe destacar que el autor explicita que garantizar niveles de seguridad que vayan más allá de compensar los efectos de situaciones como la descritas, inevitabemente conduce a una pérdida de libertad individual. Así, la libertad y la seguridad se presentan en una <em style="border: none; line-height: 1.5;">complexio oppositorum</em> en que el aumento de una lleva a una disminución de la otra, salvo cuando se refiere a esos niveles mínimos de seguridad que pueden proveerse sin afectar la libertad.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En segunda mitad del libro, el autor expone con claridad las armas de las que se valen quienes conducen los procesos totalitarios, destacando sobre todo el uso deliberado de la propaganda y el socavamiento de la verdad, en que el lenguaje es expoliado y las palabras pierden su significado. Algo de eso se ha visto en Chile desde el año 2011 con la satanización del "lucro" y la compulsión por llamar "abuso" a cualquier situación que tan solo parezca sospechosa de serlo por el solo hecho de que participen en ella agentes del mercado. También se explica con gran claridad por qué los peores elementos de la sociedad son los que quedan al mando de los procesos totalitarios, ya que el colectivismo se vale y necesita del poder para llevar a cabo sus fines y no puede escatimar en los medios de los que dispone, incluído el individuo mismo, que puede pasar a ser otro medio más para un fin.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Antes de terminar, Hayek advierte los peligros que vislumbra de que Inglaterra pueda llegar a transitar por el mismo camino que transitó Alemania dos o tres décadas antes hacia el totalitarismo. Este camino sin duda es el Camino de Servidumbre que da su nombre a este gran libro. En el capítulo final, el autor expresa sus esperanzas de que se establezcan organizaciones internacionales que logren promover la cooperación económica y al menos contrarrestar las posibilidades de que surjan nuevos conflictos bélicos como los que Europa y el mundo entero ya habian atravesado y aún estaban atravesando en los días en que fue escrito este libro.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Hoy en día, el significado del socialismo ha mutado y ha pasado de ser la abolición de la propiedad privada y el monopolio de los medios de producción bajo la dirección centralizada del Estado, a ser la expropiación de las rentas derivadas del uso de los medios de producción para su posterior redistribución con el propósito de lograr una "justicia distributiva", lo que comúnmente se conoce hoy como "socialdemocracia", ya que es una forma de socialismo que se vale de medios democráticos y no de medios totalitarios para la concreción de sus fines. Si bien la idea de la planificación central de la economía y la figura misma del planificador central ya están practicamente obsoletas, y si bien los regímenes que más se han acercado a la materialización de esa idea y de esa fugura, como la URSS y los socialismos reales de Europa oriental, colapsaron a fines de la década de 1980, ello de ninguna manera resta valor al gran aporte de este libro a la defensa de la libertad individual y a la férrea oposición a cualquier intento de organización deliberada de la sociedad que pueda conducir al totalitarismo. La frase que mejor sintetiza la idea que subyace en toda la lectura de este libro es "la libertad individual no se puede conciliar con la supremacía de un solo objetivo al cual debe subordinarse completa y permanentemente la sociedad entera".</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Sin duda, este libro es un clásico de la libertad que todo liberal debiera considerar para su lectura.</div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-31718661543730283552015-01-31T00:23:00.000-03:002015-01-31T00:23:00.014-03:00El espejismo de la igualdad de oportunidades<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En el último tiempo ha surgido la discusión acerca de la supuesta falta de igualdad de oportunidades existente en la sociedad chilena. Uno de los primeros problemas con esta noción viene dado por la poca claridad que hay con respecto a su significado y sus alcances, quedando sujetos a la interpretación de cada persona o grupos de personas. ¿Qué se quiere decir entonces cuando se habla de igualdad de oportunidades?</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Una interpretación común es sostener que la supuesta igualdad de oportunidades consiste en que cada persona pueda elegir su propio proyecto de vida y pueda realizarlo independiente de su origen socioeconómico. Bajo esta noción subyace una suerte de determinismo social según el cual el destino final de los proyectos de vida individuales se ve muchas veces mermado por condicionantes de origen socioeconómico. Es decir, de cierta forma se asume que independiente de la voluntad y de la determinación de aquellas personas de origen socioeconómico pobre, hay una suerte de “destino” escrito para ellas que se encargará de impedir la realización de sus anhelos y planes a través de una serie de impedimentos de carácter factual.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Entendida de esa forma entonces, la igualdad de oportunidades requeriría para su materialización de un “emparejamiento de cancha”, o sea, propiciar una intervención por parte del Estado para que las desigualdades de los resultados de cada proyecto de vida sean función del esfuerzo y el talento individual, y no de condicionantes que ponen a unos en ventaja sobre otros a la hora de desplegar sus talentos. Se dice que tales condicionantes son injustas y hasta inmerecidas ya que estarían determinadas por una circunstancia exógena, tal como es el origen socioeconómico.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Siguiendo con esta lógica entonces, el problema estaría en los privilegios de los que gozan los descendientes de las clases sociales más acomodadas de la sociedad, el cual se manifestaría (se asume) en mejor acceso a educación escolar y universitaria, y otra serie de ventajas derivadas de dicho acceso preferencial. Cabe preguntarse entonces, ¿es merecido el privilegio del que gozan estos sujetos? Si nos preguntamos por el origen del privilegio, este proviene de la situación socioeconómica de su familia, y desde una lógica libertaria esta situación podemos clasificarla como de origen legítimo o ilegítimo. El origen legítimo constituye todo aquel resultado cuya consecución se sigue de la observancia sin excepciones de los intercambios voluntarios y libres en el mercado, sin incurrir en engaño (o fraude), violencia ni error. Se incluyen también los obsequios y donaciones voluntarias. Consecuentemente, el origen ilegítimo sería todo aquel resultado cuya consecución haya implicado incurrir una o más veces en intercambios viciados por el engaño, la violencia o el error. En esto además de participar el beneficiario mismo, pueden haber participado otros sujetos coludidos con él, o incluso agentes del Estado. Un ejemplo sencillo de lo anterior sería cuando un funcionario estatal, como podría ser un burócrata cualquiera, o un ministro, Presidente o incluso un dictador, abusa del poder que tiene para favorecer los negocios de su familia y/o de sus amigos directos.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
En el caso descrito anteriormente, claramente hay un “pecado de origen” en el resultado favorable del beneficiario, quien luego beneficiará a su vez a su descendencia. De aquí se desprende la regla de que el Estado y sus agentes deben ser imparciales y no conceder ningún privilegio especial a ningún particular, y que el Estado siempre debe observar la igualdad ante la ley efectiva para con todos los ciudadanos. Veamos ahora el caso en que el Estado no ha participado directamente pero si lo hecho por omisión, es decir, cuando uno o varios particulares incurren en engaño, violencia o error y el Estado no actúa para corregir algo que constituye un acto injusto. En un Estado de derecho que sea respetado, se exige el cumplimiento de reglas imparciales y que los derechos de propiedad de todos los particulares sean efectivamente respetados. La responsabilidad, entonces, le cabe tanto a quienes propician los actos injustos como al Estado que peca de omisión y no hace nada o no hace lo suficiente por enmendarlos.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Ahora vamos al caso en que el Estado ha actuado de manera imparcial y en que no se ha incurrido en engaño, violencia ni error. Es decir, se ha alcanzado una situación favorable simplemente actuando con toda transparencia y compitiendo abiertamente en el mercado respetando siempre el Estado de derecho. En este caso, desde una lógica libertaria, el resultado alcanzado NO TIENE ningún vicio de ilegitimidad, y por el contrario es un resultado perfectamente justo y legítimo. ¿Bajo qué criterio se podría reclamar entonces por los privilegios derivados de dichos resultados? Desde una ética libertaria, ningún criterio es válido para reclamar. Por lo tanto, la supuesta demanda por igualdad de oportunidades no tiene asidero bajo esta lógica.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Recapitulemos ahora y volvamos a la interpretación hecha al comienzo de la noción de igualdad de oportunidades: “que cada persona pueda elegir su propio proyecto de vida y pueda realizarlo independiente de su origen socioeconómico”. Se acaba de explicar la contingencia del origen socioeconómico. Por otra parte, el determinismo social que subyace a la demanda por mayor igualdad de oportunidades ignora casi por completo la voluntad y la determinación de las personas que parten desde una “posición original desventajosa”, casi como si no existiera o como si su existencia fuera irrelevante<i style="border: none; line-height: 1.5;"></i>. Esto claramente es un sesgo de fatalismo y de pesimismo, y para peor muchas veces los deterministas sociales adoptan una actitud de compasión con los desventajados que dificilmente los podría ayudar a superar su situación. No es que por el solo hecho de tener voluntad y determinación cualquier desventaja inicial pueda ser superada. La superación de la desventaja inicial va a depender de las buenas o malas decisiones que los afectados tomen en el curso de su vida y también de una serie de imponderables usualmente conocidos como azar. Pero el punto relevante es que sin voluntad ni determinación la superación de las desventajas iniciales se vuelve prácticamente imposible, en cambio con voluntad y con determinación existe una posibilidad no despreciable de superarlas, y ese empeño puede ser exitoso o puede fallar, pero lo importante es que existe la posibilidad cierta de tener éxito. Los paladines que claman por mayor igualdad de oportunidades podrían decir que empíricamente el determinismo social está demostrado con cifras y estadísticas fidedignas, pero al hacer esto incurren en el clásico error de confundir correlación con causalidad. Como se explica en breve, la causalidad está determinada por muchos otros factores y variables que entran en juego.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Vamos ahora al asunto de la realización de los distintos proyectos de vida. ¿Cuáles son las oportunidades que supuestamente se pretenden igualar? Sería un absurdo pretender igualar proyectos de vida, por lo que la igualación se daría en el plano de la oportunidad de elegir un proyecto de vida determinado y realizarlo independiente de “desigualdades de origen”. Pero ya nos hemos hecho cargo de las desigualdades de origen y hemos explicado bajo qué circunstancias es pertinente atender a ellas, por lo que nos podemos centrar en el tema de las oportunidades en sí mismas.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La oportunidad de la que goza cada persona que conforma un grupo social es función de sus propias decisiones y de muchas variables agregadas, tales como talento y aptitud, disposición de carácter hacia el éxito o el fracaso, voluntad de poder, motivación, pereza, entusiasmo, etc., y la decisión y combinación de cada una de estas variables para cada persona, a su vez entra en juego con las decisiones y las mismas variables combinadas para cada una de las demás personas que conforman el grupo social. En un orden social donde prime la libertad individual, las personas interactúan entre ellas, y estas interacciones responden al juego simultáneo de múltiples variables como las ya mencionadas anteriormente y de las decisiones de todas y cada una de las personas, lo que configura una dispersión aleatoria de una complejidad tal que es imposible de controlar por cualquiera de las personas que participan en este orden espontaneo. ¿Cómo puede hablarse entonces de igualar las oportunidades entre sí? En su conocida obra “Derecho, Legislación y libertad”, el filósofo político Friedrich Hayek se manifiesta en contra de la noción de igualdad de oportunidades, porque considera que alcanzar dicho objetivo implicaría concederle demasiado poder a un gobierno para remediar la dispersión aleatoria que mencionamos anteriormente, y de esta forma llegar a incidir sobre cada vez más aspectos que determinan el bienestar de las personas. Hayek plantea que un gobierno puede promover una igualdad de oportunidades en cuanto a aquellas decisiones que dependen directamente de él, tales como la provisión de empleos públicos, pero que intervenir e incidir fuera de ese ámbito y más allá de él, puede llevar a demandar una intervención cada vez mayor, lo que puede desembocar en una verdadera pesadilla.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Se podría refutar lo anterior diciendo que corresponde a una interpretación demasiado “literal” de la frase “igualdad de oportunidades”. Pero aquí surge la pregunta, ¿si una interpretación tan “literal” lleva a acciones tan indeseadas como las pensadas por Hayek, entonces de qué otra forma cabría interpretar la frase en cuestión para que no lleve a acciones indeseadas como esas? ¿No será que el problema radica en la semántica misma de la frase? Si se examinan otras nociones de igualdad, tales como igualdad ante la ley o que todas las personas son iguales en dignidad y derechos, se puede constatar que lo que se pretende igualar es susceptible de ser igualado. Por ejemplo la noción de igualdad ante la ley implica que la provisión de justicia en un Estado de derecho trata de igual forma a todas las personas independientemente de su sexo, condición social, credo religioso, creencias políticas, etc. Es decir, una imparcialidad que no hace discriminaciones arbitrarias para favorecer a nadie en particular. Del mismo modo la noción de igualdad de dignidad y derechos de todas las personas también persigue una especie de imparcialidad en la valoración intrínseca que se hace de cada persona por el solo hecho de ser tal, es decir, que ninguna persona es intrinsecamente superior a otra.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Muy por el contrario, la noción igualdad de oportunidades simplemente apela a igualar algo que no es susceptible de ser igualado, ya que depende de una combinación de factores y variables que nadie puede controlar ni discernir por completo. Por lo tanto, hablar de “igualdad” de oportunidades simplemente es un espejismo, un engaño. No se puede hablar de igualar algo que no es susceptible de ser igualado, y que el solo intento de igualar puede llevar a acciones indeseables a tal punto de restringir cada vez más y más la libertad individual. Es bastante claro que la oportunidad de la que goza una persona con una extraordinaria aptitud, por ejemplo, para las ciencias naturales y que decide convertirse en un físico de profesión para realizar investigaciones, es muy distinta que la oportunidad de la que goza una persona con una extraordinaria habilidad para practicar un deporte, como podría ser Alexis Sánchez o Nicolás Massú, y que consecuentemente puede realizar una carrera deportiva con mucho éxito económico. Claramente son dos oportunidades distintas ya que su origen proviene de dos talentos y aptitudes distintas. Del mismo modo que hay personas que tienen talentos y aptitudes distintas, también hay personas que tienen motivaciones y disposiciones de carácter distintas, lo que las lleva a forjarse oportunidades distintas. Si se hace extensiva esta diferenciación a todas las personas que conforman un grupo social, queda clara la imposibilidad de igualar oportunidades que simplemente no pueden ser iguales.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Así entonces, mucho más pertinente resulta hablar de “base de oportunidades”, lo que en síntesis significa que es deseable que en una sociedad existan suficientes oportunidades de forma que nadie quede excluido de los beneficios que trae consigo la interacción social y el intercambio de bienes y servicios. El papel del Estado en este escenario, cuando más, debe limitarse a ser el de una especie de “árbitro” que fije (y vele por el cumplimiento de) ciertas reglas imparciales mínimas y necesarias para que las personas puedan desplegar sus talentos y cosechar los resultados de sus propios actos y de sus propias decisiones, sean buenas o malas. No hay mejor incentivo que el éxito y mejor lección que el fracaso para que las personas descubran por sí mismas qué es lo que más les conviene hacer.</div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-16855750431132930502015-01-31T00:21:00.000-03:002015-01-31T00:21:02.248-03:00Una ley paternalista y un Estado persecutor<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiMFT8FiJ3KMnfA2HFrvRuw6wyxVukncO0oumF5yFCnP7Gbae3twfss2i-Kj_JcDDfifPLTQ-pCL66oX4xg-neIIXmsdzgqs2O_T9eCbAm-g3gKDDCfeYvyNY9jtF7Y6WHzALDikW8KIWh/s1600/tabaco-300x254.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiMFT8FiJ3KMnfA2HFrvRuw6wyxVukncO0oumF5yFCnP7Gbae3twfss2i-Kj_JcDDfifPLTQ-pCL66oX4xg-neIIXmsdzgqs2O_T9eCbAm-g3gKDDCfeYvyNY9jtF7Y6WHzALDikW8KIWh/s1600/tabaco-300x254.jpg" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" data-mce-style="text-align: left;" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">La <a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1047848" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1047848" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">Ley 20.660</a> </span></span><span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">introduce modif</span></span><span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">icacione</span></span><span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">s a la <a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30786&idParte=&idVersion=2013-03-01" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30786&idParte=&idVersion=2013-03-01" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">Ley 19.</a></span></span><span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;"><a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30786&idParte=&idVersion=2013-03-01" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30786&idParte=&idVersion=2013-03-01" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">419</a>, comúnmente denominada “Ley antitabaco”. Las modificaciones </span></span><span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">aprobadas amplían considerablemente las atribuciones del Estado para prohibir tanto la publicidad relacionada con productos de tabaco pero sobre todo con el consumo de estos mismos. Estos productos en su gr</span></span><span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">an mayoría </span></span><span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">son los cigarros que comúnmente se venden en cajetillas de 10 o 20 unidades.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">En primer lugar, se prohíbe la publicidad de estos productos en cuanto a su promoción y su consumo directo por parte de personas. Esto abarca los programas de radio y televisión en “horario para menores”, las señales internacionales de los medios de comunicación chilenos, e incluso las páginas de internet con dominio “.cl”. Todas estas disposiciones constituyen un abierto atropello contra la libertad de expresión tanto de los fabricantes de cigarros como de cualquier agencia publicitaria intermedia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Pero la ley no se queda ahí. Si antes se prohibía la venta de cigarros a menores de 18 años, ahora se prohíbe además la venta de estos mismos a menos de 100 metros de establecimientos de educación básica y media. Es decir se cae en una abierta exageración ya que ni siquiera se permite la venta de cigarros a mayores de edad por el solo hecho de estar a menos de 100 metros de un establecimiento educacional. Por otra parte se faculta al Ministerio de Salud para prohibir el uso de aditivos en la fabricación de cigarrillos si estos aumentan la adicción, daño o riesgo en los fumadores. ¿Por qué lisa y llanamente prohibir el uso de estos aditivos en vez de exigir que se informe adecuadamente sobre sus efectos en el rotulado de las cajetillas de cigarros para advertir a los fumadores de los mayores riesgos a los que se exponen?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Pero lo peor de esta ley son las nuevas prohibiciones. En concreto, la nueva ley prohíbe fumar en: recintos cerrados de propiedad privada por el solo hecho de ser accesibles al público o de uso comercial colectivo; en gimnasios y estadios (aunque se deja la posibilidad de habilitar espacios para fumadores); en medios de transporte de uso público o colectivo; en establecimientos de educación superior; en aeropuertos y terrapuertos; en teatros y cines; en centros de atención abiertos al público; en supermercados y centros comerciales, y en pubs, restaurantes, discotecas y casinos de juego. En los últimos casos desde los establecimientos de educación superior hasta los casinos, se exceptúan los patios o espacios al aire libre.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Es aquí donde se encuentra el problema más grave de esta ley. Si se examina su contenido, se llega a la conclusión de que el Estado prohíbe la actividad de fumar usando como criterio el tipo de acceso que tienen una serie de recintos, y determinando que en lugares de acceso público queda prohibido fumar. Es decir, no importa quién sea el propietario de un recinto comercial, educativo o de un medio de transporte, ya que al ser de acceso o uso público, la ley determina la prohibición de fumar. Esto constituye un abierto atropello a los derechos de propiedad de los dueños de todos esos recintos o medios de transporte, ya que no se les permite disponer de dichos recintos o medios de transporte de la forma que estimen conveniente permitiendo o no permitiendo la actividad de fumar, sino que se les impone una prohibición de fumar en los recintos de su propiedad sin importar si están de acuerdo o no.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">¿</span><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Es justo que el Estado le impida a un particular que permita fumar en un recinto de su propiedad por el solo hecho de que dicho recinto sea de acceso público? La respuesta es un claro y rotundo NO. El derecho de propiedad sobre un recinto implica que el propietario del mismo es quien puede decidir cuáles son las normas de uso que rigen en dicho recinto, no importando si este es de acceso público o privado. Si se presentan conflictos entre personas que hacen uso de un recinto de propiedad privada, como en este caso fumadores activos y pasivos, es el propietario quien debe dirimir como administra estos conflictos, ya sea permitiendo o prohibiendo fumar en el recinto de su propiedad. Los fumadores pasivos que ingresan a un lugar sabiendo que en este se permite fumar, evalúan el costo de oportunidad de NO INGRESAR a dicho lugar y deciden en consecuencia, o bien puede darse el caso de que simplemente no les importe el humo de los cigarros ajenos. Es totalmente falso argumentar que los fumadores pasivos son obligados o coaccionados a ingresar a lugares en los que se fuma. Esto solo podría ser cierto en el caso de los menores de edad que acompañan a sus padres. ¿Pero ante esto cabe la pregunta, qué clase de padres exponen voluntariamente a sus hijos a inhalar el humo de cigarros ajenos? Claramente hay una responsabilidad de sus padres o tutores en cuanto a exponer a los menores de edad a su cargo a inhalaciones de humo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Solo queda preguntarse </span><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">cuál podría ser la motivación detrás de esta ley. Cuál es su “espíritu”. Por un lado se ha dicho que se esperaría <a data-mce-href="http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/salud/tabaco/manalich-defendio-implementacion-de-nueva-ley-de-tabaco/2013-02-21/112724.html" href="http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/salud/tabaco/manalich-defendio-implementacion-de-nueva-ley-de-tabaco/2013-02-21/112724.html" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">bajar las tasas de adicción al tabaco</a>, pero por otro lado se ha dicho que en realidad el objetivo no es bajar estas tasas sino que “no exponer" los fumadores pasivos, es decir <a data-mce-href="http://www.24horas.cl/nacional/ministro-de-salud-jaime-manalich-asegura-que-ley-de-tabaco-llega-tarde-517965" href="http://www.24horas.cl/nacional/ministro-de-salud-jaime-manalich-asegura-que-ley-de-tabaco-llega-tarde-517965" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">"protegerlos"</a>. También se ha hablado de producir un <a data-mce-href="http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/salud/tabaco/manalich-y-ley-del-tabaco-confio-que-se-transforme-en-un-fenomeno-cultural/2013-02-23/192938.html?utm_medium=twitter&utm_source=twitterfeed" href="http://www.cooperativa.cl/noticias/sociedad/salud/tabaco/manalich-y-ley-del-tabaco-confio-que-se-transforme-en-un-fenomeno-cultural/2013-02-23/192938.html?utm_medium=twitter&utm_source=twitterfeed" style="color: #743399; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5;" target="_blank">“cambio cultural”</a> con esta nueva ley. ¿Corresponde al Estado “cuidar de sí mismos” a los fumadores activos? Claramente no. ¿Corresponde al Estado “proteger” a los fumadores pasivos de los fumadores activos? Tampoco, ya que los fumadores pasivos simplemente pueden ponerse a resguardo de los fumadores activos no ingresando a los lugares donde estos últimos fuman.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px;">
<span data-mce-style="font-size: small;" style="line-height: 1.5;"><span data-mce-style="font-family: Arial,sans-serif;" style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 1.5;">Los ciudadanos chilenos parecen estar siempre dispuestos a ser regulados por nuevas leyes que los obliguen a actuar o no actuar de una determinada forma. Pero no parecen estar dispuestos a decidir y actuar en libertad y asumir la plena responsabilidad de las consecuencias de sus decisiones y actos libres. Ya es hora de que las personas asuman esta responsabilidad y dejen de delegarla en leyes emanadas desde el Estado que los inhiban de tomar sus propias decisiones y conducir sus propias vidas.</span></span></div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5629412725848960147.post-24002500869984513692015-01-31T00:08:00.001-03:002015-01-31T00:08:52.109-03:00El Consejo Nacional de Televisión y la libertad de expresión<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidIDLpdndL93Y3kAakqR0LswH6E452ys_yPIAT9n30Tp_ABzuxNdu2TrkZbwG_4JIMzG1cp-9NYkcQPcKhGOsJHBzx0NVGLFf2bpnLNWgTgoH4EH1obp1CQi7Xwq-JCnOxqU4AQP3nw0s7/s1600/television-300x225.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidIDLpdndL93Y3kAakqR0LswH6E452ys_yPIAT9n30Tp_ABzuxNdu2TrkZbwG_4JIMzG1cp-9NYkcQPcKhGOsJHBzx0NVGLFf2bpnLNWgTgoH4EH1obp1CQi7Xwq-JCnOxqU4AQP3nw0s7/s1600/television-300x225.jpg" /></a></div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La <a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=242302" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=242302" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">Constitución Política de la República</a> establece en su Artículo 19°, N°12, inciso sexto, que “Habrá un Consejo Nacional de Televisión, autónomo y con personalidad jurídica, encargado de velar por el correcto funcionamiento de este medio de comunicación”.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
La existencia del CNTV queda establecida en la <a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30214#UHF0" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30214#UHF0" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">Ley 18.838</a>. Esta ley fue modificada parcialmente por la <a data-mce-href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30498" href="http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=30498" style="color: #743399; line-height: 1.5;" target="_blank">Ley 19.131</a>, la cual derogó varios artículos de la Ley original y modificó otros tantos. Sin embargo, persisten numerosos artículos que atentan contra la libertad de expresión de los canales de televisión y la libertad de los televidentes de elegir los programas de televisión que desean ver.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
El Artículo 1° de la Ley 18.838 en su inciso tercero señala que “Se entenderá por correcto funcionamiento de esos servicios el permanente respeto, a través de su programación, a los valores morales y culturales propios de la Nación; a la dignidad de las personas; a la protección de la familia; al pluralismo; a la democracia; a la paz; a la protección del medio ambiente, y a la formación espiritual e intelectual de la niñez y la juventud dentro de dicho marco valórico”.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Surgen de la lectura de este inciso varias interrogantes. Cuáles son los “valores morales y culturales propios de la nación”? Esta pregunta no tiene una respuesta unánime que pueda considerarse válida para todos y cada uno de los individuos que conforman la sociedad. Por otra parte, es válido imponer un “marco valórico” como el descrito en el Artículo 1° de esta ley? Quienes mejor pueden definir su propio “marco valórico” de la niñez y la juventud son cada una de las familias de forma particular. No puede pretenderse que exista tal marco único para todas las familias por igual y mucho menos que deban adherir a este. Y esto lleva a plantear otra gran pregunta. Por qué debe existir un Consejo Nacional de Televisión que se encargue de “velar por el correcto funcionamiento” de los canales de libre recepción?</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Pero vamos más allá. Las competencias que otorga la Ley al CNTV van desde velar porque los canales de libre recepción se ajusten estrictamente al “correcto funcionamiento”; financiar o subsidiar la producción, transmisión o difusión de “programas de alto nivel cultural o de interés nacional o regional”; establecer que los canales concesionados deben transmitir una hora de programas culturales a la semana; dictar normas generales para impedir efectivamente la transmisión de programas que contengan violencia excesiva, truculencia, pornografía o participación de niños o adolescentes en actos reñidos con la moral o las buenas costumbres; adoptar las medidas tendientes a evitar la difusión de películas que no corresponda calificar al Consejo de Calificación Cinematográfica y de programas o publicidad que atenten contra la moral, las buenas costumbres o el orden público; fijar un porcentaje de hasta un 40% de producción chilena de los programas que transmitan los canales de libre recepción; y prohibir la transmisión o exhibición de películas calificadas con contenido pornográfico o excesivamente violento por el Consejo de Calificación Cinematográfica, a los canales de libre recepción.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Es decir, se le otorgan al CNTV amplias competencias, cuyo ejercicio permite aplicar sanciones, para interferir en la emisión de contenidos de los canales de libre recepción, y además puede financiar o subsidiar con dinero de los contribuyentes una categoría específica de contenidos de programas de TV. Estas interferencias son una abierta limitación a la libertad de expresión de los canales con respecto a su programación. Son aceptables estas interferencias? La respuesta es un rotundo y categórico NO. Los mejores jueces para determinar los contenidos que transmiten los canales son los televidentes quienes tienen el derecho a elegir la programación que quieren ver libres de las interferencias arbitrarias de la autoridad. Al interferir con la programación de un canal se altera la relación entre dicho canal y los televidentes, negándoles la posibilidad de ver programas de TV que estarían a su disposición si los canales fuesen libres de transmitirlos. Si un programa de TV o un contenido específico tiene una alta demanda o audiencia, cualquiera sea su naturaleza, no hay ninguna razón que justifique el arbitrario acto de la autoridad de impedir su transmisión. Asimismo si un programa de TV es sacado de su programación por un canal, esto solo puede ser una decisión de competencia de dicho canal por los motivos que estime conveniente, como baja audiencia o cualquier otro, pero en ningún caso por una imposición de la autoridad del CNTV.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Esta autoridad del CNTV se vale de sanciones que van desde amonestaciones, multas de 20 a 200 UTM, suspensión de transmisiones hasta por 7 días, y en última instancia la caducidad de la concesión por una serie de razones, entre las que se cuentan la infracción reiterada al Artículo 1° mencionado al comienzo.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Sin perjuicio de que la ley contempla la posibilidad de apelar a estas sanciones, su sola existencia y el fundamento en que se basan constituyen un atropello a la libertad de los canales y de los televidentes de determinar los contenidos que prefieran. Estos incluso siempre tienen la posibilidad de apagar su TV cuando lo estimen conveniente.</div>
<div style="color: #444444; font-family: Georgia, 'Bitstream Charter', serif; font-size: 16px; line-height: 1.5; margin-bottom: 24px; text-align: justify;">
Dicho todo esto, no tiene sentido que exista un CNTV que se encargue de velar por el "correcto funcionamiento" de los canales de libre recepción en los términos que impone la Ley 18.838. Y tampoco tiene sentido que exista un CNTV para tramitar las concesiones de televisión, que actualmente para postular a ellas el proyecto en cuestión que postula debe cumplir con el “correcto funcionamiento” ya mencionado en el Articulo 1°. No existiendo ese "correcto funcionamiento", la regulación de las concesiones pasa a ser un trámite administrativo de cumplir ciertas exigencias que de cualquier manera también son revisables y discutibles. Las concesiones pueden tramitarse por alguna oficina administrativa del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, y todo esto sería un gran paso adelante en la liberalización de nuestro espectro radioeléctrico.</div>
Renzo Gilardonihttp://www.blogger.com/profile/08092533163528475965noreply@blogger.com0